“Aló, ¿por favor Colombia?”
La idea es que los candidatos presidenciales y sus fórmulas vicepresidenciales dediquen 10 minutos de cada semana para dialogar con un ciudadano seleccionado aleatoriamente. Iniciativa liderada por seis jóvenes colombianos y diseñada en la clase de emprendimiento público en Harvard, en alianza con El Espectador.
-Redacción Política
Únicamente el 35,2 % de los habitantes de Uribia (La Guajira) participaron en las elecciones atípicas para elegir gobernador, celebradas en noviembre de 2016, tras la destitución de Oneida Pinto. ¿El resultado? Unas elecciones decididas por una minoría, un gobernador elegido (Wílmer González Brito) y prontamente suspendido con acusaciones de corrupción. Como en muchas regiones del país, dos problemas coinciden para que el abstencionismo sea una constante.
El primero es la apatía electoral que se ve ilustrada por un fuerte contraste. Mientras más del 90 % de la población del citado municipio sufre falta de acceso a servicios básicos, como un acueducto, que son responsabilidad del Estado, menos de un 40 % se involucra en elegir a los líderes mejor posicionados para solucionar esas dificultades. No se hace una conexión entre los problemas del día a día y la falta de involucramiento. ¿La razón? Se piensa que todo está “cocinado” y que los políticos se han dedicado a hacer promesas que no cumplen. ¿Para qué involucrarse?
El segundo es la altísima polarización y deshumanización que permea el entorno político. Aunque la llegada de las redes sociales y las tecnologías de la información trajo consigo una eficaz herramienta de activismo, a su vez tuvo efectos devastadores sobre el proceso democrático. Es común ver insultos y amenazas en todos los procesos electorales, como las sufridas por el gobernador (e) de La Guajira, Jorge Enrique Vélez, durante los mencionados comicios atípicos de 2016.
Lo crítico es que aunque esta parece una situación única de ese departamento o de unos pocos, la realidad es que estas dos problemáticas —la apatía y la polarización— están presentes en toda Colombia. Basta con mirar que una minoría, menos del 50 %, lleva eligiendo al Congreso de la República en los últimos 20 años. Hoy el país se enfrenta a una alta apatía, una creciente polarización y una dominante twitterpolítica, que hace a los candidatos figuras digitales y no personas, y que hace los debates agresivos e incompletos, en lugar de convergentes y pertinentes.
Ante esta situación nació la iniciativa “Aló, ¿por favor Colombia?”, que busca enfrentar los fenómenos mencionados a través de una idea muy simple: que los candidatos presidenciales y sus fórmulas vicepresidenciales dediquen 10 minutos de cada semana (#retodelos10minutos) para dialogar telefónicamente con un ciudadano seleccionado aleatoriamente. La idea es que la llamada se publique y se abra un debate sobre su contenido, y que el ciudadano, que es escogido con una semana de anticipación, se prepare en conjunto con su comunidad para hacer las mejores preguntas al candidato.
La iniciativa, liderada por jóvenes colombianos y diseñada en la clase de emprendimiento público en Harvard, es independiente a los partidos políticos y está invitando a todos los candidatos a participar en esta nueva forma de hacer política: cercana a los ciudadanos y lejana de las redes, las noticias y las cuentas falsas, los insultos y las preguntas y respuestas de siempre. A su vez, invita a todos los ciudadanos, sin importar dónde vivan, qué apellido tengan o a qué se dediquen, a participar e involucrarse en las conversaciones con los líderes que deberán responderles en los próximos cuatro años de mandato.
La iniciativa busca generar interacciones auténticas. ¿Cuándo fue la última vez que un ciudadano y un político conversaron en público por 10 minutos sin necesidad de un intermediario? También pretende ser un mecanismo de rendición de cuentas, porque al publicar las conversaciones se quiere hacer seguimiento a las propuestas y promesas de cada candidato. Y, por último, está al alcance de todos, pues se les dará la misma opción a todos los ciudadanos de participar.
Se espera realizar las primeras llamadas con candidatos y fórmulas vicepresidenciales en las semanas del 16 y del 23 de abril. Las llamadas serán publicadas en las redes sociales de la iniciativa y en El Espectador, que se ha aliado con la iniciativa para darle alcance nacional y hacer un llamado a la gente y a los candidatos: ¡ciudadanos, regístrense para participar en www.AloPorFavorColombia.com y esperen a ser contactados o a ayudar a alguien en su comunidad a prepararse para participar!
