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Internet cambió la forma como suceden las protestas, pues, como muestra en tiempo real lo que pasa, puede incluir los abusos de la fuerza pública. Aunque también la puedan usar los vándalos y ladrones en contextos de zozobra política, los gobiernos no deben ordenar cortes y restricciones con esa justificación. Esto es desproporcionado incluso si se justifica con criterios de seguridad, resultando en un mecanismo de represión que afecta, entre otras, a la libertad de expresión.
La Relatoría de Libertad de Expresión de la OEA ha dicho que la libertad de expresión se aplica a Internet del mismo modo que a todos los medios de comunicación, por lo que las restricciones y el bloqueo obligatorio de sitios web enteros, direcciones IP, puertos, protocolos de red o ciertos tipos de usos (como las redes sociales) constituye una medida extrema—análoga a la prohibición de un periódico o una emisora de radio o televisión—. Dichos bloqueos o restricciones no pueden justificarse, ni siquiera por razones de orden público o seguridad nacional, y no pueden utilizarse como medidas de censura o como mecanismos para impedir el acceso a la información de la población. Además, dado el carácter habilitador de derechos que tiene la libertad de expresión, estas restricciones afectan también el ejercicio de otros derechos e impactan en la economía en forma importante.
En un reciente informe de la ONU sobre la situación de India y Cachemira, se indica que entre 2017 y 2018 la mitad de los eventos relacionados con cortes o interferencias a internet en el mundo se ubicaban en el sudeste asiático. Se señala que India es el país que más usó estas restricciones y sobre todo lo hizo en la zona de Cachemira, que administra y donde hay movimientos independistas. El informe resalta que, para Unesco, estas medidas en manos de los gobiernos se han convertido en herramienta de censura indebidamente justificada bajo el manto de seguridad.
Y es que ver los informes periódicos de Netblocks -un observatorio que monitorea el tráfico de internet en tiempo real- es como ver un mapa de calor de conflictos sociales y políticos en el mundo. Los más recientes son sobre Irak, Egipto, Algeria, Cachemira y esta semana, para sorpresa de muchos, Ecuador.
Sorpresa porque esta situación parece ajena a la región. Mientras el mundo ha visto la escalada en el uso de este mecanismo de censura, en la región los protagonistas esporádicos han sido Venezuela y Nicaragua.
En 2014 se reportó cómo la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela reunió a los proveedores de internet para ordenarles bloquear las páginas que emitieran información incómoda en medio de lo que fueron picos de protestas contra Maduro. Desde entonces, a los cortes de fluido eléctrico, que dejan a la población sin internet, se suman interferencias al servicio mismo que afectan especialmente a la empresa estatal. Existen reportes, por ejemplo, de lo sucedido a principios de 2019 -coincidiendo con llamados de Guaidó al levantamiento- o durante las deliberaciones de la Asamblea Nacional el pasado junio. En el caso de Nicaragua, las protestas de julio de 2018 y julio de 2019 estuvieron marcadas por cortes e interrupciones de internet.
Pero en otros países de la región no se había documentado este tipo de restricciones. El reporte publicado por Netblocks informa de las restricciones que sufrieron las personas en Ecuador el pasado lunes. Todo empezó casi a medianoche del domingo, cuando se iniciaron las movilizaciones indígenas hacia la capital y se endurecieron las protestas en Quito. La interferencia en el servicio estuvo enmarcada en el escepticismo de muchos sobre restricciones intencionales, achacaban las malas comunicaciones esencialmente a redes sobrecargadas.
Sin embargo, el informe de Netblocks es claro: el acceso a los servidores donde las redes sociales alojan audio, imágenes y video comenzó a ser restringido por la empresa estatal (Corporación Nacional de Telecomunicaciones -CNT-) casi a medianoche del domingo al tiempo que en redes sociales aparecían imágenes de Quito, de la entrada de militares a reprimir las protestas y cuando un manifestante muere. La conexión se restablece hacia la 1 pm del lunes.
Netblocks indica que si bien históricamente Ecuador no ha tenido problemas de interrupciones de internet, en este caso el hecho por ejemplo de que la afectación no fue solo al tráfico de celulares sino también a líneas fijas, descarta que la causa de la interrupción en el servicio haya sido sobrecarga de la infraestructura.
En las protestas, la censura aparece porque se limita el acceso a información cuando las personas más necesitan la información. Como sociedad civil debemos rechazar el uso del poder estatal para interferir en la libertad de las personas para comunicarse.