El ejemplo de Egan Bernal

No hay manera de exagerarlo: el triunfo de Egan Bernal en el Tour de Francia es histórico, mírese por donde se le mire. Es emocionante que el esfuerzo realizado durante años por decenas de ciclistas colombianos buscando la camiseta amarilla terminara en este joven, prudente, humilde y disciplinado. Bernal es ahora un símbolo, de esos cuyas consecuencias se sentirán por generaciones.

Desde hace más de un siglo —¡un siglo!— no ganaba el Tour de Francia un hombre tan joven. Eso indica que las profecías hechas desde hace unos años no eran descabelladas: Egan Bernal tiene todas las características necesarias para convertirse en una leyenda del ciclismo mundial.

Solo necesitó 22 años y 196 días de vida para convertirse en el campeón de la carrera más importante del mundo. Lo hizo, además, de manera contundente; mostrando que es un ciclista completo, capaz de brillar en todas las facetas de un deporte complejo y exigente. Voces expertas e incluso otros ciclistas le apuntan a lo mismo: la pregunta no es si Bernal ganará otra competencia importante, sino cuándo ocurrirá.

Más allá de lo que depare el futuro, el presente es para celebrar. Colombia, que llevaba varias décadas pidiendo la palabra en el ciclismo mundial, ahora es la que marca los términos del debate entero. ¿Quedan dudas sobre la importancia de darles oportunidades a los colombianos que quieren dedicar su vida al deporte? ¿Es necesaria más evidencia del valor de la inversión pública y privada para impulsar los procesos de profesionalización de nuestros atletas?

Bernal dio ejemplo de múltiples maneras. No solo con su triunfo, sino por la forma en que lo logró. Sus lágrimas cuando veía la victoria cerca y sus palabras mesuradas son una enseñanza para el país entero. Cuando se trabaja con claridad sobre la meta, sin distracciones, es posible conseguir lo que se propone.

No es coincidencia que este Tour, el primero ganado por un colombiano, haya sido también la primera vez que tres de nuestros compatriotas, conocidos como los escarabajos, hacen presencia en el top diez. Rigoberto Urán, quien quedó de segundo en el 2017, y Nairo Quintana, quien en el pasado ganó el Giro de Italia y la Vuelta a España, acompañaron de cerca el hito histórico de Bernal. Colombia tiene pasado, presente y mucho futuro en el ciclismo. No podemos desandar todo lo que se ha conseguido.

“Ver a Egan de amarillo es realmente un orgullo”, dijo Quintana. “Lo primero que hay que decir es que el triunfo es de Egan Bernal. Después sí decir que detrás de esto hay mucha gente, Egan es un muchacho con condiciones excepcionales y se lo merece”, comentó Urán. Colombia tiene motivos para celebrar.

Queda para el recuerdo la fotografía de los niños ciclistas, en Colombia, viendo con lágrimas el triunfo de Bernal. Tenemos que seguir trabajando como país para darles a ellos, y a todos los que deseen apostarle a la disciplina, la oportunidad de hacer historia. Ya nos han mostrado la manera de hacerlo.

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Le puede interesar: "Colombianos en el Tour de Francia: de 'Cochise' a Egan Bernal"

No hay manera de exagerarlo: el triunfo de Egan Bernal en el Tour de Francia es histórico, mírese por donde se le mire. Es emocionante que el esfuerzo realizado durante años por decenas de ciclistas colombianos buscando la camiseta amarilla terminara en este joven, prudente, humilde y disciplinado. Bernal es ahora un símbolo, de esos cuyas consecuencias se sentirán por generaciones.

Desde hace más de un siglo —¡un siglo!— no ganaba el Tour de Francia un hombre tan joven. Eso indica que las profecías hechas desde hace unos años no eran descabelladas: Egan Bernal tiene todas las características necesarias para convertirse en una leyenda del ciclismo mundial.

Solo necesitó 22 años y 196 días de vida para convertirse en el campeón de la carrera más importante del mundo. Lo hizo, además, de manera contundente; mostrando que es un ciclista completo, capaz de brillar en todas las facetas de un deporte complejo y exigente. Voces expertas e incluso otros ciclistas le apuntan a lo mismo: la pregunta no es si Bernal ganará otra competencia importante, sino cuándo ocurrirá.

Más allá de lo que depare el futuro, el presente es para celebrar. Colombia, que llevaba varias décadas pidiendo la palabra en el ciclismo mundial, ahora es la que marca los términos del debate entero. ¿Quedan dudas sobre la importancia de darles oportunidades a los colombianos que quieren dedicar su vida al deporte? ¿Es necesaria más evidencia del valor de la inversión pública y privada para impulsar los procesos de profesionalización de nuestros atletas?

Bernal dio ejemplo de múltiples maneras. No solo con su triunfo, sino por la forma en que lo logró. Sus lágrimas cuando veía la victoria cerca y sus palabras mesuradas son una enseñanza para el país entero. Cuando se trabaja con claridad sobre la meta, sin distracciones, es posible conseguir lo que se propone.

No es coincidencia que este Tour, el primero ganado por un colombiano, haya sido también la primera vez que tres de nuestros compatriotas, conocidos como los escarabajos, hacen presencia en el top diez. Rigoberto Urán, quien quedó de segundo en el 2017, y Nairo Quintana, quien en el pasado ganó el Giro de Italia y la Vuelta a España, acompañaron de cerca el hito histórico de Bernal. Colombia tiene pasado, presente y mucho futuro en el ciclismo. No podemos desandar todo lo que se ha conseguido.

“Ver a Egan de amarillo es realmente un orgullo”, dijo Quintana. “Lo primero que hay que decir es que el triunfo es de Egan Bernal. Después sí decir que detrás de esto hay mucha gente, Egan es un muchacho con condiciones excepcionales y se lo merece”, comentó Urán. Colombia tiene motivos para celebrar.

Queda para el recuerdo la fotografía de los niños ciclistas, en Colombia, viendo con lágrimas el triunfo de Bernal. Tenemos que seguir trabajando como país para darles a ellos, y a todos los que deseen apostarle a la disciplina, la oportunidad de hacer historia. Ya nos han mostrado la manera de hacerlo.

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