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Instagram daña la salud mental: ¿qué podemos hacer?

18 de septiembre de 2021 - 05:00 a. m.
Ahora que somos una sociedad virtual e hiperconectada, ¿cómo podemos construir un mundo digital mucho menos hostil? / Foto: Bloomberg
Ahora que somos una sociedad virtual e hiperconectada, ¿cómo podemos construir un mundo digital mucho menos hostil? / Foto: Bloomberg
Foto: Agencia Bloomberg
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Facebook ocultó un estudio de 2019 que comprueba lo que ha sido evidente por un buen tiempo: Instagram produce efectos dañinos en la salud mental de quienes lo usan, con especial influencia sobre los adolescentes, pero la plataforma no se ha tomado en serio el debate. Los hallazgos, dados a conocer por The Wall Street Journal, son un argumento más para reflexionar sobre la falta de regulación de las plataformas tecnológicas y el analfabetismo que existe en torno a los efectos psicológicos adversos que producen las redes sociales en sus usuarios. Ahora que somos una sociedad virtual e hiperconectada, ¿cómo podemos construir un mundo digital mucho menos hostil?

Según la presentación confidencial que obtuvo The Wall Street Journal, Facebook sabe que “hacemos que los problemas de imagen corporal empeoren en una de cada tres niñas. El 32 % de las niñas dijeron que cuando se sienten mal sobre sus cuerpos, Instagram las hizo sentir peor”. Según otro reporte filtrado, “algunos aspectos de Instagram se exacerban entre sí para crear una tormenta perfecta”. En particular, el estar viendo todo el tiempo la mejor versión de la vida de los otros, sin ningún contexto ni problematización, hace que los usuarios de la aplicación se sienten miserables.

No es un asunto menor. The Guardian retoma varios estudios con hallazgos preocupantes: “De los usuarios que reportan ideación suicida, 13 % en el Reino Unido y 6 % en Estados Unidos lo enlazan directamente con Instagram. Otro estudio transatlántico encontró que más del 40 % de los usuarios de Instagram dijeron que se sienten poco atractivos y que esa sensación fue generada por la red social”.

Facebook respondió que los problemas de compararse con otras personas ocurren en el mundo físico y también en otras redes sociales. Ambos puntos merecen consideración. Si bien el primero es cierto, los estudios han encontrado que Instagram es un espacio especialmente diseñado para explotar las inseguridades de las personas, con un añadido grave: el algoritmo pensado para que las personas pasen la mayor cantidad de tiempo en esa aplicación. No solo es que sea humano compararse, sino que internet necesita volverte adicto a esa comparación para que su modelo de negocio funcione. En identidades en desarrollo como ocurre con niñas, niñas y adolescentes, eso genera impactos nefastos.

Ahora, es verdad que el problema es similar en otras redes sociales, con impactos sobre poblaciones distintas. Facebook ha sido un canal predilecto para la desinformación y la polarización política, con especial influencia sobre los usuarios mayores. Twitter tiene un serio problema con la creación de nichos epistémicos, la propagación de mentiras y la exacerbación de emociones negativas. Está pendiente ver cómo TikTok, con su algoritmo adictivo y sus videos que reinscriben estereotipos físicos y de comportamiento, afecta en especial a su audiencia más joven.

No se trata de señalar exclusivamente a Instagram, aunque Facebook sí tiene una larga historia de ignorar las preocupaciones de los usuarios. El problema es endémico a todas las redes sociales y a nuestra sociedad digital. Tampoco hay soluciones sencillas. Pero tenemos que dar el debate, con intervención sobre todo de los encargados de la educación de las nuevas generaciones, sobre cómo estamos usando internet.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

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Mar(60274)19 de septiembre de 2021 - 08:00 p. m.
La tecnología y las redes sociales también han traído cosas buenas, también despiertan a la gente, han logrado muchas veces que se haga justicia o que muestren un delito que de otra forma no se hubiera podido demostrar, como todo en la vida, las redes sociales tienen cosas buenas y malas, si hasta a los libros los querían denigrar y hasta fanáticos ignorantes los quemaban, no hay nada perfecto.
Mar(60274)19 de septiembre de 2021 - 07:56 p. m.
También se podría decir eso de los medios de comunicación, es como entrar a un diario y ver la cantidad de delitos, asesinatos, atracos, muertos, estafas y demás cosas horribles, pero el diario no tiene la culpa, solo muestra parte de la realidad, así es Instagram, muestra otra realidad, si no nos gusta hay que tratar de cambiarla, no vender el sofá.
Blanca(66976)19 de septiembre de 2021 - 02:11 p. m.
El problema fundamental es la patente de corzo de estas aplicaciones para no responder por nada, apalancadas en el derecho a la libertad.
Lorenzo(2045)19 de septiembre de 2021 - 06:26 a. m.
No hay que ser malpensante para reprocharos ¡oh fidelinho! este framing tartufo: la investigación de Carolina Corcho (https://www.youtube.com/watch?v=65txVZUNRsg&ab_channel=PalabrasMayores) hace quedar como una vergüenza esta agenda setting de EE: la DISCUSIÓN HOY ES la principal alienación del proyecto neoliberal que traman ALEJANDRO&CESAR GAVIRIA sobre la continuación de la CORRUPTA LEY 100!!!!
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