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Acuerdo de Escazú: de hundido en gobierno Duque a prioridad con Petro

La aprobación del tratado para la defensa de los líderes ambientales pasó de hundirse por jugaditas a ser una de las banderas del nuevo Congreso.

11 de octubre de 2022 - 06:40 p. m.
El Acuerdo de Escazú pasó de ser un tema marginal en el gobierno de Iván Duque a ser uno de los primeros acuerdos ratificados por el nuevo Congreso.
El Acuerdo de Escazú pasó de ser un tema marginal en el gobierno de Iván Duque a ser uno de los primeros acuerdos ratificados por el nuevo Congreso.
Foto: Cortesía
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En junio de 2021, cuando el anterior Congreso terminaba su tercer año de sesiones, se le recriminaba a la Comisión Segunda del Senado, y a su presidente de ese entonces, el exsenador Juan Diego Gómez, por las supuestas jugaditas hechas para que la aprobación del Acuerdo de Escazú se hundiera. Un año y cuatro meses después, el país celebra que el Congreso ratificó el tratado cuyo fin principal es la defensa de los líderes ambientales.

El camino de Escazú de hundido por falta de trámite a sortear sus cuatro de debates de forma positiva sin duda tiene que ver con el cambio de gobierno. A pesar de que Iván Duque firmó este tratado, en respuesta a las peticiones del paro de 2019, su administración no tuvo claro interés en que saliera adelante su ratificación en el Legislativo, o por lo menos esa fue la sensación que dejó tras el abandono que sufrió el proyecto para darle visto bueno al tratado plurinacional.

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“El paso que damos hoy nos permite reconocer que el Acuerdo de Escazú une y, como parte de la conversación nacional, para mí es muy grato escuchar muchas voces hoy que nos dicen que hay que pensar en Escazú. Si ustedes piensan así -y nosotros también- hay que dar el paso. No hay que demorarnos tanto”, fueron las palabras de Iván Duque para anunciar que se firmaba el acuerdo, pero ese afán nunca se tradujo en un mayor impulso en el Congreso.

El comienzo de la pandemia evitó que el proyecto de ratificación fuera radicado en el primer semestre de 2020. Este llegó al legislativo en el segundo semestre de dicho año, pero los aliados del gobierno de ese entonces se opusieron al tratado bajo el argumento de que afectaba la soberanía territorial e incluso podría trastocar al sistema de justicia interna. También se movieron distintos gremios que emitieron varias objeciones al proyecto.

Aunque el proyecto de ratificación fue radicado con un mensaje de urgencia, lo que implicaba que se debía estudiar en comisiones conjuntas y en un periodo menor a tres meses, el Congreso nunca le dio premura al debate. Es más, se tuvo que extender las discusiones para evitar que los aliados de gobierno la hundieran sin mayor discusión. La oposición de ese momento, que ahora es bancada de gobierno e independientes, aceptó demorar el trámite de la iniciativa con el único fin de hacer audiencias públicas que despejaran las dudas de los que se oponían al tratado.

Puede ver: Las “jugaditas” que hundieron el Acuerdo de Escazú

Pero esos espacios solo sirvieron como parte de un “plan tortuga” para hundir la ratificación sin que ningún sector político se hiciera responsable del no. En ese momento, varios consultados por El Espectador señalaron que hubo una cantidad de foros nunca antes vista, sobre todo cuando supuestamente era un tratado firmado por el Ejecutivo. La demora por la inmensa cantidad de foros habría venido acompañada de un cabildeo de distintos sectores para no sacar adelante Escazú.

La estrategia fue exitosa también debido a que el gobierno Duque no tuvo mayor interés en la propuesta. Luego de darle mensaje de urgencia, nunca más la tocó. “Fue algo muy inusual. No se vio el interés del Gobierno, cuando deberían ser ellos los que se muevan”, comentó el senador Bérner Zambrano en el 2021. Incluso, en algunos sectores del legislativo se llegó a insinuar una contraorden del Ejecutivo.

La falta de acción del gobierno de ese momento vino aderezada con lo que fue denominado “una serie de jugaditas” por parte de los presidentes de las comisiones Segundas: Juan David Vélez (Cámara) y Juan Diego Gómez (Senado). Ambos fueron señalados de dilatar el trámite y de no querer poner el proyecto en el orden del día hasta que se amenazó con recurrir al estatuto de oposición.

Luego, cuando la iniciativa estaba en agenda, el Centro Democrático recurrió al “filibusterismo” para hacer largas intervenciones que llevó a que las sesiones conjuntas de la Comisión Segunda se levantaran debido a que se cruzaba con las plenarias de Cámara y Senado. Luego, Juan Diego Gómez habría cometido varias omisiones que terminaron impidiendo que el proyecto de ratificación del acuerdo de Escazú se discutiera en su primer año de radicado, por lo que se terminó hundiendo.

Además: Colombia aprobó el Acuerdo de Escazú, ¿qué sigue?

En el gobierno Duque se volvió a radicar en 2021-II un proyecto para la ratificación, pero sin darle mayor impulso. Solo vino a desempolvarse el texto en la época de las elecciones presidenciales, ya cuando el Pacto Histórico y otros partidos alternativos habían sacado altos resultados en las legislativas. Fue a finales del gobierno Duque que la Comisión Segunda de Senado le dio el sí. Esta vez se evitó emitir el mensaje de urgencia que disminuía la cantidad de debates.

El segundo debate ya vino en el nuevo Congreso. Con apenas una semana en sus escaños y sin siquiera haberse dado la repartición de las comisiones, la plenaria de Senado le dio el sí en segundo debate a Escazú. Fue notorio que la ratificación del tratado era una prioridad para el nuevo gobierno, incluso se comenzó a mover en su aprobación desde antes de asumir la presidencia.

El trámite en Cámara fue más sencillo y en solo dos meses pasó por la Comisión Segunda y plenaria. Durante todo este trayecto se observó el claro interés del gobierno por sacar adelante la propuesta. Esta vez no hubo mayor oposición, ni siquiera del Centro Democrático. Al final, este lunes solo hubo un voto en contra de la ratificación y el resto de la Cámara le dio el sí.

Tras la aprobación del tratado la ministra Susana Muhammad celebró lo hecho por el Legislativo: “el cambio político trajo un cambio que no se había podido hacer en tres años, y es la ratificación del Acuerdo de Escazú́”. Con la ayuda de gobierno, el texto tuvo un trámite sencillo. Ahora solo falta que la Corte Constitucional dé su visto bueno para que el Acuerdo de Escazú entre a ser parte del bloque de constitucionalidad de Colombia.

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