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El Congreso de la República no oculta su preocupación por la situación que viven actualmente los cafeteros en el país como consecuencia de los bajos precios del producto que se vienen registrando y la necesidad para que se restablezca el Programa de Apoyo a la Caficultura.
En ese sentido, la plenaria del Senado, por iniciativa del senador Óscar Mauricio Lizcano, anunció un debate de control político sobre el tema.
Lizcano aseguró que los caficultores están pasando nuevamente por una situación difícil debido al alto costo de los insumos, la escasez de la mano de obra, la broca que afecta los cultivos, la falta de política de formalización de la mano de obra para el sector rural y los problemas de inseguridad en las zonas cafeteras.
“Hoy la carga de café está a $630 mil cuando producirla cuesta $650 mil por cuenta del costo de los insumos. Hay que hacer un esfuerzo para reducirlos. El gobierno en el paro cafetero se comprometió con los cafeteros a revisar este tema y aún se ha hecho”, aseguró.
Indicó que no se puede descuidar el sector cafetero que es fundamental para el desarrollo del país y del cual dependen 550 mil familias, en una docena de departamentos.
“Hoy es muy difícil buscar recolectores porque el proceso de formalización de quienes recogen el café no se ha llevado acabo. Hay que anunciarle al país que nuevamente la caficultura está en crisis. Pero la solución no es solo el Programa de Protección del Ingreso Cafetero sino que se estudie a fondo las recomendaciones de la última comisión de estudio de política e institucionalidad cafetera”, sostuvo.
Señaló que las soluciones deben ser estructurales para que la caficultura vuelva a ser rentable. Por eso le pidió al gobierno y al ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, resolver en el menor tiempo posible la nueva crisis del café que se avecina.
A la propuesta del senador Lizcano se sumó la representante de Caldas, Luz Adriana Moreno Marmolejo.
La representante dijo que en Caldas la situación de los cafeteros es grave debido al alto precio de los insumos y al problema de la falta de formalización de la mano de obra del sector rural.
Llamó también al gobierno a atender con prontitud la situación para evitar una nueva crisis del sector.