La representante Jennifer Kristin Arias Falla será la honorable presidenta de la Cámara por el Centro Democrático a partir del próximo 20 de julio. Por eso vale la pena seguir pegándole una esculcadita a su historia familiar ya que, gracias a ella, la presidencia de ese órgano legislativo quedará ahora conectada a pilotos del narcotráfico, ganaderos con vínculos con paramilitares y contratistas a dedo del departamento del Meta.
Empecemos.
Tal y como lo documentó la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, en una reciente investigación sobre la congresista, liderada por el periodista Julián Martínez, la representante Arias Falla fue señorita Meta en el Concurso Nacional de la Belleza Señorita Colombia 2007.
Antes de ser reina y estar en la política, siempre quiso ser piloto. Pues el mismo año en que fue coronada reina, su hermano piloto, Andrés Eduardo Arias Ochoa, fue capturado en una operación de narcotráfico llevada a cabo por la DEA en Miami, Florida. Es decir que ella coronó, pero su hermano no.
La reciente columna del subdirector de Pares, Ariel Ávila, menciona este hecho, estableciendo que Arias Ochoa aceptó cargos de narcotráfico en marzo de 2008 ante la Corte del Distrito Sur de Florida.
Pues vamos más profundo. En febrero de 2007, Arias Ochoa contactó a una fuente confidencial de la DEA para comprarle cocaína y heroína. Le dijo que había manejado de Nueva York a Miami y que le interesaba reunirse con la fuente para negociar la compra de estupefacientes con el fin de comercializarlos en Estados Unidos.
El 5 de marzo se encontraron en el restaurante Denny’s del sector Coral Gables y en esa reunión la fuente confidencial de la DEA y Arias Ochoa negociaron la compra de 10 kilos de cocaína y uno de heroína.
Arias le dijo a la fuente que estaba comprando cocaína para sus socios en Miami. El 9 de marzo se encontraron para concretar el negocio. Arias le pidió la cocaína a la fuente y esta le contestó que primero le mostrara el dinero del pago. Arias lo llevó hacia su carro y le mostró un sobre blanco con alrededor de 15.000 dólares en billetes de 100 y 20 dólares. Inmediatamente después, Arias fue capturado por la DEA y en ese momento se declaró culpable.
Sigamos.
No paran ahí los enredos de la familia de la representante Arias Falla, famosa por ser de toda la confianza del expresidente Álvaro Uribe Vélez. La representante es hija del señor Luis Eduardo Arias Castellanos, un hombre que se vio envuelto en un caso de homicidio en 1992, cuando asesinó a un presunto amante de esposa, la señora Laura Falla Londoño.
El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Villavicencio lo condenó a 40 meses de prisión, ya que se acogió a sentencia anticipada y se declaró culpable del homicidio del señor Alfonso Leguizamo Lozada.
Después de eso, el señor Arias parece que se rehabilitó con tanto éxito, que se volvió uno de los contratistas más poderosos en el departamento del Meta. De asesino a contratista del erario departamental.
Hay algo muy interesante en uno de esos contratos. En medio de la campaña electoral de su hija, en febrero de 2018, Luis Eduardo Arias firmó un contratico con la Alcaldía de Puerto Gaitán, Meta, por más de $4.000 millones de pesos, en calidad de representante legal de la Unión Temporal Ganaderos Altillanura. El plazo de ejecución del contrato de suministro número 215 de 2018 era de ocho meses.
No había tiempo que perder, especialmente cuando el objeto del contrato era el “establecimiento de un sistema de ganadería con implementación silvopastoril y mejoramiento de pasturas para resguardos indígenas y pequeños productores del municipio de Puerto Gaitán, Meta”. $4.000 millones para eso es una ganga, sobretodo en un contrato de suministro asignado a dedo.
Pues bien, la Procuraduría local abrió indagación preliminar contra el exalcalde de Puerto Gaitán José Alexander Fierro Guayara y contra Leonardo Andrés Restrepo Terranova en su calidad de secretario de Agricultura y Medio Ambiente, por irregularidades en la ejecución de ese contrato, firmado con el señor Arias.
Una fuente del departamento del Meta, que prefiere guardar su identidad, ya que sabemos que el señor Arias ha sido literalmente de armas tomar, cuenta que el contrato presentó varias faltas durante la ejecución. Esto, porque “aunque estaba designado para cultivos silvopastoriles de árboles, la plata se desvió para la campaña de Jennifer Arias y las obras nunca las realizaron”.
Terminemos.
