El municipio de Aranzazu, está ubicado al Norte del Departamento de Caldas, a –hora y cuarto de la ciudad de Manizales-.
Es pueblo acogedor, de gentes amables, cultas, honestas y trabajadoras. Todas forjan su futuro con amor y esperanza, presagiando que el día de mañana sea más fructífero y prometedor. Para hacer honor a su hidalguía y hospitalidad, - virtudes heredadas de sus mayores-, a la entrada y salida del Municipio, hay una valla que se lee: “En Aranzazu, se ama, se vive y se espera”.
Pero, no todo es alegría en esta bella comarca. Puesto que, hay signos de tragedia, incertidumbre y preocupación entre sus habitantes: lamentablemente desde hace varios años, y así lo han reportado algunos medios Nacionales e Internacionales, parte de la población viene padeciendo el terrible flagelo de la, bipolaridad; - enfermedad mental, que se define como estados de ánimo en altos grados, eufóricos y depresivos-si no son tratados oportunamente conducen al suicidio; como está ocurriendo con pacientes de varias edades, tanto del área urbana, como rural, de ambos sexos y estratos sociales.
Lamentablemente, la Administración Municipal, no dispone de una política clara para enfrentar tan grave problema de Salud Mental. Lo más infame, es que por encima de semejante calamidad, está empecinada en la construcción innecesaria de un viaducto, a un costo de aproximadamente dos mil millones de pesos, y celebrar las ruidosas Fiestas de la Cabuya, para el puente del doce de Octubre.
Considero que si el Señor Alcalde, Gabriel Zuloaga Montes, tiene un poco de humanidad, debería prescindir de dichas festividades, o por lo menos orientarlas con tendencia de convocatoria para encontrar soluciones a tan grave situación. A la fecha, no se dispone de una simple estadística que permita diagnosticar la magnitud del problema. Las informaciones fragmentarias que se tienen han sido levantadas particularmente.
De doce mil habitantes, según el último censo, entre el 6% y 7% por ciento de la población, está padeciendo este mal, lo que quiere decir, que son más 600 pacientes, que en los actuales momentos se encuentran soportando la grave crisis emocional y depresiva. Se especula sobre varios factores que la causan: Algunos profesionales muy destacados de la medicina la asocian con la endogamia, otros, con residuos metálicos en las aguas que se consumen, y hay quienes aseguran que puede ser la mina de mercurio existente en el municipio, cuyo yacimiento se extiende hasta Aguadas, donde se está presentando el mismo fenómeno en menor escala, así como en varios municipios del Norte de Caldas.
Según profesionales consultados, expertos en la materia: se hace indispensable que el Ministerio de Salud, y Seguridad Social, además de las investigaciones que pretenda realizar, debe crear con carácter urgente un centro de atención Neurosiquiátrico permanente en Aranzazu. De nada nos servirían soluciones paliativas de momento, que lo que hacen es, agravar más la situación de los pacientes, y de las familias que tienen algún ser querido sumidos en los laberinto de la euforia y la depresión.
Es un problema de Salud Mental, que nos compete a todos los Aranzacitas dentro y fuera del Municipio. Pero especialmente, a las Autoridades del orden Municipal, Departamental y Nacional. No podemos ser indiferentes a esta problemática que está tocando las fibras más íntimas de nuestra sensibilidad y caridad humana. Hay que abrir puertas Nacionales, y si es del caso Internacionales.
Esperamos que las Autoridades de Aranzazu, no continúen dando respuestas evasivas sobre la gravedad del problema,- que sí les compete en primera instancia-. Deben tener el suficiente carácter para suministrar las informaciones con precisión y prontitud. Este caso no se resuelve con padrinazgos político. Son pacientes de todos los estratos sociales que angustiosamente esperan una pronta y eficaz solución, y el Estado está en la obligación de atenderlo.
Esperamos también que el Señor Personero Municipal,- si es que lo hay-, puesto que a la fecha no se ha hecho sentir, ejerza sus funciones como Agente del Ministerio Público sobre este particular, y reporte a los Organismos de Control, los resultados de las ejecuciones administrativas sobre la población bipolar en dicho Municipio, presionando al Señor Alcalde Municipal, para que levante un censo serio y confiable que sirva de documento oficial a los Organismos Competentes.
