Publicidad

Del Chocó a la autopista Norte: menos peleas y más acciones

Yolanda Ruiz
14 de noviembre de 2024 - 05:05 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

No alcanzo a escuchar su nombre, pero sí me queda claro el mensaje de una mujer que da su testimonio a la radio desde su Chocó inundado: “No queremos mercaditos. Queremos soluciones”. En el norte de Bogotá hay miedo por una nueva emergencia en la autopista y se discuten las salidas para una vía que se construyó sobre humedales. Aquí, allá y en muchos lugares más se requieren salidas de fondo para problemas que se agravan con la crisis climática. Hay que concertar y buscar soluciones viables y urgentes. Es hora de hablar de adaptación y mitigación. Son dos palabras que han usado los ambientalistas desde hace años y que se sienten urgentes cuando hay personas resistiendo horas sobre un vehículo atrapado en la inundación o cuando una familia pierde su hogar y queda sumida en la incertidumbre de futuro. Se sienten urgentes cuando los ríos desbordados se llevan puentes, casas y cultivos y se declara un desastre nacional porque las lluvias habituales esta vez llegaron con más fuerza y con mayor capacidad de daño.

Mitigar es tomar decisiones para frenar el calentamiento global. Adaptarse es prepararse para los picos de clima extremo que ya están aquí. No son teorías ni pronósticos apocalípticos, son desastres reales que ya están ocurriendo y la solución pasa por acciones locales, nacionales y globales. Lo triste de este momento de la historia es que cuando más se requiere trabajo colectivo, es cuando más dificultades se enfrentan porque los fundamentalismos, la desinformación, los liderazgos tóxicos impiden avanzar. Hay que sumar esfuerzos para enfrentar las emergencias climáticas, pero estamos sumergidos en monólogos a gritos en donde poco se conjugan los verbos escuchar, entender, concertar.

La autopista Norte en Bogotá es una muestra: la vía se hizo sobre humedales hace 75 años. Hubiera sido mejor que no la hicieran, pero la hicieron; era otro momento, había prioridades distintas. Ya está ahí y hoy se debe enfrentar el reto con salidas eficientes, sostenibles y reales, sin que primen las posiciones fundamentalistas. Otro tanto hay que decir sobre las decisiones de fondo que se requieren en el Chocó y otras regiones en donde se ha privilegiado la respuesta a cada crisis sin avanzar mucho en acciones de largo plazo, en la prevención de riesgo y en la reubicación de poblaciones donde se requiere. Los gobiernos locales y nacional, con sectores privados y expertos, deben trabajar de la mano para enfrentar lo que se nos viene: la crisis climática llegó para quedarse mucho tiempo. Lo extraordinario se vuelve cotidiano y las peleas no ayudan.

Coincide la declaratoria de desastre nacional en Colombia con la cumbre mundial de cambio climático, la COP29, en Bakú, capital de Azerbaiyán. Desde allí varias alertas: el planeta se sigue calentando y este 2024 batirá un nuevo récord; no hay mucho avance en lo ya pactado, el debate sobre financiación tiene muchos obstáculos y la política no ayuda. No es gratuito el temor que hay en la cumbre por el triunfo de Donald Trump. En su anterior mandato sacó a Estados Unidos del acuerdo de París que busca frenar el cambio climático. Una de sus promesas de campaña fue “perforar, perforar, perforar”, en referencia al fortalecimiento de la producción petrolera. No es el único en contravía de las alertas científicas. El autoritarismo y los nacionalismos extremos se expanden por el planeta cuando más se requiere sumar entre distintos porque estamos literalmente montados en la misma barca.

Ojalá en nuestros asuntos locales los líderes logren dirimir diferencias y entender que las grandes crisis requieren cabeza fría, capacidad de entender y mucha, mucha colaboración de todos. Mientras escribo cae granizo y hay otra vez inundaciones en Bogotá. Pienso en lo que puede estar pasando en el Chocó. Allí las lluvias cambian la vida de miles.

 

Flavio(nrv85)Hace 1 hora
Respecto a nuestros asuntos locales lo que se necesita es planificación pero la corrupcion no deja.
Maria(56068)Hace 3 horas
Siempre la naturaleza se impone razón por la cual hay que analizarla antes de construir.
carlos(23084)Hace 4 horas
En el CHoco las tragedias son por pares,siendo una de las peores la presencia de los delincuentes,revolucionarios, ja, del eln.
leunamuno(9808)Hace 5 horas
Lo que podemos ver es que la política es una constructora de puentes humanos, que de momento nos saca del atajo, pero el problema no deja de crecer, haciéndose imperiosa la construcción de otro más grandes y así seguimos negociando hasta la indefinición, pero, cuando el problema es entre el hombre y la naturaleza quedamos huérfanos porque la naturaleza no sabe de política, y lo más grave, ya tupidos como estamos los puentes no resisten, y el ruido de su rompimiento nos está dejando sordos.
Atenas(06773)Hace 5 horas
Yolanda, porfa, no le hagas el eco a todas esas temerarias apreciaciones de un próximo Armagedón, no Agamenón como disparatada e ignorante/ expresó el inmoral presidente en el discurso inaugural de la farsa biodiversa o COP16. Y de allí q’ el dichoso evento pasó sin pena ni gloria en lo fundamental, y q’ correspondía a la zona azul: como asegurar recursos pa fijar una hoja de ruta en pro de la naturaleza.Demostrado está q’ la periodicidad climática no es constante, es cambiante.Atenas.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar