Alicia Arango, embajadora ante la ONU en Ginebra: recuento de su carrera política
Después de dos meses de manifestar que “había cumplido su misión en la cartera política”, la saliente ministra del Interior vuelve a la sede de la ONU en Suiza, cargo que ocupó de 2010 a 2013.
En septiembre pasado, la saliente ministra manifestó haber cumplido su misión en la cartera política y que deseaba volver al servicio diplomático. Después de unos meses, Arango llegará a la sede de la ONU en Ginebra, Suiza.
(Lea: ¿Quién es Daniel Palacios, nuevo ministro del Interior?)
Después de desearlo, Alicia Arango vuelve al servicio diplomático, representando a Colombia en la sede de Ginebra de Naciones Unidas. Llega a reemplazar a Adriana Mendoza, quien fue traslada a Finlandia, pese a que en la Procuraduría tiene una investigación preliminar por pasar gastos personales como gastos de representación.
Para la saliente ministra del Interior llegar al frío suizo no es problema, pues entre 2010 y 2013 se desempeñó como embajadora en Ginebra, donde se le destacó su gestión en materia de derechos laborales de los colombianos. Por su conocimiento en el tema, fue llamada por el electo Iván Duque para que hiciera parte de su gabinete como ministra de Trabajo.
Desde allí, por ejemplo, logró que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sacara de la Lista de Aplicación de Normas a Colombia como país que no cumplía a cabalidad con todas las recomendaciones en términos laborales, con relación a la trata de personas y el trabajo forzoso. Y en su paso por esa cartera se le destacó su liderazgo en la definición de los salarios mínimo para 2019 y 2020.
(Contexto de Alicia Arango en el Ministerio del Interior y su relación con el Congreso)
Sin embargo, más allá de su experiencia diplomática, a Arango se le reconoce como una acérrima uribista y se le consideraba como la persona más cercana al expresidente Álvaro Uribe del gabinete de Duque.
Su relación con el también exsenador y exgobernador comenzó a principio de este siglo, luego de haber ocupado cargos públicos a nivel regional y nacional, como asistente de dirección del entonces Coldeportes, asesora del Ministerio de Educación, delegada del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) y directora del Instituto de Recreación y Deporte (IDR) en la primera Alcaldía de Ernesto Peñalosa.
Desde entonces, su preponderancia en el uribismo ha ido en escala de forma ascendente, acompañando a Uribe en su campaña presidencial en 2002 y, una vez electo, se convirtió en su secretaria privada y su mano derecha durante sus dos mandatos. Tras el relevo que iba a significar la administración de Santos, Arango fue designada por él ministra ante Naciones Unidas en Ginebra, cargo que ocupó entre 2010 y 2013.
Sin embargo, la ruptura entre Uribe y Santos la llevó a dirigir el naciente partido de su jefe político, el Centro Democrático, que en las últimas elecciones parlamentarias se convirtió en la bancada más grande del Congreso y eligió a presidente. De acuerdo con lo que dijo El Espectador una vez se conoció su traslado del Ministerio de Trabajo al de Interior, ella desempeñó un papel clave para la aspiración de Duque en la campaña.
En Ginebra, Arango tendrá la dura tarea de responder ante la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sobre la situación que viven los líderes sociales en el país, así como el escalamiento de las masacres, que van 80, según Indepaz.

En septiembre pasado, la saliente ministra manifestó haber cumplido su misión en la cartera política y que deseaba volver al servicio diplomático. Después de unos meses, Arango llegará a la sede de la ONU en Ginebra, Suiza.
(Lea: ¿Quién es Daniel Palacios, nuevo ministro del Interior?)
Después de desearlo, Alicia Arango vuelve al servicio diplomático, representando a Colombia en la sede de Ginebra de Naciones Unidas. Llega a reemplazar a Adriana Mendoza, quien fue traslada a Finlandia, pese a que en la Procuraduría tiene una investigación preliminar por pasar gastos personales como gastos de representación.
Para la saliente ministra del Interior llegar al frío suizo no es problema, pues entre 2010 y 2013 se desempeñó como embajadora en Ginebra, donde se le destacó su gestión en materia de derechos laborales de los colombianos. Por su conocimiento en el tema, fue llamada por el electo Iván Duque para que hiciera parte de su gabinete como ministra de Trabajo.
Desde allí, por ejemplo, logró que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sacara de la Lista de Aplicación de Normas a Colombia como país que no cumplía a cabalidad con todas las recomendaciones en términos laborales, con relación a la trata de personas y el trabajo forzoso. Y en su paso por esa cartera se le destacó su liderazgo en la definición de los salarios mínimo para 2019 y 2020.
(Contexto de Alicia Arango en el Ministerio del Interior y su relación con el Congreso)
Sin embargo, más allá de su experiencia diplomática, a Arango se le reconoce como una acérrima uribista y se le consideraba como la persona más cercana al expresidente Álvaro Uribe del gabinete de Duque.
Su relación con el también exsenador y exgobernador comenzó a principio de este siglo, luego de haber ocupado cargos públicos a nivel regional y nacional, como asistente de dirección del entonces Coldeportes, asesora del Ministerio de Educación, delegada del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) y directora del Instituto de Recreación y Deporte (IDR) en la primera Alcaldía de Ernesto Peñalosa.
Desde entonces, su preponderancia en el uribismo ha ido en escala de forma ascendente, acompañando a Uribe en su campaña presidencial en 2002 y, una vez electo, se convirtió en su secretaria privada y su mano derecha durante sus dos mandatos. Tras el relevo que iba a significar la administración de Santos, Arango fue designada por él ministra ante Naciones Unidas en Ginebra, cargo que ocupó entre 2010 y 2013.
Sin embargo, la ruptura entre Uribe y Santos la llevó a dirigir el naciente partido de su jefe político, el Centro Democrático, que en las últimas elecciones parlamentarias se convirtió en la bancada más grande del Congreso y eligió a presidente. De acuerdo con lo que dijo El Espectador una vez se conoció su traslado del Ministerio de Trabajo al de Interior, ella desempeñó un papel clave para la aspiración de Duque en la campaña.
En Ginebra, Arango tendrá la dura tarea de responder ante la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sobre la situación que viven los líderes sociales en el país, así como el escalamiento de las masacres, que van 80, según Indepaz.
