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25N: Cada 10 minutos, una mujer es asesinada

25 de noviembre de 2024 - 05:00 a. m.
El giro cultural global hacia visiones ultraconservadoras muestra la dificultad en la lucha contra la violencia dirigida a mujeres y niñas.
El giro cultural global hacia visiones ultraconservadoras muestra la dificultad en la lucha contra la violencia dirigida a mujeres y niñas.
Foto: EFE - Sáshenka Gutiérrez
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Se cumplen 25 años de la conmemoración del 25N, Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer. Las cifras muestran la importancia y la vigencia de la fecha, pues seguimos perdiendo la batalla para reducir la violencia contra las mujeres y niñas. Mientras el mundo entero parece estar dando un giro hacia el autoritarismo y el ultraconservadurismo se topa los espacios culturales, es urgente seguir demostrando que la violencia de género destruye vidas con profunda crueldad. No podemos bajar los brazos en las conversaciones difíciles que lleven a cambios profundos en la forma en que construimos nuestras sociedades.

No es casualidad, por citar un ejemplo más que anecdótico, que antes de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos la cultura venía dando un giro hacia el conservadurismo. En redes sociales se empezaron a viralizar tendencias hacia colores pasteles, así como videos donde una visión “tradicional” de la familia y la feminidad era exaltada. Esto mientras que los hombres jóvenes hacían aspavientos antifeministas. También se difundió como fuego un mensaje terrorífico: “Tu cuerpo, mi decisión”. Con eso, los hombres se burlaban del movimiento a favor del derecho al aborto y mostraban que las visiones tradicionales de género, con toda su violencia, tienen un nuevo impulso cultural.

No podemos hablar de violencia sin entender sus raíces en la cultura. Colombia acaba de prohibir el matrimonio infantil en un país donde es común ver a las niñas y adolescentes como moneda de cambio; seres que, tan pronto alcanzan cierta edad mínima, deben pasar a estar al servicio de parejas que les doblan o triplican la edad. Mientras tanto, los casos de violaciones y asesinatos de niñas y mujeres muestran una violencia rotunda, un ejercicio de poder sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Tenemos que seguir hablando de enfoque diferencial porque los crímenes que sufren las niñas y mujeres tienen particularidades que los diferencian, por ejemplo, de las razones por las cuales los hombres son asesinados. En toda discusión hay que entender cómo los prejuicios de la sociedad se prestan de cómplices de tantas tragedias.

Las cifras, siempre horribles, siguen respaldando esta necesidad. ONU Mujeres escribe que “736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física o sexual al menos una vez en su vida”, que “cada 10 minutos se asesina a una mujer” y que, “en 2023, alrededor de 51.100 mujeres y niñas de todo el mundo murieron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia”. Este año, en Colombia, con corte a octubre, la Procuraduría denunció 187 feminicidios, de los cuales 129 fueron perpetrados por parejas o exparejas de las víctimas. El Observatorio del Instituto Nacional de Salud dice que llevamos 131.501 casos de violencia basada en género, de los cuales el 75,6 % de las víctimas son mujeres.

Por todo lo anterior, El Espectador anunció que se unirá a los 16 días de activismo por la eliminación de la violencia contra las mujeres. Lo hará publicando historias que le pongan rostro a la necesidad urgente de cambiar la forma en que protegemos a las mujeres y niñas. Porque cada una de esas decenas de miles de víctimas es una vida que merecía un destino distinto.

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Mar(60274)Hace 33 minutos
¡Excelente editorial! Por lo mismo no se pueden justificar de ninguna manera las letras del reguetón donde tratan de mercancía con dueño a las mujeres y a las niñas, eso de q es que necesitan "evolucionar" es estupidez y negar la realidad, esas letras no es q muestren la realidad, es q apoyan esa realidad, la publicitan, la elogian y la respaldan. Por un lado la lucha de las mujeres y de algunos medios por acabar con esa realidad y algunos "artistas" hasta mujeres, haciendo apología al maltrato.
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