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Gustavo Petro llega a sus primeros 100 días como presidente de Colombia y con ellos la medida de la fuerza con la que arranca su mandato. Ser el Gobierno del cambio fue su bandera durante la campaña que lo consagró como el primer mandatario de izquierda progresista en la historia del país, pero se preveía que el mayor reto para no decepcionar a sus electores iba a estar en el Legislativo donde, en últimas, tendrá que librar la batalla para que las propuestas reformistas de su agenda se materialicen. Expertos en política nacionales e internacionales hablaron con El Espectador sobre cómo sorteó las primeras pruebas en el Capitolio y lo que, con esos primeros peldaños, le espera a un gobierno que sigue generando expectativas.
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Pablo Baccino y Rocío Azas, analistas políticos para América Latina de la organización Directorio Legislativo, concuerdan en que los primeros 100 días de Petro en relación con el Congreso han sido una obtención “de logros, pero también reveses”. Para los expertos, en este arranque, “el éxito principal no lo ha sido la agenda que ha logrado destrabar, sino la construcción de consensos entre partidos, con la que ha logrado impulsar sus iniciativas”. Los analistas consideran que el mayor desafío era lograr acuerdos que le permitieran una mayoría parlamentaria en un país que, aunque lo eligió con 11′291.986 votos, fueron 10′604.337 de personas que votaron por su contrincante en segunda vuelta, el ahora exsenador Rodolfo Hernández.
Petro ascendió al mayor cargo político del país en medio de una ola en la que la izquierda iba llegando al poder en los países de América Latina. Aun así, de acuerdo con la opinión de los expertos, ha cosechado logros que algunos de sus homólogos no, lo que se ve reflejado, por ahora, en la buena relación que tiene con la mayoría parlamentaria. “Por ejemplo, en Chile, Gabriel Borich llegó en una posición minoritaria en el Congreso y fue incapaz de construir unas coaliciones de esta amplitud y por ende buena parte de su agenda está teniendo dificultades en avanzar”, señalan desde el Directorio Legislativo, recalcando en lo vital que ha resultado construir esos consensos entre movimientos políticos que son tan heterogéneos dentro de la misma bancada oficialista.
Así las cosas, los logros de la administración Petro en estos 100 días en el Legislativo son notorios, pues consiguió que dos de sus más importantes iniciativas vieran la luz: la reforma tributaria y la modificación a la Ley de Orden Público (418 de 1997), también llamada ley de “paz total”. Aunque haya triunfado principalmente con estas dos iniciativas, lo que pasó de puertas para adentro, según Laura Wills, directora de Congreso Visible, es otra historia. “Pasaron cosas al interior del Capitolio muy interesantes, que incluyen negociaciones entre los partidos de la coalición del Pacto Histórico y los de gobierno, que no necesariamente son afines a las ideas de Petro”, señala la experta, quien asegura que las tensiones fueron constantes a la hora de impulsar la agenda gubernamental.
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Dos realidades se juntan: por una parte, los resultados y las iniciativas que se materializan y, por otra, las negociaciones e intereses que se juegan de puertas para adentro. Para Wills, estos 100 días iniciales de la reunión Gobierno-Congreso han significado que en la aprobación de proyectos claves como la tributaria y lo de la “paz total” han sido exitosos, “pero lo que vemos a lo largo del trámite es que hay discusiones muy difíciles, negociaciones que se tiene que hacer, que los textos originales cambian con respecto a lo que termina siendo aprobado, que hay un tire y afloje y un pulso de poderes que es importante”. Con todos estos obstáculos, el mandatario y su gabinete, en palabras de los expertos, “hoy por hoy, con sus partidos aliados, cuenta con los números necesarios para destrabar cualquier reforma legal”.
Sin embargo, aunque por ahora los vientos soplan a su favor y los expertos coinciden en que ha sido exitosa esta primera prueba en lo que ha sido su agenda en el Legislativo, creen también que será el tiempo el que hablará y determinará si esa mayoría parlamentaria continúa. “Las reformas que necesitan y van a necesitar un impacto positivo sobre la sociedad, para demostrar a su coalición que ese es el camino que Colombia necesita”, aseguran Baccino y Azas. De ahora en adelante, dicen los analistas, “es muy importante que las principales propuestas que haya logrado destrabar empiecen a generar resultados y ahí es indudable la relevancia que tiene la reforma tributaria, pues dirá en algún punto cuán acertada o desacertada es la política que Petro ha querido impulsar”.
La estrategia que ha usado el jefe de Estado en este arranque de su relación con el Legislativo podrá cambiar más adelante y dependerá, además de los resultados, de la forma en la que se vayan a acomodar las fichas para impulsar otras reformas. Para la directora de Congreso Visible, hay que tener en cuenta que “vienen otros proyectos fundamentales en la segunda parte del periodo legislativo, como las reforma laboral y a la salud, y probablemente una reforma a la educación”. Allí el gobierno Petro deberá ir con pies de plomo, “porque posiblemente la coalición que hoy lo respalda empezará a redefinirse o de pronto algunos partidos que hacen parte de esta decidirán apartarse de las votaciones alineadas al presidente por diferentes razones”.
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Los analistas que hablaron con este diario sostienen que además de la inteligencia para mover intereses del Gobierno, otro factor que ha permitido que avance su agenda es la falta de una oposición con enfoque. “Sobre la oposición se puede decir que le ha faltado un liderazgo claro para unirse y actuar de manera coherente, planteando incluso una agenda legislativa que rescate los intereses que tienen”, enfatiza Laura Wills. Pero así como Petro tiene de acá en adelante tiempo para jugar sus fichas, sus opositores también, pues según la experta, aunque “en estos primeros 100 días se ha visto que faltan liderazgos y que la mayoría de partidos se declararon oficialistas, en 2023 arrancará un nuevo periodo legislativo en el que las fuerzas volverán a medir sus pulsos”.