El municipio de Aranzazu, está ubicado al Norte del Departamento de Caldas, a –hora y cuarto de la ciudad de Manizales-.
Es pueblo acogedor, de gentes amables, cultas, honestas y trabajadoras. Todas forjan su futuro con amor y esperanza, presagiando que el día de mañana sea más fructífero y prometedor. Para hacer honor a su hidalguía y hospitalidad, - virtudes heredadas de sus mayores-, a la entrada y salida del Municipio, hay una valla que se lee: “En Aranzazu, se ama, se vive y se espera”.
Pero, no todo es alegría en esta bella comarca. Puesto que, hay signos de tragedia, incertidumbre y preocupación entre sus habitantes: lamentablemente desde hace varios años, y así lo han reportado algunos medios Nacionales e Internacionales, parte de la población viene padeciendo el terrible flagelo de la, bipolaridad; - enfermedad mental, que se define como estados de ánimo en altos grados, eufóricos y depresivos-si no son tratados oportunamente conducen al suicidio; como está ocurriendo con pacientes de varias edades, tanto del área urbana, como rural, de ambos sexos y estratos sociales.
Lamentablemente, la Administración Municipal, no dispone de una política clara para enfrentar tan grave problema de Salud Mental. Lo más infame, es que por encima de semejante calamidad, está empecinada en la construcción innecesaria de un viaducto, a un costo de aproximadamente dos mil millones de pesos, y celebrar las ruidosas Fiestas de la Cabuya, para el puente del doce de Octubre.
Considero que si el Señor Alcalde, Gabriel Zuloaga Montes, tiene un poco de humanidad, debería prescindir de dichas festividades, o por lo menos orientarlas con tendencia de convocatoria para encontrar soluciones a tan grave situación. A la fecha, no se dispone de una simple estadística que permita diagnosticar la magnitud del problema. Las informaciones fragmentarias que se tienen han sido levantadas particularmente.
De doce mil habitantes, según el último censo, entre el 6% y 7% por ciento de la población, está padeciendo este mal, lo que quiere decir, que son más 600 pacientes, que en los actuales momentos se encuentran soportando la grave crisis emocional y depresiva. Se especula sobre varios factores que la causan: Algunos profesionales muy destacados de la medicina la asocian con la endogamia, otros, con residuos metálicos en las aguas que se consumen, y hay quienes aseguran que puede ser la mina de mercurio existente en el municipio, cuyo yacimiento se extiende hasta Aguadas, donde se está presentando el mismo fenómeno en menor escala, así como en varios municipios del Norte de Caldas.
Según profesionales consultados, expertos en la materia: se hace indispensable que el Ministerio de Salud, y Seguridad Social, además de las investigaciones que pretenda realizar, debe crear con carácter urgente un centro de atención Neurosiquiátrico permanente en Aranzazu. De nada nos servirían soluciones paliativas de momento, que lo que hacen es, agravar más la situación de los pacientes, y de las familias que tienen algún ser querido sumidos en los laberinto de la euforia y la depresión.
Es un problema de Salud Mental, que nos compete a todos los Aranzacitas dentro y fuera del Municipio. Pero especialmente, a las Autoridades del orden Municipal, Departamental y Nacional. No podemos ser indiferentes a esta problemática que está tocando las fibras más íntimas de nuestra sensibilidad y caridad humana. Hay que abrir puertas Nacionales, y si es del caso Internacionales.
Esperamos que las Autoridades de Aranzazu, no continúen dando respuestas evasivas sobre la gravedad del problema,- que sí les compete en primera instancia-. Deben tener el suficiente carácter para suministrar las informaciones con precisión y prontitud. Este caso no se resuelve con padrinazgos político. Son pacientes de todos los estratos sociales que angustiosamente esperan una pronta y eficaz solución, y el Estado está en la obligación de atenderlo.
Esperamos también que el Señor Personero Municipal,- si es que lo hay-, puesto que a la fecha no se ha hecho sentir, ejerza sus funciones como Agente del Ministerio Público sobre este particular, y reporte a los Organismos de Control, los resultados de las ejecuciones administrativas sobre la población bipolar en dicho Municipio, presionando al Señor Alcalde Municipal, para que levante un censo serio y confiable que sirva de documento oficial a los Organismos Competentes.