Tal y como lo documentó Pares en su investigación y la columna de Ariel Ávila, la representante Arias Falla fue la coordinadora de campaña a la presidencia de Iván Duque para los departamentos de Vaupés y Guaviare, estrechando una relación del expresidente Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque con empresarios de la aviación de los Llanos que están vinculados a actividades del narcotráfico.
El entonces candidato a la Presidencia Iván Duque Márquez y un grupo de aspirantes al Congreso fueron transportados en varios actos de campaña de 2018 en vuelos a los departamentos del Llano colombiano por aeronaves de la empresa Llanera de Aviación.
Según pudo determinar Pares, esta compañía de transporte aéreo es investigada por la Dirección Especializada del Derecho de Dominio de la Fiscalía General de la Nación por lavado de activos. Nada más ni nada menos.
Es más, dos de los pilotos de Llanera de Aviación, involucrados con investigaciones de narcotráfico, han realizado vuelos oficiales para las campañas del Centro Democrático entre febrero y mayo de 2018. En esos vuelos tuvieron como pasajeros, entre otros líderes, al hoy presidente Iván Duque, al exsenador Álvaro Uribe Vélez, y, evidentemente, a la representante Jennifer Arias.
“La representante a la Cámara es reconocida por ser lobista de las empresas de aviación de los Llanos, a quienes les logró conseguir autorizaciones para hacer vuelos, al declararse la pandemia en marzo de 2020 bajo la modalidad de vuelos humanitarios”, estableció la investigación de Pares.
Otra persona muy cercana a los pilotos involucrados en narcotráfico es el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie. El esposo de la senadora y ahora flamante precandidata presidencial María Fernanda Cabal aparece en varias fotografías con los pilotos de la campaña del Centro Democrático que resultaron uno capturado en mayo de este año y el otro muerto en Guatemala.
Pues bien, no se puede olvidar que el señor Arias Castellanos, padre de la representante Arias Falla, es el director del Comité de Ganaderos del Meta y, como es de esperarse, tiene una relación estrecha con el presidente de Fedegán.
Ahí se cierra el círculo de estos contratistas del Meta con expedientes de homicidio, ganaderos acusados de apoyar históricamente al paramilitarismo, pilotos relacionados con narcotráfico y congresistas del Centro Democrático. Ganadería, paramilitarismo, narcotráfico y política. Amárrense los cinturones y sonrían, que vamos volando a la Cámara.
La representante Jennifer Kristin Arias Falla será la honorable presidenta de la Cámara por el Centro Democrático a partir del próximo 20 de julio. Por eso vale la pena seguir pegándole una esculcadita a su historia familiar ya que, gracias a ella, la presidencia de ese órgano legislativo quedará ahora conectada a pilotos del narcotráfico, ganaderos con vínculos con paramilitares y contratistas a dedo del departamento del Meta.
Empecemos.
Tal y como lo documentó la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, en una reciente investigación sobre la congresista, liderada por el periodista Julián Martínez, la representante Arias Falla fue señorita Meta en el Concurso Nacional de la Belleza Señorita Colombia 2007.
Antes de ser reina y estar en la política, siempre quiso ser piloto. Pues el mismo año en que fue coronada reina, su hermano piloto, Andrés Eduardo Arias Ochoa, fue capturado en una operación de narcotráfico llevada a cabo por la DEA en Miami, Florida. Es decir que ella coronó, pero su hermano no.
La reciente columna del subdirector de Pares, Ariel Ávila, menciona este hecho, estableciendo que Arias Ochoa aceptó cargos de narcotráfico en marzo de 2008 ante la Corte del Distrito Sur de Florida.
Pues vamos más profundo. En febrero de 2007, Arias Ochoa contactó a una fuente confidencial de la DEA para comprarle cocaína y heroína. Le dijo que había manejado de Nueva York a Miami y que le interesaba reunirse con la fuente para negociar la compra de estupefacientes con el fin de comercializarlos en Estados Unidos.
El 5 de marzo se encontraron en el restaurante Denny’s del sector Coral Gables y en esa reunión la fuente confidencial de la DEA y Arias Ochoa negociaron la compra de 10 kilos de cocaína y uno de heroína.
Arias le dijo a la fuente que estaba comprando cocaína para sus socios en Miami. El 9 de marzo se encontraron para concretar el negocio. Arias le pidió la cocaína a la fuente y esta le contestó que primero le mostrara el dinero del pago. Arias lo llevó hacia su carro y le mostró un sobre blanco con alrededor de 15.000 dólares en billetes de 100 y 20 dólares. Inmediatamente después, Arias fue capturado por la DEA y en ese momento se declaró culpable.
Sigamos.
