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Mientras más colombianos confiesan que la migración venezolana está en el top de sus preocupaciones diarias, el Gobierno Nacional toma la iniciativa para darles la nacionalidad a cerca de 24.000 niños, hijos de migrantes, que estaban en riesgo de ser apátridas. Ese liderazgo, que celebramos, debe replicarse en todos los rincones del país para evitar que la xenofobia siga creciendo y causando daños en la sociedad.
En encuesta reciente realizada por Noticias RCN, La FM, RCN Radio y La República, la migración venezolana apareció como la cuarta preocupación de los colombianos, con un 62 %. Esto se suma a la serie de mediciones en la capital y en todo el país que dan cuenta de cómo los ánimos de los colombianos hacia los migrantes han venido empeorando. Hace unos meses, una medición realizada por Caracol Televisión, Blu Radio y Semana encontró que el 62,2 % de los colombianos tienen una opinión desfavorable de los migrantes.
Detrás de esas cifras se esconden una serie de dinámicas perversas que están convirtiendo a Colombia en un ambiente hostil para los migrantes. En los últimos meses hemos visto cómo líderes políticos a nivel regional culpan a la migración de todos los males y el mensaje está calando. La xenofobia como estrategia electoral da frutos en el corto plazo, más en un año de elecciones regionales; pero es una táctica cruel con el migrante y que sólo genera más violencia.
La migración de venezolanos no se va a detener. Como hemos dicho en este espacio, incluso si la crisis de Venezuela cesase de la noche a la mañana, los flujos migratorios van a ser una realidad de Colombia en los años venideros. Responder con hostilidad es una falla moral y un pésimo cálculo social y económico, pues estamos ante una oportunidad histórica de integrar a los migrantes para que fortalezcan la sociedad colombiana.
No podemos dejar de aplaudir, entonces, la decisión del Gobierno Nacional. Los menores que hayan nacido en Colombia después del 18 de agosto de 2015, fecha en la que Nicolás Maduro cerró la frontera, podrán realizar un trámite sencillo para obtener la nacionalidad colombiana. Como explicó el presidente, Iván Duque, “en un gran esfuerzo institucional, todos nos unimos para decirles a esos 24.000 niños (…) que hoy se les entrega la nacionalidad colombiana para que tengan ese derecho, amparado universalmente (...). A los que quieren discriminar al migrante, también nosotros hoy nos paramos erguidos como una nación que defiende la democracia, para decir que los vamos a acoger y los vamos a apoyar en momentos difíciles”.
Ante una realidad compleja, la solidaridad nos parece la mejor respuesta y es una fortuna que el Gobierno la esté tomando. Cae sobre las entidades territoriales seguir adelantando los planes de integración que cobijen a todos los migrantes. También haría bien el Congreso en aprovechar la oportunidad para modificar la manera en que se asigna la nacionalidad colombiana: ¿no debería ser otorgada a todo aquel que nazca en nuestro territorio, independientemente de sus padres o estatus migratorio? No podemos darles la espalda a quienes más lo necesitan.
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