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                                                                                                                                Entre la seguridad y la libertad

                                                                                                                                Aunque todos sabemos que ha sido un recurso valioso para frenar la velocidad del contagio, mientras les damos tiempo a los gobiernos para adecuar los sistemas de salud, tan descuidados, a las exigencias de la hora, también sabemos desde el comienzo que la cuarentena no puede ser para siempre.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                ¿Por qué los ciudadanos no encuentran la manera de ser parte activa de la solución y tienen que asumir el encierro y la pasividad como su único aporte? ¿Qué es el Estado? ¿Por qué su esfuerzo, sin duda sincero, por salvar la vida de las gentes, termina asumiendo siempre la forma de un castigo?

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                ¿Cómo nos libramos de tantas paradojas? ¿Cómo aceptar la invitación a adorar a la ciencia como nuestra salvadora, mientras arrecian las sospechas de que el virus pudo haberse escapado de uno de sus asépticos y herméticos laboratorios? Ya en este mundo nada está libre de sospechas, ni siquiera los poderes que pretenden ampararnos de todo peligro haciéndonos vivir en el régimen de la salud obligatoria y de la muerte a plazos. Un sistema generoso de salud universal no descargaría la responsabilidad de la salud sobre los hombros de cada ciudadano, no convertiría la vida en algo tan peligroso para unos y en un negocio tan rentable para otros.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Lo cierto es que los misterios de la pandemia y las crisis sanitarias que engendra son menos sorprendentes que los fenómenos sociales que está desencadenando. Lo que acabará con las cuarentenas, aunque el peligro de contagio sea grande, en nuestro caso será más bien la pobreza. En estos países el rebusque no es un capricho de las personas sino el único camino que la política y la sociedad les han dejado, y no tiene otro remedio inmediato que el ingreso social.

                                                                                                                                Es indudable que lo que ha hecho la pandemia es desnudar el fondo de injusticia, locura y paradojas de nuestra realidad cotidiana. Colombia, por ejemplo, deriva buena parte de sus recursos de tres tragedias: el petróleo y la minería, la droga, y las remesas de los ciudadanos que tuvieron que irse. ¿No nos exige eso diseñar por fin una economía fundada en el trabajo, una alianza poderosa de la agricultura con la industria nacional, y volver al país una verdadera patria para sus hijos?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                ¿Por qué ante los que sueñan que estas crisis puedan engendrar cambios históricos se alza el coro de los que denuncian esos sueños románticos llamando a un realismo conformista, sentenciando que nada cambiará, y olvidando que la única manera de no obtener nada es pedir poco?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Es una lástima que hayamos tenido que encerrarnos justo cuando la gente empezaba a movilizarse en el planeta entero, cuando los jóvenes del nuevo milenio que luchan contra el cambio climático se disponían a tomarse las calles del mundo. ¿Por qué las enfermedades parecen aliadas de los poderes? ¿Por qué lo más invisible de la sociedad termina siendo la ciudadanía? ¿Y por qué el Estado sólo recupera su iniciativa para administrar la alarma general y encerrar a las gentes, pero no para salvar el clima, ni para detener la depredación de la naturaleza, ni para controlar las industrias contaminantes, ni para moderar el consumo?

                                                                                                                                Finalmente, ¿será que la demasiada comunicación está sirviendo sobre todo para hacernos sentir que sin ella no existimos? ¿Ha terminado el ideal del confort convertido en una estrategia para debilitar a la humanidad, para dominarla por el miedo?

                                                                                                                                Con todas las lecciones aprendidas, quizás pronto nos tocará escoger entre la seguridad y la libertad.

                                                                                                                                Aunque todos sabemos que ha sido un recurso valioso para frenar la velocidad del contagio, mientras les damos tiempo a los gobiernos para adecuar los sistemas de salud, tan descuidados, a las exigencias de la hora, también sabemos desde el comienzo que la cuarentena no puede ser para siempre.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                ¿Por qué los ciudadanos no encuentran la manera de ser parte activa de la solución y tienen que asumir el encierro y la pasividad como su único aporte? ¿Qué es el Estado? ¿Por qué su esfuerzo, sin duda sincero, por salvar la vida de las gentes, termina asumiendo siempre la forma de un castigo?

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                ¿Cómo nos libramos de tantas paradojas? ¿Cómo aceptar la invitación a adorar a la ciencia como nuestra salvadora, mientras arrecian las sospechas de que el virus pudo haberse escapado de uno de sus asépticos y herméticos laboratorios? Ya en este mundo nada está libre de sospechas, ni siquiera los poderes que pretenden ampararnos de todo peligro haciéndonos vivir en el régimen de la salud obligatoria y de la muerte a plazos. Un sistema generoso de salud universal no descargaría la responsabilidad de la salud sobre los hombros de cada ciudadano, no convertiría la vida en algo tan peligroso para unos y en un negocio tan rentable para otros.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Lo cierto es que los misterios de la pandemia y las crisis sanitarias que engendra son menos sorprendentes que los fenómenos sociales que está desencadenando. Lo que acabará con las cuarentenas, aunque el peligro de contagio sea grande, en nuestro caso será más bien la pobreza. En estos países el rebusque no es un capricho de las personas sino el único camino que la política y la sociedad les han dejado, y no tiene otro remedio inmediato que el ingreso social.

                                                                                                                                Es indudable que lo que ha hecho la pandemia es desnudar el fondo de injusticia, locura y paradojas de nuestra realidad cotidiana. Colombia, por ejemplo, deriva buena parte de sus recursos de tres tragedias: el petróleo y la minería, la droga, y las remesas de los ciudadanos que tuvieron que irse. ¿No nos exige eso diseñar por fin una economía fundada en el trabajo, una alianza poderosa de la agricultura con la industria nacional, y volver al país una verdadera patria para sus hijos?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                ¿Por qué ante los que sueñan que estas crisis puedan engendrar cambios históricos se alza el coro de los que denuncian esos sueños románticos llamando a un realismo conformista, sentenciando que nada cambiará, y olvidando que la única manera de no obtener nada es pedir poco?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Finalmente, ¿será que la demasiada comunicación está sirviendo sobre todo para hacernos sentir que sin ella no existimos? ¿Ha terminado el ideal del confort convertido en una estrategia para debilitar a la humanidad, para dominarla por el miedo?

                                                                                                                                Con todas las lecciones aprendidas, quizás pronto nos tocará escoger entre la seguridad y la libertad.

                                                                                                                                Temas recomendados:

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