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Porque la mata no mata, bienvenidas las alternativas

02 de diciembre de 2023 - 02:00 a. m.
El minjusticia, Néstor Osuna, fue enfático en decir que este no es un primer paso para regular la cocaína.
El minjusticia, Néstor Osuna, fue enfático en decir que este no es un primer paso para regular la cocaína.
Foto: Jonathan Bejarano
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Después de años, décadas incluso, de ideas repetitivas sobre la guerra contra las drogas, el Ministerio de Justicia empezó a socializar un borrador del decreto que regula la posesión y el uso de cultivos de hoja de coca, cannabis y amapola. Se trata de la materialización de la Política Nacional de Drogas 2023-2033 anunciada a principios de año y, ante todo, un viraje notable en la aproximación del Estado a las comunidades cocaleras. Aunque es importante aclarar que no se trata de una legalización de la cocaína, sí deja a un lado la equivocada prohibición de la hoja de coca para sus múltiples usos legales y, sobre todo, abre la puerta para que las zonas más afectadas por el conflicto tengan opciones reales de desarrollo económico.

Después de que El Espectador tuvo acceso al borrador del decreto, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, le dijo a este diario que “de lo que se trata es de comenzar a tener unas medidas procedentes para que el tránsito de la economía de la cocaína y la economía cocalera a economías lícitas también tenga lugar en esa materia”. Habló, por ejemplo, de cosméticos, fertilizantes, plásticos, pinturas y comestibles. Esto bajo la existencia de una clase media cocalera en zonas de alto impacto del conflicto donde los procesos de sustitución se han estancado con la realidad económica: si no hay alternativas legales, la ilegalidad siempre triunfa.

El fondo del asunto es un cambio de paradigma importante. El Estado colombiano siempre se aproximó a las comunidades cocaleras con cierta desconfianza. La persecución judicial ha sido implacable y ha llenado las cárceles del país con las personas más vulnerables en toda la cadena de producción. Mientras tanto, por más fuertes que hayan sido los procesos de erradicación, el narcotráfico ha seguido a sus anchas. Por eso es tan importante dividir la estrategia en lo que el Gobierno ha llamado “oxígeno y asfixia”. La asfixia es para las bandas del narcotráfico y sus cabezas, el oxígeno es para las comunidades que necesiten proyectos que les den alternativas claras de sostenimiento. El problema es que a pesar de las múltiples promesas de llevar proyectos productivos, no se le ha dado seguimiento ni se ha consolidado un modelo viable.

Ahora, la regulación de la hoja de coca reconoce su utilidad más allá de la cocaína. Les da a las comunidades la capacidad de entrar al mercado colombiano mientras el mundo sigue girando hacia la regulación. El poder contra el estigma es importante: no más “mata que mata”, sino la celebración de un cultivo que tiene muchos usos. En el decreto del Ministerio de Justicia se pide que el proyecto que obtenga la licencia sea presentado por comunidades étnicas, campesinas y organizaciones sociales de base en los territorios, y que tenga impacto en zonas de afectación por el conflicto armado o el narcotráfico.

Es fundamental, sin embargo, que con las licencias venga el acompañamiento del Estado, tanto en vigilancia como en apoyo de los proyectos. De lo contrario, las buenas intenciones se pueden convertir en otro espacio de influencia de la ilegalidad. Mientras la lucha por un cambio de política de drogas global da frutos, en buena hora Colombia está probando alternativas.

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Mario(196)03 de diciembre de 2023 - 01:50 a. m.
En hora buena esta noticia para las economias rurales de regiones apartadas, para las economias campesinas y para una naciente industria y comercio de productos derivados, desde jabones y textiles, hasta materiales de construccion. Un gran exito de este gobierno!
Jahir(13183)03 de diciembre de 2023 - 01:48 a. m.
Hoy se publicó la noticia de la donación de Emiratos Arabes por 40 millones de dolares para atender la salud del pueblo Guajiro. EE. no se manifiesta porque la oposición considera como campaña política en favor de Petro.
Pedro(18355)03 de diciembre de 2023 - 12:37 a. m.
Los usos alternos de la hoja de coca serán un porcentaje diminuto de lo que es coca para convertirla en cocaína. Esto alivia un poco la situación de los cocaleros, una muy excelente intención, pero no le pega ni el más mínimo mordisco al verdadero problema, que es la demanda internacional. El señor ministro debe partir de un sólo hecho: el horizonte de la solución es internacional, no de política interna. Llevamos tres generaciones empantanados por este problema. Basta.
Ccdaw(v9l66)02 de diciembre de 2023 - 10:19 p. m.
"En el decreto del Ministerio de Justicia se pide que el proyecto que obtenga la licencia sea presentado por comunidades étnicas, campesinas y organizaciones sociales de base en los territorios, y que tenga impacto en zonas de afectación por el conflicto armado o el narcotráfico". Conviene recordar que el proyecto ONUDI para Colombia es fitoterapéuticos, desarrollarlos, necesita de tecnologías de la industria farmacéutica, de difícil acceso a "las organizaciones de base" de los territorios.
Alberto(3788)02 de diciembre de 2023 - 10:12 p. m.
De acuerdo.
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