Mónica Godoy nos da una lección de dignidad y valentía

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16 de julio de 2018 - 02:00 a. m.
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Lección de dignidad y valentía

La profesora universitaria Mónica Godoy le ha dado una lección de dignidad y valentía a la sociedad colombiana en general y a la comunidad universitaria en particular al liderar la defensa de los derechos de las mujeres relacionados con el acoso sexual, campo donde generalmente las víctimas callan y los victimarios se ufanan de su presunta virilidad con la complacencia de muchos. El acoso y el abuso sexuales no son nuevos en ninguna parte, pero se podría pensar que en la universidad se estaba un poco a salvo. La tutela interpuesta por esta mujer valiente, que expuso su propia estabilidad laboral y que en ella sí se hizo efectiva al ser despedida por las directivas de la Universidad de Ibagué, demuestra que ni en esos espacios la mujer está libre.

Desde mis épocas universitarias se escuchaban historias de acoso de profesores a estudiantes, especialmente si éstas tenían dificultades económicas. Era difícil comprobar y muchos menos denunciar. Se podría pensar que se trataban de hechos aislados, pero con el tiempo se supo que era más común de lo que uno pensaba. Cuando regresé a la universidad como docente pude conocer de cerca algunas situaciones; muchas personas que conocieron casos lo verbalizaban con menos miedo, pero igual en voz baja. Sin embargo, atreverse a denunciar era algo que se escapaba a las posibilidades, sobre todo por la falta de pruebas. Es como la corrupción de la gente de cuello blanco, salen limpiecitos, aunque en realidad son sepulcros blanqueados.

Miren lo que le sucedió a la profesora Mónica Godoy por eso debe resaltarse su gran personalidad llena de valor para hacer lo que hizo. Qué vergüenza para la Universidad de Ibagué. Y por fortuna y también merece la pena destacarse en mayúsculas, la Corte Constitucional sienta un precedente con el cual todas la mujeres, ya no solo de las universidades, sino de todas las entidades gubernamentales y del sector privado, pueden defenderse con mejores herramientas, aquí, en el país.

En el resto del mundo, la tendencia es igual. Con el famoso y escabroso caso español de “la manada”, ese grupillo despreciable que violó a una joven de 18 años con sevicia en las fiestas de los Sanfermines hace dos años, se está creando en las altas cortes de todas partes, una mentalidad más amplia, más integral y más justa cuando se trata de evaluar estos casos para dictar sentencia. Las facultades de derecho deberán tomar nota de este viraje positivo con cuando la mujer es acosada, abusada o violada. Se necesitan más como Mónica Godoy.

Ana María Córdoba Barahona. Pasto.

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