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El ministro del Interior, Alfonso Prada, junto a la viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil y las congresistas Gloria Flórez y Carolina Giraldo, radicaron en la secretaría general del Senado un proyecto de ley para que Colombia acoja a su marco jurídico la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia.
“Es un instrumento que nos va a permitir cumplir los compromisos internacionales que aquí acogeríamos como Estado colombiano, y, además volver realidad un instrumento que nos permita volver mucho más igualitaria y justa la sociedad colombiana”, dijo Prada tras la radicación.
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La iniciativa hace parte del plan de Gobierno, que tienen como agendas la reivindicación de los derechos de equidad de género, inclusión, participación y lucha contra todo tipo de discriminación.
“No es un tema menor y voy a hacerle un homenaje particularmente a la vicepresidenta, Francia Márquez, que hace unos días aquí, en este mismo recinto del Senado, nos acompañó para radicar un Proyecto de Ley que pretende crear el Ministerio de la Igualdad”, afirmó el ministro Prada.
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Igualmente se refirió a que este instrumento sería clave para avanzar en la política de “paz total”. De acuerdo con Prada, “es un orgullo para nosotros estar acompañados de nuestra presidenta de la Comisión Segunda del Senado, Gloria Flórez, quien dirige temas de relaciones exteriores y quien tendrá la responsabilidad de avanzar en el trámite”, dijo.
La Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia, fue aprobada en 2013 en Guatemala durante la 43ª sesión de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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La Convención señala que la discriminación se da cuando existe distinción, exclusión, restricción o alguna preferencia con base en la raza, color, ascendencia u origen nacional o étnico de un individuo: “con el propósito o efecto de anular o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de uno o más derechos humanos y libertades fundamentales consagrados en los instrumentos internacionales”.
El documento además tipifica la discriminación por orientación sexual, identidad de género y por condición infecto-contagiosa estigmatizada.