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El autoritarismo liberal realmente existente

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Gabriel Tolosa Chacón
07 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
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En respuesta al editorial del 12 de enero de 2022, titulado “Se consolida la deriva autoritaria en la región”.

El pasado 12 de enero del nuevo año, El Espectador publicó un editorial denunciando la consolidación del autoritarismo en la región latinoamericana. Señalando de forma explícita a varios gobiernos de izquierda, los cuales ciertamente son indefendibles, este texto argumenta que el autoritarismo viene de oriente, debido a la injerencia financiera de China y Rusia. Sin embargo, una lectura pormenorizada de la historia americana muestra que el autoritarismo es una marca de nacimiento de nuestras aturdidas democracias y que las injerencias se deben buscar en el norte del globo y no en el oriente.

Las democracias liberales que el editorial se empeña superfluamente en defender fueron construidas sobre la sangre de las poblaciones más pobres y excluidas de América. Las democracias americanas son hijas del despojo de riquezas y tierras por parte de unas élites rapaces, que importaron un cuerpo de ideas europeas de democracia y libertad usadas para el beneficio propio y no para la emancipación de toda la población. Por cuenta de esta historia de autoritarismo, los pobres que hoy pueblan las calles de Buenos Aires, Los Ángeles y São Paulo son descendientes de los desplazados y asesinados durante la consolidación de las “democracias liberales” que El Espectador dice defender.

Así mismo, las élites actuales ostentan los mismos apellidos de aquellos héroes patrios que los libros de gestas y batallas describen como prohombres y no como los asesinos sistemáticos que masacraron comunidades enteras de esclavos fugados, indígenas y pobres mestizos del campo y las ciudades coloniales. El gen del autoritarismo se debe buscar ahí y no en el dinero venido de China o Rusia.

Las democracias liberales defendidas en el editorial son las mismas que crearon una “Gestapo parajudicial” para perseguir a la oposición, como sucedió en el “gobierno liberal” de Macri, en Argentina. También fueron los mismos “liberales demócratas” los que inventaron una operación mediático-judicial en Brasil para impedir la elección de Lula e imponer una agenda económica que destruyó la economía del país más importante de la región, tras la ascensión del autoritario —y liberal— Jair Bolsonaro. Y ni hablar de nuestra casa, donde fueron asesinados —por lo menos— 6.402 jóvenes en el marco de un horrendo proceso de violencia desarrollado por un “gobierno liberal”, cuya promesa de orden radicaba en la sanguinaria “Seguridad Democrática”.

En nuestro continente, el liberalismo realmente existente abrazó dictaduras, tanto en el siglo XX con los desgobiernos cívico-militares del Cono Sur, como en el siglo XIX con las repúblicas bananeras. Asimismo, ese liberalismo apoyó el actuar asesino de los ejércitos nacionales contra las propias poblaciones, como sucedió en la Conquista del Desierto, la masacre de las Bananeras y la guerra de Canudos. Eso, sin olvidar que la financiación de estas acciones siempre involucró empresas y “emprendedores” estadounidenses y europeos, ávidos de llenar sus bolsillos con nuestras riquezas mientras nos engolosinan con un caramelo de liberalismo que en 200 años nos empalagó de miseria y destrucción.

Por Gabriel Tolosa Chacón

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Gildardo(gejde)08 de febrero de 2022 - 11:34 a. m.
Se habla de las injerencias financieras de China y Rusia como si fueran imponentes amenazas, pero por que no comenzamos a abrir los debates sobre lo que ha significado que gran parte del globo tenga en su territorio innumerables bases militares estadounidenses ?
German(20426)07 de febrero de 2022 - 12:10 p. m.
Si, de acuerdo. Las "democracias liberales" fueron agentes del saqueo, el despojo, el crimen contra el pueblo pobre indígena y negro. Y eso desde la independencia luego de la cual se montaron las élites criollas para el despojo sistemático. Lo del matarife, cabal, lafourie, tamaeulipas no es nada nuevo.
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