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No más bloqueos a la educación presencial

30 de julio de 2021 - 03:00 a. m.
Si seguimos dándole largas al asunto, sufren niñas, niños y adolescentes. ¿Es eso lo que buscamos conseguir? / Foto: El Espectador
Si seguimos dándole largas al asunto, sufren niñas, niños y adolescentes. ¿Es eso lo que buscamos conseguir? / Foto: El Espectador
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Pese a todo lo que han tenido que sufrir niños, niñas y adolescentes por culpa de una educación virtual sin las suficientes herramientas para materializarse, siguen en Colombia los obstáculos al regreso a las clases presenciales. Ahora fue una jueza de la República, del Juzgado 15 Civil del Circuito de Oralidad de Cali, quien decidió suspender el retorno a la presencialidad de los colegios públicos de la capital del Valle del Cauca. Con eso se afectan más de 165.000 estudiantes, sus familias y se diluye un debate ya saldado.

La decisión de la jueza es en respuesta a una tutela interpuesta por el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Valle (Sutev). Siguiendo la misma actitud obstaculizadora que defendió durante meses la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el Sutev se opuso al regreso a clases que estaba pactado de manera progresiva a partir del 26 de julio. Los argumentos es que sienten que no hay medidas de bioseguridad en los colegios oficiales, que la distancia de un metro entre cada pupitre no es suficiente y que hay un riesgo para los estudiantes. En decisión preliminar, la jueza estuvo de acuerdo con esa posición y ordenó suspender provisionalmente el retorno a las aulas.

No podemos compartir los argumentos de esta oposición. Un pacto necesario que el Gobierno Nacional cumplió fue la vacunación de casi todos los educadores en el país. Con ese proceso terminado y sumando la evidencia científica sobre la bajísima presencia de COVID-19 en niños, niñas y adolescentes, no hay razones para seguir bloqueando el regreso a las clases presenciales. Hacerlo es causar aún más daños en una pandemia que ha sido particularmente lesiva para los estudiantes y sus familias.

La tutela presentada por el Sutev es un ataque a los niños, niñas y adolescentes. Las cifras lo demuestran: vienen sufriendo un grave deterioro en su salud mental, así como en sus procesos educativos, por el encierro. Además, la ausencia de colegios genera una carga particularmente pesada para madres y padres cabeza de hogar que tienen que abandonar sus trabajos por cuidar a sus hijos. Eso sin contar que, como dijo el secretario de Educación de Cali, José Darwin Lenis Mejía, “necesitamos la presencialidad porque muchos niños no tienen la forma de obtener sus clases y contenidos académicos”. En un país con un profundo abismo de desigualdad, el Sutev está convirtiéndose en cómplice de esa brecha. Y ahora la justicia colombiana también.

El temor es que esta tutela sirva de precedente en otros lugares del país. Ya hay iniciativas similares en Tuluá y Palmira. Pero como dijo Lenis Mejía: “Es un error fatal que un fallo acelerado e insensato paralice temporalmente el regreso presencial bioseguro a clases. Las brechas educativas hay que cerrarlas, no ampliarlas”.

Dentro de tantos debates que hay en el país, la educación presencial no debería ser uno. Si seguimos dándole largas al asunto, sufren niñas, niños y adolescentes. ¿Es eso lo que buscamos conseguir con tanto bloqueo?

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.

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Héctor(15733)31 de julio de 2021 - 04:29 p. m.
Totalmente de acuerdo. ¿Qué hacer para que los jueces no se entrometan en la administración pública y se limiten al cumplimiento de su función de impartir justicia? Esa jueza es una kk.
cristina(c6x7w)31 de julio de 2021 - 02:03 p. m.
Señor editorialista: vaya a algún salón de clases de algún colegio del sur.... ni siquiera hay distancias entre los pupitres... tanto espacio no tienen... así que se bioseguridad... pocon y eso que es Bogota!!!
Carlos(wmrge)31 de julio de 2021 - 01:38 a. m.
También es criticable el doble rasero de estos sindicatos de educadores que, en el paro, no les importaban las aglomeraciones. Está bien exigir derechos, pero los derechos tienen a su cargo deberes también. Por una parte, el derecho a una educación para los niños es fundamental, máxime cuando los educadores y padres ya están vacunados. Por otra, es deber de los educadores garantizar esa educación.
Antonio(45414)31 de julio de 2021 - 12:36 a. m.
Señor hay que distinguir los matices, no todo es blanco y negro. No sé si conoce la realidad de las instituciones educativas públicas; muchas carecen de condiciones apropiadas para hacer presencialidad. Así que debe hacerse una estudio de las condiciones y definir con base en él si se puede tomar esta decisión. Pero no mandar al matadero a los docentes y estudiantes mediante decreto.
Lorenzo(2045)31 de julio de 2021 - 12:25 a. m.
El popular "unas de cal. otras de arena". Editoriales van y vienen. Pero, Fidel -querido Fidel- cómo se ha sentido la mano de los Santodomingo newyorkinos por estos días en nuestro querido EL ESPECTADOR ¡Cómo se siente la solidaridad de género! ...la de los grupos económicos prendidos al grosero, pero eterno, interés del destino manifiesto en el backyard "Que ni una sola hoja se mueva" Uncle S.
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