“Betty, la fea 2” vs. “Pedro el Escamoso 2”: ¿apelar a la nostalgia se volvió el petróleo de los medios digitales?
Yesenia Bustamante Borja
En julio se estrenó en Colombia, después de más de 20 años, la temporada 2 de la telenovela Pedro, el escamoso. Por otra parte, también se estrenó en la plataforma de Amazon Prime la temporada 2 de la telenovela más exitosa de los últimos tiempos: Betty, la Fea. ¿Coincidencia? No creo.
¿Qué sucede que todas las plataformas de televisión/películas están produciendo secuelas de grandes películas, telenovelas o series? Solo por enunciar algunos ejemplos: iCarly 2 y Intensamente 2, todos los live-actions de Disney, la película de Zoey 101, la reunión de Friends, hicieron un pódcast del Manual de supervivencia escolar de Ned, Mi villano favorito 4... todos los multiversos de Marvel, que básicamente permiten invitar a cualquier personaje del pasado; los de la telenovela Rebelde hicieron una gira, están produciendo la secuela de Legalmente rubia y de Un viernes de locos. De un lado más local tenemos las dos telenovelas que les mencioné arriba. RCN está transmitiendo por quinta vez Betty, la fea en el mismo horario; en Caracol están transmitiendo Rubí, que ya había sido transmitida un par de veces en RCN, y se volvió a transmitir Cuentos de los hermanos Grimm los fines de semana en la mañana. También se realizó un pódcast de Séptima puerta ¿Todos de repente nos hemos vuelto nostálgicos? Tal vez.
De lo que sí tengo certeza es que apelar a la nostalgia está generado números muy atractivos, de lo contrario no se estarían produciendo tantas secuelas. Producir la segunda parte de una película exitosa no tiene nada de malo, lo peligroso es que los recuerdos de la infancia son algo sagrado y resulta muy difícil al menos igualar la imagen de esos mejores tiempos. Y es que, sin importar qué tan buena sea la secuela, todo tiempo pasado fue mejor.
“No conozco la primera secuela o live-action que me genere lo mismo que la idea original”.
Yesenia Bustamante Borja
¿Por qué antes no se estaban produciendo tantas secuelas? Tal vez porque muchos de los creadores de estos éxitos estaban vivos (que en paz descanse el maestro Fernando Gaitán) y no hubieran permitido las libertades que se han tomado con las secuelas, o tal vez porque nuestros padres/abuelos productores tenían un sentimiento que Piedad Bonnett describe de una manera muy poética en una entrevista: “Temen detenerse en el recuerdo porque no quieren quedar presos de la nostalgia”.
Aunque, a decir verdad, hoy en día no conozco la primera secuela o live-action que me genere lo mismo que la idea original. Y es que lo cierto es que por más que se apele a la nostalgia, ni yo ni todos los que pagamos la boleta somos más jóvenes por revivir esas secuelas. Nos estamos haciendo viejos, y esa es la verdad. Aunque vuelvan a transmitir Cuentos de los hermanos Grimm, ya no tendremos nunca más ocho años.
Aunque la nostalgia es maravillosa, ¡pilas!, hundir la misma tecla varias veces tarde o temprano va a aburrir a la audiencia. Aunque entiendo a los productores de hoy en día, y es que complacer a la audiencia actual es muy complicado.
Ya veo venir la tercera parte de Intensamente con una Riley Andersen mucho más adulta y con sus nuevas emociones: ambición, nostalgia, deseo sexual/amor y deseo de seguir tendencias (moda, skincare y destinos para viajar). Por ahí escuché que Beatriz Pinzón ha salvado dos empresas: Ecomoda y RCN, y creo que le va a dar un respiro a Amazon Prime. Oigan, ¿saben que falta? Otros 16 años de Padres e hijos.
En julio se estrenó en Colombia, después de más de 20 años, la temporada 2 de la telenovela Pedro, el escamoso. Por otra parte, también se estrenó en la plataforma de Amazon Prime la temporada 2 de la telenovela más exitosa de los últimos tiempos: Betty, la Fea. ¿Coincidencia? No creo.
¿Qué sucede que todas las plataformas de televisión/películas están produciendo secuelas de grandes películas, telenovelas o series? Solo por enunciar algunos ejemplos: iCarly 2 y Intensamente 2, todos los live-actions de Disney, la película de Zoey 101, la reunión de Friends, hicieron un pódcast del Manual de supervivencia escolar de Ned, Mi villano favorito 4... todos los multiversos de Marvel, que básicamente permiten invitar a cualquier personaje del pasado; los de la telenovela Rebelde hicieron una gira, están produciendo la secuela de Legalmente rubia y de Un viernes de locos. De un lado más local tenemos las dos telenovelas que les mencioné arriba. RCN está transmitiendo por quinta vez Betty, la fea en el mismo horario; en Caracol están transmitiendo Rubí, que ya había sido transmitida un par de veces en RCN, y se volvió a transmitir Cuentos de los hermanos Grimm los fines de semana en la mañana. También se realizó un pódcast de Séptima puerta ¿Todos de repente nos hemos vuelto nostálgicos? Tal vez.
De lo que sí tengo certeza es que apelar a la nostalgia está generado números muy atractivos, de lo contrario no se estarían produciendo tantas secuelas. Producir la segunda parte de una película exitosa no tiene nada de malo, lo peligroso es que los recuerdos de la infancia son algo sagrado y resulta muy difícil al menos igualar la imagen de esos mejores tiempos. Y es que, sin importar qué tan buena sea la secuela, todo tiempo pasado fue mejor.
“No conozco la primera secuela o live-action que me genere lo mismo que la idea original”.
Yesenia Bustamante Borja
¿Por qué antes no se estaban produciendo tantas secuelas? Tal vez porque muchos de los creadores de estos éxitos estaban vivos (que en paz descanse el maestro Fernando Gaitán) y no hubieran permitido las libertades que se han tomado con las secuelas, o tal vez porque nuestros padres/abuelos productores tenían un sentimiento que Piedad Bonnett describe de una manera muy poética en una entrevista: “Temen detenerse en el recuerdo porque no quieren quedar presos de la nostalgia”.
Aunque, a decir verdad, hoy en día no conozco la primera secuela o live-action que me genere lo mismo que la idea original. Y es que lo cierto es que por más que se apele a la nostalgia, ni yo ni todos los que pagamos la boleta somos más jóvenes por revivir esas secuelas. Nos estamos haciendo viejos, y esa es la verdad. Aunque vuelvan a transmitir Cuentos de los hermanos Grimm, ya no tendremos nunca más ocho años.
Aunque la nostalgia es maravillosa, ¡pilas!, hundir la misma tecla varias veces tarde o temprano va a aburrir a la audiencia. Aunque entiendo a los productores de hoy en día, y es que complacer a la audiencia actual es muy complicado.
Ya veo venir la tercera parte de Intensamente con una Riley Andersen mucho más adulta y con sus nuevas emociones: ambición, nostalgia, deseo sexual/amor y deseo de seguir tendencias (moda, skincare y destinos para viajar). Por ahí escuché que Beatriz Pinzón ha salvado dos empresas: Ecomoda y RCN, y creo que le va a dar un respiro a Amazon Prime. Oigan, ¿saben que falta? Otros 16 años de Padres e hijos.