Alcaldes de Medellín y Bucaramanga piden cárcel para alias Pichi fuera de sus ciudades

La fuga y posterior recaptura de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, ha sido un tema constante en las agendas de los alcaldes de Medellín, Federico Gutiérrez; y Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, debido al actuar delictivo de esa narcotraficante en ambas ciudades. Este lunes, tras confirmarse que las autoridades lo volvieron a capturar en Copacabana, municipio ubicado al norte de Medellín, ambos pidieron llevarlo a una prisión en otro departamento.

Gutiérrez felicitó a la Policía y la Fiscalía por el trabajo coordinado de investigación para allanar el lugar en el que se encontraba alias Pichi. Según dijo, espera que en esta ocasión, además de responder por las cuentas pendientes en materia de narcotráfico y otros delitos, deberá ser procesado por fuga de presos, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.

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El alcalde de Medellín también señaló que desde el primer momento de su fuga, en el barrio El Poblado, las autoridades le siguieron la pista y lanzaron un cerco con el que le impidieron salir de la región. “El mensaje es claro: Medellín no es refugio para criminales y aquí nuestra lucha contra ellos es de frente. Esperamos que esta vez alias Pichi sí vaya a una cárcel de verdad y fuera de Medellín”, aseguró.

Por su parte, el alcalde de Bucaramanga, ciudad en la que alias Pichi también ha delinquido, le pidió al Ministerio de Justicia que el criminal debe ser enviado a una cárcel de máxima seguridad lejos de las dos ciudades, “lugares donde opera y se agrupa con facilidad”. Según dijo, la prioridad de su ciudad es la seguridad.

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Cabe recordar que alias Pichi es conocido en Bucaramanga como el ‘Pablo Escobar santandereano’ debido a su control sobre el tráfico de drogas en el norte de la ciudad y su vinculación con varios homicidios. Según las investigaciones, manejaba operaciones criminales que generaban ganancias estimadas en $14.000 millones anuales, siendo el principal líder del microtráfico en la región.

A lo largo de su carrera delictiva, Camacho ha sido detenido en tres ocasiones y enfrenta cargos por homicidio agravado, tráfico de drogas, tráfico de armas, desaparición forzada y fuga de presos. Además, ha sido señalado como uno de los principales responsables de las disputas violentas por el control del microtráfico en Bucaramanga.

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La fuga y posterior recaptura de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, ha sido un tema constante en las agendas de los alcaldes de Medellín, Federico Gutiérrez; y Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, debido al actuar delictivo de esa narcotraficante en ambas ciudades. Este lunes, tras confirmarse que las autoridades lo volvieron a capturar en Copacabana, municipio ubicado al norte de Medellín, ambos pidieron llevarlo a una prisión en otro departamento.

Gutiérrez felicitó a la Policía y la Fiscalía por el trabajo coordinado de investigación para allanar el lugar en el que se encontraba alias Pichi. Según dijo, espera que en esta ocasión, además de responder por las cuentas pendientes en materia de narcotráfico y otros delitos, deberá ser procesado por fuga de presos, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.

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El alcalde de Medellín también señaló que desde el primer momento de su fuga, en el barrio El Poblado, las autoridades le siguieron la pista y lanzaron un cerco con el que le impidieron salir de la región. “El mensaje es claro: Medellín no es refugio para criminales y aquí nuestra lucha contra ellos es de frente. Esperamos que esta vez alias Pichi sí vaya a una cárcel de verdad y fuera de Medellín”, aseguró.

Por su parte, el alcalde de Bucaramanga, ciudad en la que alias Pichi también ha delinquido, le pidió al Ministerio de Justicia que el criminal debe ser enviado a una cárcel de máxima seguridad lejos de las dos ciudades, “lugares donde opera y se agrupa con facilidad”. Según dijo, la prioridad de su ciudad es la seguridad.

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Cabe recordar que alias Pichi es conocido en Bucaramanga como el ‘Pablo Escobar santandereano’ debido a su control sobre el tráfico de drogas en el norte de la ciudad y su vinculación con varios homicidios. Según las investigaciones, manejaba operaciones criminales que generaban ganancias estimadas en $14.000 millones anuales, siendo el principal líder del microtráfico en la región.

A lo largo de su carrera delictiva, Camacho ha sido detenido en tres ocasiones y enfrenta cargos por homicidio agravado, tráfico de drogas, tráfico de armas, desaparición forzada y fuga de presos. Además, ha sido señalado como uno de los principales responsables de las disputas violentas por el control del microtráfico en Bucaramanga.

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