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El presidente Iván Duque está en mora de responder si estaba enterado de la carta del señor Luigi Echeverry al diario El País de España, pidiendo que no se entrevistara al senador Iván Cepeda, opositor de su Gobierno y quien sostiene un enfrentamiento judicial con el jefe del primer mandatario, es decir, con el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
¿La carta fue enviada con el consentimiento del primer mandatario?, ¿participó el señor presidente en su redacción?, ¿es un mensaje del primer mandatario por interpuesta persona?
Dudo que el señor Iván Duque no sepa que en el mundo existe algo que se llama libertad de prensa, y que aun con las limitaciones que esta tiene en un país como el nuestro, donde cada letra que se escribe es un riesgo para la vida del periodista, se puede ejercer. No está nada bien que desde la Casa de Nariño se pretenda dar instrucciones a los espacios de noticias sobre a quién se debe o no se debe entrevistar.
Vergonzoso sí resulta que personal cercano a la Presidencia de la República envíe mensajes a los medios de comunicación para tratar de callar al periodismo o acomodar verdades. ¿Qué es lo que tiene por ocultar el Gobierno Nacional que le preocupa tanto la libertad de prensa? ¿A qué le teme tanto el uribismo?
Dice el dicho que quien nada debe nada teme. No entiendo, entonces, por qué enviar ese tipo de mensajes a un medio de comunicación, del extranjero además, para evitar que tengan en cuenta dentro de las noticias que se emiten a los adversarios políticos del presidente de la República y de su jefe, el expresidente Uribe.
Ya de por sí causa vergüenza tener que admitir que el presidente de la República responde a la jefatura de un expresidente, como para ahora tener que ver que pretende callar a la oposición, coartando la libertad de prensa, no sé si con la idea de cuidarle la espalda a su jefe.
De no ser por el ejercicio del periodismo estaríamos acabados, porque gracias a esta especie de veeduría la ciudadanía ha podido ejercer control a un Estado donde la corrupción, la politiquería y el conflicto armado han penetrado todos los niveles de la sociedad.
¿No se supone que Iván Duque llegaría a la Presidencia de la República a salvar a Colombia del “castrochavismo”? Pues bien, señor presidente, sea coherente con su idea de campaña y no nos lleve a esa dictadura de la que prometió salvarnos, si es que puede y su jefe se lo permite.
Cambiando de tema. Es indiscutible que se requiere una reestructuración en la Policía Nacional que la aleje de prácticas que violan los derechos humanos. Fue indignante ver en un video a dos uniformados de la Policía descargando cruelmente disparos de taser a un ciudadano, sin importarles las consecuencias.