Una historia de más de 60 años que contiene masacres, torturas y, más recientemente, el asesinato de su director, el coronel retirado Elmer Fernández, recorre la cárcel que hoy está en la mirada de privados con un interés explícito en construir en el terreno de aproximadamente 70.000 metros cuadrados. El Espectador conoció los documentos, reuniones y acuerdos que se han concretado para adelantar el plan para el traslado de La Modelo, que además toca a la administración de Iván Duque y a la Alcaldía de Claudia López, y tiene la mira en sellar una promesa que ha tomado más de 20 años en realizarse y que cambiaría por completo el panorama urbano del sector.
En el centro geográfico de Bogotá se encuentra la actuación estratégica de Montevideo, que contiene la cárcel La Modelo, y está entre la calle 22 y la calle 13, y va desde la carrera 50 y la Avenida Boyacá.
No solo es la localización de este punto el que lo hace llamativo, sino también las posibilidades de una renovación urbana que tienen miras a la construcción de vivienda y la valorización de toda unos predios inicialmente destinados a la industria.
Pero de todo el sector, el terreno de la cárcel La Modelo, permeada por violencia que recorre el país y con varios expedientes judiciales que investigaron su historia llena de sevicia, es uno de los que está en la mira de privados que tantean la posibilidad de poner el primer ladrillo en caso de que ese traslado se concrete.
Ahora, con la administración Petro y el gobierno local en cabeza de Carlos Fernando Galán, podría sellarse la promesa de reubicar una penitenciaría cuyo hacinamiento supera el 30 %, según el Minjusticia, y en cuyos alrededores se ha formado una economía sumergida auspiciada por ollas de microtráfico, sumada a los negocios informales que operan los fines de semana para prestar sus servicios a las personas que visitan la cárcel.