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Es importante recordar que en la próxima Semana Santa, nuevamente, tendrá lugar el festival bienal de música que organiza el Teatro Julio Mario Santo Domingo.
En el pasado hubo eventos dedicados una vez a Beethoven y otra a Mozart y un tercero, hace dos años, a compositores rusos del siglo XIX. Ahora se anuncia uno nuevo, esta vez centrados en la flor y nata de los compositores románticos: Schubert, Schumann y Brahms. Son dos alemanes y un austríaco, ya que Schubert nació en Viena, casi el único gran músico que nació en esa ciudad, porque la mayoría de los otros eran alemanes que iban al que sin duda fue el gran centro musical de la época.
Los amantes de la música podrán disfrutar de platos exquisitos, ya que en el medio centenar de presentaciones (muchas de ellas gratuitas) será ejecutado el meollo de la producción sinfónica, vocal y de cámara de los tres grandes genios. Estas tendrán lugar en una decena de escenarios, lo cual creará sin duda un problema logístico a muchos melófilos, que tendrán que desplazarse de un extremo al otro de la ciudad si quieren programarse en lo mucho de interesante que hay.
Es altamente laudable que en la programación se haya incluido mucho de la producción vocal de estos compositores, incluyendo algunos de sus importantes ciclos de lieder, que muchas veces olvidan quienes organizan conciertos entre nosotros. Personalmente echo de menos el maravilloso Canto del cisne schubertiano, pero los otros dos grandes ciclos —culminación de la música de todos los tiempos— ahí están, además de los amores del poeta y la vida y amores de una mujer de Schumann.
Se interpretará igualmente mucho de lo más importante de la música de cámara de los músicos, y desde luego no faltarán sus importantes sinfonías, además de muchos de sus conciertos y representaciones de música coral, en donde se incluye el Réquiem alemán de Brahms. Para esto hay varias orquestas invitadas así como ilustres grupos de cámara, algunos de los cuales unirán sus fuerzas para tocar varias obras de los músicos homenajeados.
Los intérpretes incluyen a muchas grandes figuras de la música de nuestros días. Y en esa nómina de lujo hay que destacar a Christoph Pregardien, tenor que grabó con Koopman la totalidad de Cantatas de Bach; a uno de los más importantes pianistas acompañantes de nuestros días Roger Vignoles, al ilustre solista Stephen Hough, además de media docena de orquesta y otro tanto grupos de cámara y solistas nacionales e internacionales. Como se ve, lo que viene no solo es importante y de alta calidad, sino que permitirá a los amigos de la música escuchar un repertorio maravilloso.
mdrezner@disonex.com