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Ganar ‘me gusta’ en X no sirve a los colombianos

28 de enero de 2025 - 05:00 a. m.
La Cancillería, mediante el trabajo diplomático que el presidente Petro desprecia, terminó consiguiendo detener el desastre, aceptando las condiciones del gobierno Trump.
La Cancillería, mediante el trabajo diplomático que el presidente Petro desprecia, terminó consiguiendo detener el desastre, aceptando las condiciones del gobierno Trump.
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda / Anna Moneymaker
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El presidente Gustavo Petro somete a Colombia con su impulsividad e incoherencia. Mientras que con Venezuela ha pedido mesura para no arruinar las relaciones entre los pueblos, con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y una nación con la que tenemos fuertes lazos sociales, no dudó en disparar una seguidilla de publicaciones mostrándose como un mártir al que poco le importan las consideraciones diplomáticas. Sí, es cierto que el presidente Donald Trump respondió como el matoneador que sabemos que es, pero la actitud de nuestro Estado no puede ser caer en el mismo juego y poner en riesgo la subsistencia de millones de personas.

A las tres de la madrugada del domingo, el presidente Petro se mostró molesto por el transporte de migrantes en situación irregular en un avión militar. Lo hizo preocupado por sus derechos humanos, porque sí hay denuncias de tratos degradantes. Esta misma preocupación la expresó el gobierno de Lula da Silva en Brasil con madurez. En cambio, en un gesto impulsivo, nuestro mandatario pidió devolver el avión cuando ya estaba en el aire. ¿No era acaso mejor recibirlos y darles el acompañamiento necesario, además de documentar sus denuncias? ¿En qué protegió sus derechos humanos esa decisión intempestiva en redes sociales?

Lo que sí causó fue la ira del presidente Donald Trump. El mandatario estadounidense está buscando posicionarse como un líder fuerte y aprovechó la oportunidad dispuesta en bandeja de plata para usar a Colombia y mandarle un mensaje al mundo. A pesar de que hemos sido aliados fieles y estratégicos para ese país en la región, la Casa Blanca amenazó con destruir nuestra economía. Los aranceles del 50 % afectarían a las exportaciones de Colombia. Uno de cada cuatro productos que se exportan de nuestro país van a Estados Unidos. Como dijeron múltiples gremios, los efectos habrían sido devastadores.

En ese momento, la prudencia y la cabeza fría tenían que tomar el control. La diplomacia suele ser aburridora porque exige mucho cuidado, pero el presidente Petro adoptó otra estrategia. En un trino que parecía más un manifiesto, insinuó que el presidente Trump quería tumbarlo, invitó a que nos pusieran más sanciones y anunció aranceles por nuestra parte. El pánico se sembró en el país, pues la incertidumbre llevaba a pensar lo peor. Causa curiosidad, por decir lo menos, que esa haya sido la estrategia con Estados Unidos, mientras nos insisten en que la diplomacia ambivalente y tibia con el robo flagrante de las elecciones en Venezuela se justifica para reducir los costos para los colombianos. Esos principios se le refundieron al presidente en medio de su cólera de madrugada. Con los efectos perversos de que el país entero estuvo angustiado sin saber qué iba a ocurrir entre dos mandatarios conocidos por sus discursos populistas.

Al terminar el día, la Cancillería, mediante el trabajo diplomático que el presidente desprecia, terminó consiguiendo detener el desastre, aceptando las condiciones del gobierno Trump. La mesura del Ministerio de Relaciones Exteriores se impuso por encima de los comunicados erráticos del presidente. Sin embargo, quedó la sensación de una crisis interna en el Gobierno y de un presidente que no es capaz de controlar sus peores instintos. Ganar “me gusta” en X no es lo mismo que gobernar por el bien de los colombianos.

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Héctor(31467)30 de enero de 2025 - 09:27 p. m.
Tiene razón Trump: delincuentes peligrosos como el Matarife Uribe con su largo prontuario. El mas peligroso de los "delincuentes" colombianos.
Héctor(31467)30 de enero de 2025 - 09:19 p. m.
Entonces Fidelio está de parte del monigote locario gringolo. Y de la extrema derecha colombiana. Tenemos que aguantarnos toda la porquería del idiota copetín anaranjado. Ay Dios!.
daniel(84992)30 de enero de 2025 - 12:10 a. m.
No sé si se dieron cuenta, pero ninguno, absolutamente ninguno de los extraditados a Colombia, supuestos delincuentes peligrosos, tiene un prontuario tan abultado (creo que 34 delitos) como el del convicto Donald y algunos de su banda, digo, copartidarios. Seguirán los raids y la cacería de inmigrantes por un tiempo. El efecto de la desaparición de la mano de obra agrícola y otras muchas labores manuales, se reflejará en la economía algo más adelante....
Sentipensante(72875)29 de enero de 2025 - 04:15 p. m.
Ambas partes cometieron errores al no respetar acuerdos previos ni agotar canales formales de comunicación. Acá no hay bueno ni malo. Un buen líder es ejemplo de templanza, pero también de coherencia. Un llamado a respetar la dignidad de las personas, esto es innegociable.
JOSE(4437)29 de enero de 2025 - 01:35 p. m.
"A pesar de que hemos sido aliados fieles y estratégicos para ese país en la región" .¿Y de qué nos ha servido esta servidumbre ?
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