Indignados colombianos
Los hemos visto: al candidato Francisco Santos; al presidente del Congreso, Roy Barreras; al procurador Alejandro Ordóñez; al presidente colombiano, Juan Manuel Santos (y a Daniel Ortega, el de Nicaragua), bañados todos en salsa natural de tomate. Sus caras, puestas en un cartel, son víctimas de las “tomatinas” a las que los someten unos colombianos indignados que se hacen llamar el Partido del Tomate.
El Espectador
De acuerdo con lo que han manifestado en sus comunicados oficiales, vienen de la “ola verde”, ese movimiento ciudadano que apoyó al Partido Verde, entonces representado por el candidato Antanas Mockus, para las elecciones de 2010: “Para los que soñamos con los verdes, pero maduramos en un tomate bien rojo”, dicen. Y se intuye algo que no resultaba tan obvio: algo quedó de la llamada ola verde, algo se ve aún de esa esperanza multiplicadora de votos que se creyó extinta hace un tiempo largo. La ola creció y se estrelló con la desesperanza. Parecía que ese era su destino final.
De acuerdo con lo que han manifestado en sus comunicados oficiales, vienen de la “ola verde”, ese movimiento ciudadano que apoyó al Partido Verde, entonces representado por el candidato Antanas Mockus, para las elecciones de 2010: “Para los que soñamos con los verdes, pero maduramos en un tomate bien rojo”, dicen. Y se intuye algo que no resultaba tan obvio: algo quedó de la llamada ola verde, algo se ve aún de esa esperanza multiplicadora de votos que se creyó extinta hace un tiempo largo. La ola creció y se estrelló con la desesperanza. Parecía que ese era su destino final.