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La DIAN sigue en deuda

31 de enero de 2025 - 05:05 a. m.
Si no mejora el recaudo, este Gobierno seguirá en aprietos para impulsar su plan de inversión. El país necesita una política más coherente en la DIAN.
Si no mejora el recaudo, este Gobierno seguirá en aprietos para impulsar su plan de inversión. El país necesita una política más coherente en la DIAN.
Foto: Cristian Gara
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La mejor versión de lo que ha ocurrido con los pésimos resultados de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) es que el Gobierno de Gustavo Petro ha pecado de optimista. La peor versión es que el encuentro entre distintos egos sumado a la falta de coordinación y de un liderazgo claro tienen a la entidad en medio de una crisis que puso en jaque los sueños de impulsar reformas estructurales desde el Ejecutivo. En todo caso, con la llegada de un nuevo director, surge la pregunta: ¿la DIAN será capaz de cumplir con las expectativas? La historia reciente no da buenos augurios.

Parte de la frustración que tiene por estos días al presidente Gustavo Petro tuiteando contra el Congreso es que su Gobierno ha sido incapaz de cumplir las predicciones de recaudo. Si la DIAN no recolecta el dinero necesario para financiar el presupuesto, pasa lo que estamos viendo: proyectos desfinanciados, recortes agresivos a medio camino y la necesidad de, otra vez, aprobar una reforma tributaria. Los números están a la vista y son abrumadores. Por ejemplo, en el Presupuesto General de la Nación 2024, publicado en octubre de 2023, se estimó que los ingresos tributarios de la DIAN serían de $314,9 billones. Al finalizar el año, el recaudo neto sumó $243,6 billones. Así es muy complicado poder planear adecuadamente el funcionamiento del Estado y su plan de inversiones.

La primera administración de la DIAN estuvo marcada por las rencillas internas entre el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y el hoy ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes. Eso llevó a un hecho inexplicable: que no se presentara un proyecto de ley con el que se esperaba recaudar más de $10 billones en litigios. También causó otros problemas, como que ahora el mismo Reyes reconozca que las proyecciones de recaudo estaban infladas, pero nadie en el Gobierno hizo algo al respecto cuando se podía enmendar. Eso llevó a ser víctimas de su propio optimismo: se planeó un Estado con mucha más capacidad de la que terminó teniendo. Incluso este año, con los $12 billones que se “aplazaron”, la Casa de Nariño sigue sufriendo para hacer rendir la plata. El otro gran problema es que los cambios tecnológicos y de funcionamiento que requiere la entidad no se aterrizan de la noche a la mañana. El nuevo director, Luis Eduardo Llinás, dijo que esa sería su prioridad, pero lo mismo prometieron sus antecesores. Reyes terminó trasladado a otro ministerio para no chocar con Hacienda y Jairo Orlando Villabona no tuvo tiempo suficiente para adelantar cualquier proyecto a mediano plazo. Viendo la historia reciente, el primer gran reto de Llinás será durar en el cargo lo que resta de mandato presidencial.

Colombia necesita una DIAN fuerte, eficiente y transparente, sin importar cuál gobierno está en la Casa de Nariño. Eso requiere un esfuerzo de modernización, pero también una visión coherente que sea durable y tenga tiempo de ser implementada. Después de tanta turbulencia, el Gobierno Petro necesita actuar con mejor coordinación y unos lineamientos claros. También es urgente que la planeación presupuestal deje de apuntarle a imposibles. Ya el país está cansado de tanta pelea cuando la plata no alcanza.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com

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Alvaro(66505)01 de febrero de 2025 - 03:19 a. m.
Hay hiperinflación tributaria, asfixian los tributos, asfixian sus normas, todos los gobernantes quieren siempre mas impuestos, no se apiadan gobernaciones, alcaldías, institutos descentralizados, cámaras de comercio, peajes, combustibles, comidas, estado inepto, ineficiente, desalmado (aunque regalen plata) en muchos casos bandido y quieren comportamiento de angeles? Que ingenuidad. Ahora promotor de varios estados internos sin solución a la vista.
Mario(196)01 de febrero de 2025 - 01:13 a. m.
La DIAN ha cumplido un gran papel en los ultimos anhos. El gran hueco son los grupos empresariales, los financieros y las internacionales que se benefician de excempciones absurdas con las que pagan poco a cambio de monopolios que duran decadas. Sacan capitales del pais y usan los ahorros de la gente para hacer inversiones que debieran hacer con su plata. Todo amparado por unas cortes con intereses politicos. Petro hizo bien en acabar subsidios, pero otros cambios requieren del congreso
GERMAN(8621)31 de enero de 2025 - 10:27 p. m.
La DIAN no ha tenido un director capaz en los últimos veinte años; por eso su sistema Muisca es obsoleto hace veinte años. Por eso cada Gobierno hace dos o tres reformas tributarias, por que No tienen la capacidad de cobrar lo que deben, convivimos con una evasión del 50% en un país miserable que elige más de 400 congresistas que le cuestan más de 50.000.000.000 al pueblo que lo elija para no hacer nada en cuatro años.
Felipe(94028)31 de enero de 2025 - 08:23 p. m.
Apenas el 2,8% de la población total del país ingresa más de 4,2 millones/mes. Son los que el DANE considera "clase alta" y de ellos, apenas 218.000 ganan más de 10 millones. Petro mantiene diciendo "que paguen los ricos", en un país en el que la cifra de ricos es diminuta y eso si fuese verdad que alguien que ingrese 4,2 millones es "rico", porque esa es otra mentira.
Felipe(94028)31 de enero de 2025 - 08:15 p. m.
Según el DANE, en este país el 72% de la población es pobre o vulnerable, o sea que no pagan impuestos porque hasta el IVA corta rápido su secuencia de recaudo debido a la gigantesca informalidad. Además, el propio DANE engorda la cantidad de personas en "clase media" porque ahí entra desde un limosnero que se consiga 30.000 pesitos diarios hasta a quien ingrese 4 millones/mes. Eso se hace para ocultar la realidad de un país que considera "clase alta" a quien ingrese más de 4,2 millones.
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