El deplorable atentado contra el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, exige que los reflectores del país se ubiquen sobre los escándalos de corrupción que el funcionario ha venido destapando en esa dependencia. Durante años, al parecer, en la UNP, entidad esencial para la seguridad de las personas amenazadas en Colombia, se ha creado una burocracia corrupta y un cartel de contratación que lleva, entre otras cosas, a falsos blindajes y a contratistas irregulares que viven en la impunidad. Nos unimos al llamado del Gobierno Nacional a la Fiscalía: es necesario que los casos relacionados con la UNP tengan celeridad y también se dé con los responsables del intento de homicidio.
Por lo menos cuatro sicarios atacaron al director de la UNP y a su hija cuando estaban entrando a su residencia. Gracias al actuar de los escoltas, el intento de homicidio fracasó y uno de los sicarios murió. Queda, no obstante, la desazón de ver cómo a la cabeza de la entidad de protección lo están persiguiendo para silenciarlo, en un país que está sumido en la violencia.
Hablando con Blu Radio, Rodríguez dijo que a su celular le llegó una amenaza: “A usted también le caben balas”. También recordó que ha “venido denunciando falsos blindajes, funcionarios que están en la UNP y pasan a trabajar en las empresas como escoltas tercerizados, y todo eso no gusta”. Finalmente, se aventura a creer que pudieron estar involucrados los sindicatos de la Unidad: “No lo puedo decir, pero no lo descarto. En días pasados dos de estos señores se enteraron de que un domingo estaba trabajando en la entidad y se inventaron una reunión en las instalaciones del búnker de la Fiscalía y empezaron a decir que les estaban entrando llamadas del director y que yo los estaba amenazando. Pues se autollaman, me clonaron el teléfono”. Gravísimas acusaciones que deben ser investigadas con celeridad por la Fiscalía de Francisco Barbosa.
Especialmente porque los sindicatos respondieron con sus propias denuncias. También hablando con Blu Radio, Wilson Devia, presidente de uno de los sindicatos, dijo que “es irresponsable que el señor director nos mencione en un hecho tan lamentable (...). Estamos trabajando en un tema para demostrar que quiere comprar a fiscales con los esquemas de seguridad. Esto es para hacer falsos positivos judiciales”, señaló.
Por eso mismo necesitamos la intervención urgente de la Fiscalía. No puede ser que en una entidad tan importante para el país se estén cruzando acusaciones tan serias y que nada ocurra. Lo afirmó el presidente de la República, Gustavo Petro, en su Twitter: “Augusto denunció las mafias de la contratación en la UNP. Hoy quisieron matarlo; le pido al fiscal acelerar las investigaciones sobre estas denuncias, las pruebas están en sus manos”.
Es inaceptable que ante la necesidad de reforma la respuesta sea la violencia. Es claro que al director lo quieren silenciar y que quienes lo hicieron pensaron que su escolta sería cómplice. Para que los violentos no triunfen, los cambios en el UNP deben seguir y las autoridades deben darles sentido de urgencia a sus investigaciones.
¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com.
Nota del director. Necesitamos lectores como usted para seguir haciendo un periodismo independiente y de calidad. Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra.
El deplorable atentado contra el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, exige que los reflectores del país se ubiquen sobre los escándalos de corrupción que el funcionario ha venido destapando en esa dependencia. Durante años, al parecer, en la UNP, entidad esencial para la seguridad de las personas amenazadas en Colombia, se ha creado una burocracia corrupta y un cartel de contratación que lleva, entre otras cosas, a falsos blindajes y a contratistas irregulares que viven en la impunidad. Nos unimos al llamado del Gobierno Nacional a la Fiscalía: es necesario que los casos relacionados con la UNP tengan celeridad y también se dé con los responsables del intento de homicidio.
Por lo menos cuatro sicarios atacaron al director de la UNP y a su hija cuando estaban entrando a su residencia. Gracias al actuar de los escoltas, el intento de homicidio fracasó y uno de los sicarios murió. Queda, no obstante, la desazón de ver cómo a la cabeza de la entidad de protección lo están persiguiendo para silenciarlo, en un país que está sumido en la violencia.
Hablando con Blu Radio, Rodríguez dijo que a su celular le llegó una amenaza: “A usted también le caben balas”. También recordó que ha “venido denunciando falsos blindajes, funcionarios que están en la UNP y pasan a trabajar en las empresas como escoltas tercerizados, y todo eso no gusta”. Finalmente, se aventura a creer que pudieron estar involucrados los sindicatos de la Unidad: “No lo puedo decir, pero no lo descarto. En días pasados dos de estos señores se enteraron de que un domingo estaba trabajando en la entidad y se inventaron una reunión en las instalaciones del búnker de la Fiscalía y empezaron a decir que les estaban entrando llamadas del director y que yo los estaba amenazando. Pues se autollaman, me clonaron el teléfono”. Gravísimas acusaciones que deben ser investigadas con celeridad por la Fiscalía de Francisco Barbosa.
Especialmente porque los sindicatos respondieron con sus propias denuncias. También hablando con Blu Radio, Wilson Devia, presidente de uno de los sindicatos, dijo que “es irresponsable que el señor director nos mencione en un hecho tan lamentable (...). Estamos trabajando en un tema para demostrar que quiere comprar a fiscales con los esquemas de seguridad. Esto es para hacer falsos positivos judiciales”, señaló.
Por eso mismo necesitamos la intervención urgente de la Fiscalía. No puede ser que en una entidad tan importante para el país se estén cruzando acusaciones tan serias y que nada ocurra. Lo afirmó el presidente de la República, Gustavo Petro, en su Twitter: “Augusto denunció las mafias de la contratación en la UNP. Hoy quisieron matarlo; le pido al fiscal acelerar las investigaciones sobre estas denuncias, las pruebas están en sus manos”.
Es inaceptable que ante la necesidad de reforma la respuesta sea la violencia. Es claro que al director lo quieren silenciar y que quienes lo hicieron pensaron que su escolta sería cómplice. Para que los violentos no triunfen, los cambios en el UNP deben seguir y las autoridades deben darles sentido de urgencia a sus investigaciones.
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