Suero costeño: de la costa para el mundo
Silverio José Herrera Caraballo
Para beneplácito de la región sabanera, su majestad el suero costeño fue reconocido entre las mejores salsas de mesa del mundo, calificándola en el puesto trece. Taste Atlas, reconocido portal gastronómico internacional, fue el autor de tan especial selección, para fortuna de todos quienes nacimos y crecimos tomando hasta en el tetero tan exquisito manjar; salsa que se elabora en calabazo, olla, totuma, botella plástica y cualquier otro recipiente, el suero es una salsa infaltable, al desayuno, almuerzo o cena en cualquier hogar costeño original que se respete. Con yuca, ñame, arroz, bollo limpio, en sopas y sancochos, en ensaladas con pepino y cebolla, he visto cachacos comerlo hasta con galletas saltinas (regio, mi chino, un kumis algo agrio, pero delicioso, je, je, je, ese es mi suero) pero donde sí que no puede hacer falta, ya que es un ingrediente principal, es en el mote de queso: mote sin suero no es mote. Extraño es que falte en mesas de frito o restaurante tradicional en el Caribe, donde siempre hay un buen recipiente lleno de suero, con o sin picante, y si no lo vemos, lo pedimos. Ve niño: ¿no hay suero?
La famosa guía culinaria Taste Atlas, reconocida por su enfoque en el escrutinio regional de platos y salsas de la gastronomía del mundo, ha otorgado tal distinción a nuestro suero costeño, por lo que superamos a países como España y México. Esta salsa, como la llaman los entendidos en el área de la gastronomía, es originaria de la región Caribe colombiana, y aunque no lo crean no es el mismo siempre; podemos decir que en cada departamento su preparación es diferente. Lo más tradicional es el suero de calabazo (el que se hace en calabazo o en “empleta de madera”, este término utilizado en el argot de los corraleros de las queseras de nuestras sabanas), el suero se logra gracias al proceso de la fermentación de la leche entera al natural, en algunas partes con vinagre o limón. Es un aderezo común en la costa atlántica colombiana pero así mismo ya se consume en muchas otras regiones del país y el mundo, dado que empresas productoras de derivados lácteos lo han incluido en su portafolio de productos. Es por eso que el ranking de Taste Atlas la ubica en mejor posición que los famosos mojos de España, pico de gallo mexicano y la salsa de palta o aguacate del Perú, y para nuestro orgullo costeño se ubica en el cuarto lugar entre las salsas en Latinoamérica, por encima de la guasacaca venezolana (puesto 14 ), y vemos que el portal especializado en sus redes sociales le otorgó una calificación de 4,4 estrellas.
Considero que el suero no tiene estrato, condición social, género ni edad para consumirlo. En la gastronomía de la sabana es raro donde el suero no sea protagonista. ¡Que viva el suero, carajo!
Para beneplácito de la región sabanera, su majestad el suero costeño fue reconocido entre las mejores salsas de mesa del mundo, calificándola en el puesto trece. Taste Atlas, reconocido portal gastronómico internacional, fue el autor de tan especial selección, para fortuna de todos quienes nacimos y crecimos tomando hasta en el tetero tan exquisito manjar; salsa que se elabora en calabazo, olla, totuma, botella plástica y cualquier otro recipiente, el suero es una salsa infaltable, al desayuno, almuerzo o cena en cualquier hogar costeño original que se respete. Con yuca, ñame, arroz, bollo limpio, en sopas y sancochos, en ensaladas con pepino y cebolla, he visto cachacos comerlo hasta con galletas saltinas (regio, mi chino, un kumis algo agrio, pero delicioso, je, je, je, ese es mi suero) pero donde sí que no puede hacer falta, ya que es un ingrediente principal, es en el mote de queso: mote sin suero no es mote. Extraño es que falte en mesas de frito o restaurante tradicional en el Caribe, donde siempre hay un buen recipiente lleno de suero, con o sin picante, y si no lo vemos, lo pedimos. Ve niño: ¿no hay suero?
La famosa guía culinaria Taste Atlas, reconocida por su enfoque en el escrutinio regional de platos y salsas de la gastronomía del mundo, ha otorgado tal distinción a nuestro suero costeño, por lo que superamos a países como España y México. Esta salsa, como la llaman los entendidos en el área de la gastronomía, es originaria de la región Caribe colombiana, y aunque no lo crean no es el mismo siempre; podemos decir que en cada departamento su preparación es diferente. Lo más tradicional es el suero de calabazo (el que se hace en calabazo o en “empleta de madera”, este término utilizado en el argot de los corraleros de las queseras de nuestras sabanas), el suero se logra gracias al proceso de la fermentación de la leche entera al natural, en algunas partes con vinagre o limón. Es un aderezo común en la costa atlántica colombiana pero así mismo ya se consume en muchas otras regiones del país y el mundo, dado que empresas productoras de derivados lácteos lo han incluido en su portafolio de productos. Es por eso que el ranking de Taste Atlas la ubica en mejor posición que los famosos mojos de España, pico de gallo mexicano y la salsa de palta o aguacate del Perú, y para nuestro orgullo costeño se ubica en el cuarto lugar entre las salsas en Latinoamérica, por encima de la guasacaca venezolana (puesto 14 ), y vemos que el portal especializado en sus redes sociales le otorgó una calificación de 4,4 estrellas.
Considero que el suero no tiene estrato, condición social, género ni edad para consumirlo. En la gastronomía de la sabana es raro donde el suero no sea protagonista. ¡Que viva el suero, carajo!