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“Me enseñaron a creer que la excelencia es la mejor forma de derrotar al racismo o el sexismo. Y así es como conduzco mi vida”. Oprah Winfrey
Me preguntó un señor joven con un alto nivel de educación: “¿A qué te dedicas?”. Y le conté que como coach me encuentro trabajando en un proyecto de la Alcaldía de Barranquilla empoderando a mujeres emprendedoras y microempresarias para construir sus marcas y proyectarlas profesionalmente, y su respuesta inmediata fue: “Bueno, no le hables a mi esposa mucho de eso, no vaya a ser que me deje”. Y casualmente hace muy poco tiempo atrás me llamaron de una empresa para que les hiciera una charla específicamente para el Día de la Mujer, pero que por favor no les fuera a hablar de empoderamiento femenino por que les montaban un sindicato. Me quedé asombrada pensando en nivel de desconocimiento por el que estamos atravesando en nuestro país.
Hay un falso concepto de una mujer empoderada. No son mujeres solas o amargadas que odian a los hombres y quieren ser más que ellos. Es el aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.
Una mujer empoderada es una mujer inteligente, que lucha por sueños, que es feliz haciendo lo que hace. Una mujer que se ama y por ende puede amar a su pareja fielmente.
“La vida no es fácil para ninguna de nosotras, pero ¿y qué? Hay que tener perseverancia y, sobre todo, confianza en nosotras mismas. Debemos creer que estamos capacitadas para algo y que podemos lograrlo”. Marie Curie
La mujer empoderada no es que no necesite de los hombres o, en su defecto, que los deteste, la naturaleza humana nos ha creado para vivir en pareja ya sea hombre o mujer. El empoderamiento es el proceso por el cual se aumenta la fortaleza espiritual de los individuos y son esas personas que creen firmemente en poder crear con su conyugue un equipo de trabajo sólido para sacar sus proyectos de vida cada uno adelante. Es una mujer fuerte, que se despierta feliz cada mañana con una razón para vivir, es una mujer que en la mayoría de los casos madruga para dejar a sus hijos listos, dejar el almuerzo preparado y a los niños en el colegio. De allí se va a trabajar todo el día, apasionada, dando lo mejor de sí en cada uno de los roles de su vida.
Es una mujer que se merece un buen sueldo y la admiración de su familia, colegas y amigos. Puedo estar segura de que conoces a muchas. Somos las que hemos parido esta patria, nuestras abuelas sacaban a sus más de cinco hijos adelante, fueron valientes, en ese momento su ilusión, como lo sigue siendo para muchas de nosotras hoy, fue “darles a nuestros hijos ejemplo y que tengan las oportunidades que quizá no tuvimos”.
“Supongo que me podría haber quedado en casa horneando galletas y haciendo té, pero lo que decidí hacer fue cumplir con mi profesión, en la que entré antes de que mi marido llegara a la vida pública”. Hillary Clinton