"Los lectores de García Márquez van a buscar el libro en la serie y no van a encontrarlo": William Ospina.
Foto: EFE - Pablo Arellano / Netflix
García Márquez dijo alguna vez que el secreto de la literatura consiste en impedir que el lector se despierte. Su novela sería entonces una suerte de sueño dirigido, un soñar con los ojos abiertos. Y cuando un escritor es dueño, como García Márquez, de una música embrujada, tiene el poder de tomar de la realidad solo lo que necesita para su historia, dejando por fuera todo lo demás.
Puede hablar de un parto sin mostrar un vientre, sin abundar en jadeos y en gritos; puede hablar del amor sin prodigar los besos y las cópulas; puede reemplazar el casco y los mástiles y las velas por la sola palabra galeón, y nos da la opción de...