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Me llamo Jonathan Olarte, soy estudiante de pregrado de Contaduría Pública de la gloriosa Universidad Nacional. Defiendo la educación pública de calidad y gratuita porque muchos jóvenes, incluyéndome, no tienen los recursos para pagar una carrera universitaria, por lo tanto la universidad pública es nuestra única oportunidad para cumplir el anhelado sueño de ser profesionales
Fui criado en un barrio popular de Ciudad Bolívar donde actualmente resido, desde muy joven me han apasionado la ciencia y el conocimiento. Siento gran intriga y entusiasmo por entender el mundo. Desde mi hogar puedo ver toda Bogotá, soy afortunado de vivir aquí pues estoy más cerca de las estrellas que los demás y la vista es espectacular, esa es la ventaja de vivir en una loma.
En toda mi familia no existe un solo profesional y los bachilleres se pueden contar con los dedos de una mano, son personas modestas y poco pudientes. Hablo desde la experiencia de quienes ya vivieron su vida y me dicen “uno sin estudio no es nada”; también me dicen “mijo, estudie, aproveche, nosotros no tuvimos ni siquiera la oportunidad de ser bachiller, pero usted debe sacar la cara por la familia”. Estas palabras me hacen tambalear, pero me llenan de orgullo.
Hubo una época en la cual, después de graduarme del colegio, deseé profundamente ingresar a la universidad, pero simplemente no tenía dinero… El Icetex más que una ayuda lo veía como una soga. Clamaba a mi madre “deseo estudiar”, pero ella, con una voz entrecortada, me decía: “lo sé, pero no tenemos los recursos”. Sentía un nudo en el estómago cuando escuchaba esas palabras.
Miraba el firmamento esperando el día en cual por fin pudiera estudiar, tomé las riendas de mi destino y me presenté a las pruebas de ingreso, a los pocos días me llegó una notificación de la Universidad Nacional diciéndome que había sido aceptado. Deseo romper la cadena de pobreza de mi familia, creo ciegamente en la educación como única manera de ser mejores ciudadanos y contribuir positivamente a la sociedad. Finalmente deseo expresar mi amor por el conocimiento, la ciencia y el estudio, esto evita que caiga en la ociosidad. Para mí la educación es un barco en cual navego hacia un mejor mañana, pero esta nave atraviesa una tormenta llamada “desfinanciación” que amenaza con hundirla y mientras viva no permitiré que mi navío ni el de nadie sea hundido.
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” - Paulo Freire
Jonathan Olarte Henao
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