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Nicolás Maduro se está preparando para pelear con Colombia. La pregunta es cuándo dará su primer golpe. Las revelaciones que hizo la revista Semana este sábado son las primeras que comprueban lo que mucho se rumoraba pero que hasta hoy carecía de pruebas contundentes, y es que el régimen de Venezuela tiene un plan para golpear a nuestra nación. Muy grave.
Lo que descubre la publicación es la existencia de documentos que, primero, confirman el apoyo militar de Venezuela a las guerrillas colombianas y, segundo, evidencian una estrategia para utilizarlas como punta de lanza en agresiones y recolección de inteligencia. Además, el escrito, que se reserva detalles por considerarlos de seguridad nacional, asegura que la Guardia Nacional Bolivariana ya tiene en su poder información sobre blancos de nuestro país que plantea estratégicos para poder eventualmente atacarlos. De locos.
El comportamiento que queda evidenciado con esta investigación periodística es el más grave que mantiene un país en contra de otro en la historia reciente de nuestra región. Nunca antes se había conocido con precisión información acerca de las intenciones bélicas de un país latinoamericano frente a un vecino, fundamentadas principalmente en diferencias ideológicas y económicas.
Frente a esto no queda otra herramienta que tomar el tema con toda la seriedad del caso y hacer frente común, algo que será difícil teniendo en cuenta el egoísmo de nuestra clase política, para exponerlo ante los entes internacionales de rigor. De la misma manera, es imperante fortalecer la capacidad de nuestras Fuerzas Militares, haciendo especial énfasis en la inteligencia y capacidad táctica de respuesta. Algunos dirán que se trata de una actitud alarmista, pero no existe paralelo reciente a lo que se ha conocido este fin de semana.
Maduro le está aplicando el modelo Irán-Hezbolá a Colombia apoyando guerrillas, infiltrando nuestra política y logrando respaldo internacional de peligrosos aliados que nos consideran una ficha de EE. UU.; lo que lleva a que nuestra estrategia contemple la manera en que Israel ha podido sobrellevar la tensión de los últimos 70 años.
Lo peor que podemos hacer como nación es voltear la cara y hacer como si nada estuviera pasando. Cerrar los ojos no acaba los problemas, simplemente los hace más grandes para cuando nos obliguen a abrirlos. Hasta hoy hemos creído que Maduro es un dictador charlatán, pero sus acciones día a día nos demuestran lo contrario. A principios de año pensábamos que su fin estaba cerca gracias a las acciones de Guaidó y ahora está más atornillado que nunca. La estrategia actual no está sirviendo.
Colombia, a través de su canciller y el embajador en Washington, debe empezar la tarea denunciando a Maduro y buscando que Venezuela ingrese lo más pronto posible a la lista de países que patrocinan el terrorismo. Con su accionar en contra de Colombia, el régimen de Maduro tiene bien ganado su lugar al lado de Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria. Más claro no canta el gallo.