Mujeres, violencias, preguntas

Francisco Gutiérrez Sanín
08 de marzo de 2019 - 05:00 a. m.
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Todos los 8 de celebra el Día Internacional de la Mujer. Las mujeres han conocido en las últimas décadas avances significativos. A la vez, enfrentan problemas persistentes, demandas irresueltas y nuevas amenazas. Mucho de lo anterior está atravesado por la violencia. Cualquiera que lea los titulares de nuestros periódicos sabrá a qué me refiero.

Menos conocida es la contribución invaluable que han hecho las mujeres a nuestros estudios sobre la violencia. Pongo enseguida algunos ejemplos de su producción intelectual altamente internacionalizada (o con el potencial de serlo). María Clemencia Ramírez escribió un libro ya clásico sobre conflicto y cultivos ilícitos en el Putumayo; recomiendo enfáticamente su lectura. Recién me enteré de que publicó un artículo de fondo en la prestigiosa Current Anthropology, probablemente la revista más importante del mundo en la disciplina. María Clara Torres pergeñó otro libro de primer nivel sobre construcción del Estado tomando también como caso el Putumayo. Francy Carranza acaba de sacar con Routledge su Demobilization and Reintegration in Colombia, acerca de las desmovilizaciones de paramilitares y Farc; su relevancia para el momento actual es enorme. Ana Arjona hizo una significativa contribución con su Rebelocracia. Ana María Ibáñez ha aportado decisivamente para la comprensión de las dinámicas de desplazamiento en medio del conflicto armado. No puedo dejar de nombrar a Mara Viveros —pese a que el foco de atención de su trabajo no es necesariamente la violencia—, que recibió este año un reconocimiento global enorme: la presidencia de LASA (la Asociación de Estudios sobre América Latina). Ni qué decir tiene que es la primera persona de estos lares que accede a tal posición. Y hay una nueva generación (con nombres como el de Francy, Estefanía Ciro, Jenniffer Vargas) que ya hace oír su voz.

Esta lista es apenas una pequeña muestra de un elenco bastante impresionante. En las primeras filas de él tendría que estar una persona a quien considero una gran investigadora e intelectual pública: María Teresa Uribe de Hincapié. Por desgracia, murió a principios de este año. Tuve la fortuna de conocerla; disfruté enormemente nuestras largas sesiones de conversación. Era una fumadora compulsiva, con un sentido del humor feroz pero dulcificado por su capacidad de empatía y una inteligencia desbordante. Ultrapaisa y apasionada de la paz. Dejó una obra significativa sobre nuestras violencias, que según entiendo se lee en distintas partes del país, a pesar de que no le gustaba “salir de estas montañas”.

He dejado pasar un par de meses, con la esperanza de que desde algún centro académico se lanzara la iniciativa de un evento para analizar la obra de esta mujer extraordinaria. Sin embargo, hasta donde sé no se está haciendo nada en esa dirección. Tendríamos que hacerlo. Nuestro patrimonio no es tan grande; preservemos con el máximo cuidado lo que hay.

Hablando de lo cual: ¿no chocaría un evento sobre la obra de María Teresa con la alevosa iniciativa liberticida que encabeza Álvaro Uribe? Dije en una columna anterior que lo del pobre Edward Rodríguez era apenas el globo de prueba de una comparsa, que anunciaba una iniciativa a más largo plazo. Dicho y hecho: ahora entró a terciar el caudillo, exigiendo una “universidad pública sin adoctrinamiento”, que es la expresión en código para decir universidad pública censurada. En donde no pueda circular nada que moleste al Centro Democrático o a su intemperante caudillo. La correspondiente ofensiva en redes sociales ya está en pleno desarrollo.

El Tiempo titula: “Polémico trino”. ¿Polémico? Bueno, sí. Pero sobre todo es un trino antidemocrático y prosubdesarrollo. ¿Sabremos los miembros de las comunidades universitarias —sin distingos— salir en defensa de la libertad, en el foro público y en las calles? ¿Quiénes están a favor y en contra de este descarado intento de ponernos una mordaza? ¿Qué dicen los medios? ¿Los partidos? ¿O Duque, que gusta de presentarse como campeón global de la democracia?

 

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