“Por seguridad nacional y protección de la libertad en el mundo, los Estados Unidos de América sienten que tomar propiedad y control sobre Groenlandia es una necesidad absoluta”.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
En su rol expansionista, el mandatario dijo que quería comprar Groenlandia. El primer ministro de ese país, Mute Egede, dijo que “no estamos a la venta ni lo estaremos”.