Una vez resuelto el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Carlos Mattos para evitar su extradición desde España, el empresario debería responder ante la justicia colombiana por otro tema diferente al probado soborno que pagó a un juez para beneficiar su caso.
Parecido, pero diferente.
Hay que recordar que la Fiscalía imputó al empresario como presunto responsable de cohecho por dar u ofrecer, pues habría pagado dádivas al juez 16 civil municipal de Bogotá para que este lo beneficiara en un litigio. Estos pagos habrían sido usados por el juez para comprarse un carro último modelo.
Pues esto parece un viejo modus operandi, y de eso es de lo que también quiere hablar el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la justicia colombiana.
Como se ha dicho en las entregas pasadas de esta trilogía, el 30 de noviembre de 2017 Mancuso pidió cupo en la Justicia Especial para la Paz (JEP) ofreciendo decir toda la verdad y reiterando su compromiso con las víctimas del conflicto armado.
Mancuso ofreció contar lo que ocurrió en la historia del conflicto con sumo detalle para ser aceptado en la JEP. Aunque este tribunal decidió rechazarlo, la presidenta de la Sala de Reconocimiento dejó claro que podrían llamar a Mancuso para que colabore voluntariamente y no como sujeto de la justicia transicional, algo a lo que el exparamilitar no se ha negado.
En su extensa solicitud a la JEP, el exjefe paramilitar también habló de la supuesta relación del empresario prófugo de la justicia colombiana con las Autodefensas. “Como ocurrió con el caso del señor Carlos Mattos de la Hyundai, son varias las empresas nacionales y multinacionales que se vieron beneficiadas inicialmente con nuestro actuar”.
Para entender esto hay que ir más atrás.
De acuerdo con testimonios que Mancuso dio durante las versiones libres previstas en el proceso de negociación de Justicia y Paz, Mattos habría entregado cuatro vehículos anuales al frente para apoyarlos.
Este hecho también fue confirmado por el paramilitar Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias Monoleche, quien añadió que, además de los vehículos, el bloque se reunía en la finca El Guamo, de propiedad de Mattos, para discutir temas de estrategia.
Estas declaraciones permitieron que las autoridades desarrollaran una lista de empresarios que conformaban la llamada “paraeconomía”.
Según un informe del 18 de mayo de 2014, suscrito por el investigador criminalístico Daniel Enrique Gómez Romero y que fue incluido en la sentencia en contra de Monoleche, desmovilizado del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia, “los ganaderos Jorge Gnecco Cerchar, Carlos Mattos, Pepe Castro y Uber Rodríguez financiaron el Bloque Norte de las Autodefensas y no sólo acordaron con Salvatore Mancuso la creación de un grupo paramilitar en Valledupar, sino que los hombres de éste se asentaron en la finca El Guamo de propiedad de Mattos el 20 de septiembre de 1996”.
Grave.
La Fiscalía informó que, después de esa declaración, se compulsaron copias de las versiones de Monoleche contra los mencionados ganaderos y empresarios, entre los que se encuentra Carlos Mattos. Sin embargo, no se tiene información sobre el estado actual de las mismas y las investigaciones en la Fiscalía no llegaron a nada.
Hoy sabemos cómo hacía Carlos Mattos para favorecer siempre su situación jurídica.
De la misma manera, las acusaciones de financiación y pago de dádivas a los paramilitares por parte del empresario están contenidas en un informe titulado “Paraeconomía y narcoparamilitares en el 2008”, realizado por Indepaz en diciembre de ese año, donde se estableció un listado de empresas que apoyaron a las Auc. Ese honorable registro fue confirmado por versiones de Salvatore Mancuso Gómez y Raúl Emilio Hasbún, comandantes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
En el listado se establece el vínculo y el pago de los cuatro carros al año por parte de Carlos Mattos, como dueño de la importadora Carmattos, en apoyo y dádivas para el Bloque Norte de las Autodefensas.
Estos elementos, y otros sobre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y su hermano, son los que quiere contar el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso una vez sea extraditado. Interesante que ahora se hayan cometido errores en la solicitud de extradición a los Estados Unidos y que eso genere nuevas demoras para que el exjefe paramilitar que quiere cooperar llegue a la justicia colombiana.
Una vez resuelto el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Carlos Mattos para evitar su extradición desde España, el empresario debería responder ante la justicia colombiana por otro tema diferente al probado soborno que pagó a un juez para beneficiar su caso.
Parecido, pero diferente.
Hay que recordar que la Fiscalía imputó al empresario como presunto responsable de cohecho por dar u ofrecer, pues habría pagado dádivas al juez 16 civil municipal de Bogotá para que este lo beneficiara en un litigio. Estos pagos habrían sido usados por el juez para comprarse un carro último modelo.
Pues esto parece un viejo modus operandi, y de eso es de lo que también quiere hablar el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso ante la justicia colombiana.
Como se ha dicho en las entregas pasadas de esta trilogía, el 30 de noviembre de 2017 Mancuso pidió cupo en la Justicia Especial para la Paz (JEP) ofreciendo decir toda la verdad y reiterando su compromiso con las víctimas del conflicto armado.
Mancuso ofreció contar lo que ocurrió en la historia del conflicto con sumo detalle para ser aceptado en la JEP. Aunque este tribunal decidió rechazarlo, la presidenta de la Sala de Reconocimiento dejó claro que podrían llamar a Mancuso para que colabore voluntariamente y no como sujeto de la justicia transicional, algo a lo que el exparamilitar no se ha negado.
En su extensa solicitud a la JEP, el exjefe paramilitar también habló de la supuesta relación del empresario prófugo de la justicia colombiana con las Autodefensas. “Como ocurrió con el caso del señor Carlos Mattos de la Hyundai, son varias las empresas nacionales y multinacionales que se vieron beneficiadas inicialmente con nuestro actuar”.
Para entender esto hay que ir más atrás.
De acuerdo con testimonios que Mancuso dio durante las versiones libres previstas en el proceso de negociación de Justicia y Paz, Mattos habría entregado cuatro vehículos anuales al frente para apoyarlos.
Este hecho también fue confirmado por el paramilitar Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias Monoleche, quien añadió que, además de los vehículos, el bloque se reunía en la finca El Guamo, de propiedad de Mattos, para discutir temas de estrategia.
Estas declaraciones permitieron que las autoridades desarrollaran una lista de empresarios que conformaban la llamada “paraeconomía”.
Según un informe del 18 de mayo de 2014, suscrito por el investigador criminalístico Daniel Enrique Gómez Romero y que fue incluido en la sentencia en contra de Monoleche, desmovilizado del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia, “los ganaderos Jorge Gnecco Cerchar, Carlos Mattos, Pepe Castro y Uber Rodríguez financiaron el Bloque Norte de las Autodefensas y no sólo acordaron con Salvatore Mancuso la creación de un grupo paramilitar en Valledupar, sino que los hombres de éste se asentaron en la finca El Guamo de propiedad de Mattos el 20 de septiembre de 1996”.
Grave.
La Fiscalía informó que, después de esa declaración, se compulsaron copias de las versiones de Monoleche contra los mencionados ganaderos y empresarios, entre los que se encuentra Carlos Mattos. Sin embargo, no se tiene información sobre el estado actual de las mismas y las investigaciones en la Fiscalía no llegaron a nada.
Hoy sabemos cómo hacía Carlos Mattos para favorecer siempre su situación jurídica.
De la misma manera, las acusaciones de financiación y pago de dádivas a los paramilitares por parte del empresario están contenidas en un informe titulado “Paraeconomía y narcoparamilitares en el 2008”, realizado por Indepaz en diciembre de ese año, donde se estableció un listado de empresas que apoyaron a las Auc. Ese honorable registro fue confirmado por versiones de Salvatore Mancuso Gómez y Raúl Emilio Hasbún, comandantes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
En el listado se establece el vínculo y el pago de los cuatro carros al año por parte de Carlos Mattos, como dueño de la importadora Carmattos, en apoyo y dádivas para el Bloque Norte de las Autodefensas.
Estos elementos, y otros sobre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y su hermano, son los que quiere contar el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso una vez sea extraditado. Interesante que ahora se hayan cometido errores en la solicitud de extradición a los Estados Unidos y que eso genere nuevas demoras para que el exjefe paramilitar que quiere cooperar llegue a la justicia colombiana.