Las encuestas se pueden equivocar y suelen hacerlo. Se recuerda muy en particular que hace cuatro años Hillary Clinton iba arriba en ellas y al final perdió por un pelo. Claro, en el último par de meses se dio una eficaz campaña de demolición en su contra, que incluyó el funesto reinicio de una investigación del FBI sobre sus correos electrónicos, la cual solo sirvió para volver famoso a James Comey, el director. A la postre este pobre señor fue arrojado a la basura por Trump, el muy agradecido ganador de las elecciones.
Dicho de otro modo, no es noticia que alguna encuesta acierte, lo que también sucede. Solo son noticia los...