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La congestión de personas provenientes de África en El Dorado ha sido instrumentalizada, con sesgos racistas, para intentar atacar a la vicepresidenta, Francia Márquez. Líderes políticos compartieron en redes sociales información falsa sobre cómo supuestamente había más de 1.000 personas africanas en la terminal internacional del aeropuerto y no tenían a dónde ir, y entonces culparon al Gobierno y en particular a la vicepresidenta que ha buscado estrechar lazos de Colombia con varios países de África. En medio del ruido en el debate público, una niña de ocho años y un niño de 13 fueron abandonados en la terminal, despertando las alertas de las autoridades. Hay que darle a lo que ocurre sus justas proporciones.
Es cierto que hay una congestión. También lo es que el número de personas africanas que pasan por Colombia viene en aumento. Esto se debe a que la Resolución 3717 de 2023 redujo el número de países a los que se les exige visa para hacer tránsito. Es decir, que si sus ciudadanos desean utilizar a Colombia como un punto de conexión en sus viajes, pueden hacerlo. Se trata de una medida acertada que reconoce la importancia de nuestro país como hub de conexiones aéreas y es un gesto diplomático con Estados con los que no hay razones para exigir requisitos. Entonces, en medio de los flujos migratorios, el número de personas de África que pasan por los aeropuertos de Colombia se ha incrementado. Pero de ahí a hablar de una gran crisis hay un salto amplio que no es cierto.
Por ejemplo, se habló de que en El Dorado había más de 1.000 personas estancadas en las salas de espera, pero Migración Colombia, hablando para ColombiaCheck, dimensiona la realidad: “Ayer hubo una visita de Migración Colombia con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Policía de Infancia y Adolescencia, y otras aerolíneas como Avianca y Turkish Airlines, y documentamos entre 40 y 70 personas, una cifra normal si consideramos un aeropuerto que mueve a más de 18 millones de personas al día (sic)”. Si hay un influjo de personas que no han podido tomar sus vuelos de conexión se debe a que en El Salvador, destino común, están pidiendo pagar más de US$1.000 para entrar y las aerolíneas no están revisando el requisito en el lugar de origen. La resolución lo que necesita es ajustes para garantizar que la congestión no continúe.
Un punto crítico es el de la niña y el niño abandonados en el aeropuerto. Llegaron con acompañantes que siguieron su rumbo y los dejaron allí. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se puso a cargo de los casos y Migración Colombia anunció cambios en su regulación para evitar que casos así ocurran. Son momentos angustiosos que merecen ser investigados, como pidió la vicepresidenta Márquez, quien también lamentó que los menores hayan sido objeto de ataques racistas, los cuales “son completamente inaceptables y constituyen actos despreciables”. De acuerdo.
Lo que nos aterriza de nuevo en la vicepresidenta Márquez. Inmediatamente fue señalada de estar orquestando una “toma del país” con los migrantes. Ingrid Betancourt, del Partido Verde Oxígeno, se preguntó en X, por ejemplo: “¿Cuánto cobró Francia Márquez por traerlos a vivir sabroso?”. Wilson Ruiz, exministro de Justicia, escribió: “Del mismo modo en que se desplazó hasta ese continente (África), le solicitamos que lo haga hasta el aeropuerto que es más cerca”. El tono, el uso de desinformación con respecto a personas de África y el énfasis en la vicepresidenta le dan tintes racistas a este escándalo. Eso es inaceptable.
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