No paran ahí los enredos de la familia de la representante Arias Falla, famosa por ser de toda la confianza del expresidente Álvaro Uribe Vélez. La representante es hija del señor Luis Eduardo Arias Castellanos, un hombre que se vio envuelto en un caso de homicidio en 1992, cuando asesinó a un presunto amante de esposa, la señora Laura Falla Londoño.
El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Villavicencio lo condenó a 40 meses de prisión, ya que se acogió a sentencia anticipada y se declaró culpable del homicidio del señor Alfonso Leguizamo Lozada.
Después de eso, el señor Arias parece que se rehabilitó con tanto éxito, que se volvió uno de los contratistas más poderosos en el departamento del Meta. De asesino a contratista del erario departamental.
Hay algo muy interesante en uno de esos contratos. En medio de la campaña electoral de su hija, en febrero de 2018, Luis Eduardo Arias firmó un contratico con la Alcaldía de Puerto Gaitán, Meta, por más de $4.000 millones de pesos, en calidad de representante legal de la Unión Temporal Ganaderos Altillanura. El plazo de ejecución del contrato de suministro número 215 de 2018 era de ocho meses.
No había tiempo que perder, especialmente cuando el objeto del contrato era el “establecimiento de un sistema de ganadería con implementación silvopastoril y mejoramiento de pasturas para resguardos indígenas y pequeños productores del municipio de Puerto Gaitán, Meta”. $4.000 millones para eso es una ganga, sobretodo en un contrato de suministro asignado a dedo.
Pues bien, la Procuraduría local abrió indagación preliminar contra el exalcalde de Puerto Gaitán José Alexander Fierro Guayara y contra Leonardo Andrés Restrepo Terranova en su calidad de secretario de Agricultura y Medio Ambiente, por irregularidades en la ejecución de ese contrato, firmado con el señor Arias.
Una fuente del departamento del Meta, que prefiere guardar su identidad, ya que sabemos que el señor Arias ha sido literalmente de armas tomar, cuenta que el contrato presentó varias faltas durante la ejecución. Esto, porque “aunque estaba designado para cultivos silvopastoriles de árboles, la plata se desvió para la campaña de Jennifer Arias y las obras nunca las realizaron”.
Terminemos.
Tal y como lo documentó Pares en su investigación y la columna de Ariel Ávila, la representante Arias Falla fue la coordinadora de campaña a la presidencia de Iván Duque para los departamentos de Vaupés y Guaviare, estrechando una relación del expresidente Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque con empresarios de la aviación de los Llanos que están vinculados a actividades del narcotráfico.
El entonces candidato a la Presidencia Iván Duque Márquez y un grupo de aspirantes al Congreso fueron transportados en varios actos de campaña de 2018 en vuelos a los departamentos del Llano colombiano por aeronaves de la empresa Llanera de Aviación.
Según pudo determinar Pares, esta compañía de transporte aéreo es investigada por la Dirección Especializada del Derecho de Dominio de la Fiscalía General de la Nación por lavado de activos. Nada más ni nada menos.
Es más, dos de los pilotos de Llanera de Aviación, involucrados con investigaciones de narcotráfico, han realizado vuelos oficiales para las campañas del Centro Democrático entre febrero y mayo de 2018. En esos vuelos tuvieron como pasajeros, entre otros líderes, al hoy presidente Iván Duque, al exsenador Álvaro Uribe Vélez, y, evidentemente, a la representante Jennifer Arias.
“La representante a la Cámara es reconocida por ser lobista de las empresas de aviación de los Llanos, a quienes les logró conseguir autorizaciones para hacer vuelos, al declararse la pandemia en marzo de 2020 bajo la modalidad de vuelos humanitarios”, estableció la investigación de Pares.
Otra persona muy cercana a los pilotos involucrados en narcotráfico es el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie. El esposo de la senadora y ahora flamante precandidata presidencial María Fernanda Cabal aparece en varias fotografías con los pilotos de la campaña del Centro Democrático que resultaron uno capturado en mayo de este año y el otro muerto en Guatemala.
Pues bien, no se puede olvidar que el señor Arias Castellanos, padre de la representante Arias Falla, es el director del Comité de Ganaderos del Meta y, como es de esperarse, tiene una relación estrecha con el presidente de Fedegán.
Ahí se cierra el círculo de estos contratistas del Meta con expedientes de homicidio, ganaderos acusados de apoyar históricamente al paramilitarismo, pilotos relacionados con narcotráfico y congresistas del Centro Democrático. Ganadería, paramilitarismo, narcotráfico y política. Amárrense los cinturones y sonrían, que vamos volando a la Cámara.