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                                                                                                                                No lo suficiente

                                                                                                                                Alrededor de 5.830 personas en Colombia consumen un fármaco que se llama Kaletra, una pastilla que ayuda a los pacientes que portan el virus del sida: desde que llegó a este país se esparció el voz a voz de que, a la par que mejoraba las condiciones de vida de los pacientes, generaba pocos efectos secundarios.

                                                                                                                                El Espectador

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Dentro de las sanciones que ha tenido que afrontar la compañía hay una más, más efectiva y más acorde con el derecho a la salud: un tope de los precios. Apenas el 3 de octubre del año pasado, y luego de una labor titánica de organizaciones y pacientes, que pasaron por la negativa del gobierno del hoy senador electo Álvaro Uribe Vélez —que no abrió el mercado para que entraran medicamentos genéricos—, así como de la división entre los mismos pacientes, y luego de una serie de demandas interminables ante algunos juzgados, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca sentenció que el Gobierno era responsable y que debía darse un control de precios. US$670 por paciente al año. Ese es el tope. Buena noticia, pero sigue siendo muy alto. ¿Un genérico? Mejor. Tal vez serían US$268.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Dentro de las sanciones que ha tenido que afrontar la compañía hay una más, más efectiva y más acorde con el derecho a la salud: un tope de los precios. Apenas el 3 de octubre del año pasado, y luego de una labor titánica de organizaciones y pacientes, que pasaron por la negativa del gobierno del hoy senador electo Álvaro Uribe Vélez —que no abrió el mercado para que entraran medicamentos genéricos—, así como de la división entre los mismos pacientes, y luego de una serie de demandas interminables ante algunos juzgados, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca sentenció que el Gobierno era responsable y que debía darse un control de precios. US$670 por paciente al año. Ese es el tope. Buena noticia, pero sigue siendo muy alto. ¿Un genérico? Mejor. Tal vez serían US$268.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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