Maleducados

Yohir Akerman
13 de mayo de 2018 - 06:00 a. m.
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El 17 de noviembre de 2016 se posesionó como ministra de Educación la señora Yaneth Cristina Giha Tovar en reemplazo de Gina Parody. El nombramiento fue ampliamente aplaudido en el sector de la educación por la experiencia de la funcionaria, quien llegó a ocupar el cargo luego de estar desde el 2014 en la dirección de Colciencias.

Aún más para Barranquilla de donde es oriunda la doctora Giha Tovar. La Asociación de Instituciones de Educación Superior del Caribe, Asieca, publicó un comunicado estableciendo que su nombramiento era un espaldarazo al sector educativo para toda la región.

El presidente de Asieca y en ese entonces rector de la Universidad Autónoma del Caribe, Ramsés Vargas Lamadrid, estableció que su llegada al Ministerio representaba contar con un interlocutor importante que conoce de primera mano las necesidades del sector educativo de esa región. (Ver Giha es un espaldarazo al Caribe).

Ante esas lujosas palabras, el 2 de enero de 2017 la ministra le devolvió la generosidad al rector con unas declaraciones aún más magnánimas donde exaltó la excelencia en el trabajo y la gestión de Vargas Lamadrid. (Ver Mineducación destaca avances).

Ese amor duró poco.

El 1º de marzo de este año, Vargas Lamadrid tuvo que renunciar a su cargo como rector de la Uniautónoma por un paro de profesores que llevó a destapar una olla de innegables hechos de corrupción en su administración.

Gracias a una rigurosa investigación de La W, se comprobó que, pese a que no se les estaba pagando el salario a los docentes, el exrector tenía un salario extravagante, hacía lujosos viajes y contrataba eventos inexplicablemente costosos. (Ver Así se roban la educación).

En entrevista realizada el 14 de agosto del 2017, Vargas Lamadrid le aseguró a esa emisora que era absolutamente falso lo que los maestros estaban denunciando de las irregularidades. Incluso afirmó que la universidad se encontraba en su mejor momento financiero y académico.

Acá se pone mejor.

Días después, La W advirtió a la ministra de Educación sobre los serios indicios de anormalidades dentro de la universidad. Sin embargo, después de varias visitas, la Unidad de Vigilancia Especial del Ministerio, a través de un escueto informe, aseguró que no existían méritos suficientes para abrir una investigación en contra del plantel ni de sus directivos.

Incluso, poco antes de que estallara el escándalo, la ministra de Educación le entregó la máxima condecoración de esa cartera a la Universidad Autónoma del Caribe y logró que el mismo presidente Juan Manuel Santos fuera a Barranquilla a imponerla en ceremonia especial que fue ampliamente difundida por los medios de comunicación. (Ver Medalla Simón Bolívar en categoría Cruz de Plata).

A pesar de que el rector Vargas insistía en desconocer de los malos manejos, de la eventual crisis financiera y que el Ministerio de Educación no le daba la razón, La W se puso en la tarea de demostrar lo contrario y lo logró.

Lo primero fue confirmar que sí había retrasos en los pagos de salarios, seguridad social y cesantías de los profesores. Segundo, su investigación destapó la existencia de un entramado de corrupción en cabeza del propio Vargas Lamadrid y funcionarios de alto nivel, entre ellos varios de sus familiares como miembros del Consejo Directivo de la Universidad. Su madre era una de ellas.

Los hechos eran contundentes, pero el Ministerio de Educación se hizo, en un principio, el de las gafas con el robo en la educación.

Poco tiempo después de que Vargas Lamadrid se vio obligado a dejar el cargo en la universidad por las denuncias en su contra, doña Sonia Lamadrid de Vargas, la madre del exrector, muy tiesa y muy maja envió una carta al Consejo Directivo también haciendo pública su decisión de dimitir.

En la indignada carta la madre de Vargas Lamadrid dejó un tema claro y es que tres personas cercanas a la ministra Giha Tovar también se estaban beneficiando de los recursos y de la oscura contratación de la Universidad Autónoma del Caribe. (Ver Carta de Sonia Lamadrid de Vargas).

Aunque Giha Tovar negó esta acusación y salió al aire en una entrevista con La W a asegurar que no recordaba personas de su familia con contratos en la Universidad, la verdad es otra.

Desde el 2014 la Universidad Autónoma del Caribe suscribió un contrato con el señor José Rafael Tovar Berardinelli, primo de la ministra Giha Tovar, para la interventoría de unas obras civiles en la entidad. (Ver Contratos).

Fuera de eso, el 1º de septiembre de 2017 se suscribió un contrato de prestación de servicios por más de 25 millones de pesos entre la universidad y la contratista Cristina Cecilia Said Arana para que esta apoyara en las labores de marketing y relaciones públicas del centro de idiomas “Center for International Languages” de la Uniautónoma. (Ver Contrato No OJ-127-2017).

La señora Cristina Cecilia Said Arana, y su familia, es una de las grandes amigas de la familia de la ministra tal y como lo muestran las fotos en el bar San Juan del Country Club de Barranquilla del 10 de abril de 2015, donde se celebró el “Baby Shower” de Carolina Giha Tovar, hermana de la ministra. (Ver Foto de El Heraldo)

Finalmente está la otra hermana de la ministra, Shirley Giha Tovar, quien es entrenadora ejecutiva en Barranquilla y suscribió un contrato con la Universidad Autónoma del Caribe para desarrollar labores de acompañamiento en distintos temas, especialmente los relacionados con la estabilidad emocional.

No había para los salarios de los maestros, pero sí para su estabilidad emocional.

Shirley dio una conferencia en la universidad basada en su libro Lunes para ser feliz. En el evento el entonces rector Vargas Lamadrid presentó a la hermana de la ministra afirmando que “del buen trato resulta el sentido de pertenencia, un hecho que ha permitido que la Uniautónoma de hoy se viva en sana convivencia”. (Ver Fórmula para la felicidad).

Tanto fue el sentido de pertenencia del exrector con los recursos de la universidad, que varios bienes que le pertenecían a la institución de educación, a sus estudiantes y profesores, sin explicación alguna, pasaron a manos y bolsillos de terceros. Un tema que indudablemente necesita ser tratado con una charla para que, pese a todo eso, se pueda tener un lunes para ser feliz.

@yohirakerman

akermancolumnista@gmail.com

 

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