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Argentina se acerca al populismo autoritario

17 de agosto de 2023 - 02:00 a. m.
Esta opción que se abre paso con Milei es similar a lo que sucedió en Brasil, con Bolsonaro, y en El Salvador, con Bukele.
Esta opción que se abre paso con Milei es similar a lo que sucedió en Brasil, con Bolsonaro, y en El Salvador, con Bukele.
Foto: EFE - Gala Abramovich

Javier Milei, un candidato que era considerado hasta hace poco un excéntrico, en el mejor de los casos, o un peligro, terminó ganador de las elecciones primarias, PASO, previstas en la legislación argentina. Los siete millones de votos que obtuvo Milei, líder de La Libertad Avanza, que se define como un ultralibertario y anarco-capitalista, provienen de todos los sectores sociales que han acogido su llamado a acabar con lo que él ha denominado la “casta política”. Un país que cuenta con una gran riqueza, pero sufre de nuevo una profunda crisis económica y inflación desbordada, y además campean la corrupción y la inseguridad, le abre ahora la puerta a un eventual triunfo de quien tiene como referentes a Donald Trump, Jair Bolsonaro y Nayib Bukele.

El ejercicio electoral del domingo anterior fue el campanazo formal de salida para la elección del 22 de octubre, y deja ver el hartazgo de una buena parte de los votantes, así como el deseo inmediato de cambio. Detrás de Milei, en segundo lugar, terminaron los conservadores macristas de Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich a la cabeza, que se sentían seguros de quedar en primer lugar y cooptar luego a los seguidores de Javier Milei para asegurar el triunfo. En este momento hay desazón en el macrismo sobre cómo enfrentar lo que viene en estos dos meses, pues su principal competidor ya está concentrando sus ataques contra Bullrich. En tercer lugar, y con el mayor voto castigo, quedaron los justicialistas en el poder, abanderados por Sergio Massa, actual ministro de Economía.

En octubre llegarán a las urnas estas tres fuerzas políticas, cada una con una tercera parte del voto y, además de tratar de ganar adeptos entre los otros partidos, deberán buscar a los once millones de personas, que, por distintos motivos, no fueron a las urnas. Se debe tener en cuenta, además, que Milei quedó en tercer lugar en los dos lugares más importantes del país: Buenos Aires, capital federal, y la provincia de Buenos Aires, que han sido los fortines tradicionales de sus oponentes, mientras que ganó en las otras dieciséis provincias.

El discurso populista, que le ha permitido alcanzar este inesperado empuje inicial al candidato outsider, tiene una serie de ingredientes que generan gran preocupación. Este economista, que se dio a conocer en la televisión, ha defendido la venta de órganos, se opone abiertamente al aborto, niega los efectos nocivos del cambio climático, promueve la venta de armas como respuesta a la inseguridad, ha prometido dolarizar la economía y cerrar el Banco Central, entre otras cosas. Unos de los puntos que mayor eco encuentran entre sus seguidores es acabar con lo que él llama la “aberración de la justicia social [que] solo produce déficit fiscal”. Por este motivo ha propuesto cerrar la mayoría de los ministerios. Esto es una curiosa paradoja, pues algunos de sus más fervientes seguidores son jóvenes de los sectores más populares, quienes se verían perjudicados por el corte de programas que los favorecen.

El gran estallido social de 2001 en la Argentina tuvo el lema “que se vayan todos”. Desde entonces el kirchnerismo peronista y el macrismo han gobernado el país sin que se haya producido un real cambio para sus ciudadanos. Esta opción que se abre paso con Milei es similar a lo que sucedió en Brasil, con Bolsonaro, y en El Salvador, con Bukele. Propuestas populistas, con visos autoritarios, permitieron que candidatos de la derecha y la ultraderecha llegaran al poder, lo que ahora buscan Vox en España y José Antonio Kast en Chile.

En octubre, Argentina tendrá mayor claridad sobre quiénes pasarán al balotaje de la segunda vuelta. Es de esperar que prime la razón del electorado, a pesar de la crítica situación del país, y se logre elegir a una persona que no implique un peligroso salto al vacío, como podría ocurrir con Milei en caso de ser electo.

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Gonzalo(25772)22 de agosto de 2023 - 07:03 p. m.
Milei es un lokito mas, al estilo Donald Trump, Jair Bolsonaro y Nayib Bukele. lo unico que les ha faltado a estos personajes es decir que son representantes de dios o Jesus.-Cristo.
javier(96673)18 de agosto de 2023 - 02:34 a. m.
Rasgos de Milei: histriónico e histérico. Un gobernante así es un peligro.
Lucia(82133)18 de agosto de 2023 - 12:24 a. m.
Señor editorialista como fracaso la marcha de la oposicion que usted apoyaba, ni una nota al respecto que parcialidad cierto.
Alberto(3788)17 de agosto de 2023 - 09:08 p. m.
De acuerdo con el editorial, ese sujeto es un auténtico peligro, no solo para Argentina sino para toda la región.
A(68560)17 de agosto de 2023 - 07:14 p. m.
Otro despistado. Fidel se come el cuento del " populismo autoritario ", o como escribió pascual vanesso, " antisistema". Pues resulta que las cosas por su nombre. Milei es neonazi Fidel. Milei es ultra Fidel. Milei es como cabal o paloma o el siniestro matarife. Milei es capitalista a ultranza y los ricos harán más plata con él. Los bienes sociales públicos pasarán a privados , la clase trabajadora empobrecerá. No entiende?
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