Y la solicitud a los candidatos es que dediquen 10 minutos semanales a los colombianos de a pie, acepten el #retodelos10minutos y tendrán acceso al electorado de forma más auténtica. Podrán responder las preguntas pertinentes a los ciudadanos directamente. Así que levanten el teléfono 10 minutos por semana en su apretada agenda y contacten al país: “Aló, ¿por favor Colombia?”
Únicamente el 35,2 % de los habitantes de Uribia (La Guajira) participaron en las elecciones atípicas para elegir gobernador, celebradas en noviembre de 2016, tras la destitución de Oneida Pinto. ¿El resultado? Unas elecciones decididas por una minoría, un gobernador elegido (Wílmer González Brito) y prontamente suspendido con acusaciones de corrupción. Como en muchas regiones del país, dos problemas coinciden para que el abstencionismo sea una constante.
El primero es la apatía electoral que se ve ilustrada por un fuerte contraste. Mientras más del 90 % de la población del citado municipio sufre falta de acceso a servicios básicos, como un acueducto, que son responsabilidad del Estado, menos de un 40 % se involucra en elegir a los líderes mejor posicionados para solucionar esas dificultades. No se hace una conexión entre los problemas del día a día y la falta de involucramiento. ¿La razón? Se piensa que todo está “cocinado” y que los políticos se han dedicado a hacer promesas que no cumplen. ¿Para qué involucrarse?
El segundo es la altísima polarización y deshumanización que permea el entorno político. Aunque la llegada de las redes sociales y las tecnologías de la información trajo consigo una eficaz herramienta de activismo, a su vez tuvo efectos devastadores sobre el proceso democrático. Es común ver insultos y amenazas en todos los procesos electorales, como las sufridas por el gobernador (e) de La Guajira, Jorge Enrique Vélez, durante los mencionados comicios atípicos de 2016.
Lo crítico es que aunque esta parece una situación única de ese departamento o de unos pocos, la realidad es que estas dos problemáticas —la apatía y la polarización— están presentes en toda Colombia. Basta con mirar que una minoría, menos del 50 %, lleva eligiendo al Congreso de la República en los últimos 20 años. Hoy el país se enfrenta a una alta apatía, una creciente polarización y una dominante twitterpolítica, que hace a los candidatos figuras digitales y no personas, y que hace los debates agresivos e incompletos, en lugar de convergentes y pertinentes.
Ante esta situación nació la iniciativa “Aló, ¿por favor Colombia?”, que busca enfrentar los fenómenos mencionados a través de una idea muy simple: que los candidatos presidenciales y sus fórmulas vicepresidenciales dediquen 10 minutos de cada semana (#retodelos10minutos) para dialogar telefónicamente con un ciudadano seleccionado aleatoriamente. La idea es que la llamada se publique y se abra un debate sobre su contenido, y que el ciudadano, que es escogido con una semana de anticipación, se prepare en conjunto con su comunidad para hacer las mejores preguntas al candidato.
La iniciativa, liderada por jóvenes colombianos y diseñada en la clase de emprendimiento público en Harvard, es independiente a los partidos políticos y está invitando a todos los candidatos a participar en esta nueva forma de hacer política: cercana a los ciudadanos y lejana de las redes, las noticias y las cuentas falsas, los insultos y las preguntas y respuestas de siempre. A su vez, invita a todos los ciudadanos, sin importar dónde vivan, qué apellido tengan o a qué se dediquen, a participar e involucrarse en las conversaciones con los líderes que deberán responderles en los próximos cuatro años de mandato.
La iniciativa busca generar interacciones auténticas. ¿Cuándo fue la última vez que un ciudadano y un político conversaron en público por 10 minutos sin necesidad de un intermediario? También pretende ser un mecanismo de rendición de cuentas, porque al publicar las conversaciones se quiere hacer seguimiento a las propuestas y promesas de cada candidato. Y, por último, está al alcance de todos, pues se les dará la misma opción a todos los ciudadanos de participar.
Se espera realizar las primeras llamadas con candidatos y fórmulas vicepresidenciales en las semanas del 16 y del 23 de abril. Las llamadas serán publicadas en las redes sociales de la iniciativa y en El Espectador, que se ha aliado con la iniciativa para darle alcance nacional y hacer un llamado a la gente y a los candidatos: ¡ciudadanos, regístrense para participar en www.AloPorFavorColombia.com y esperen a ser contactados o a ayudar a alguien en su comunidad a prepararse para participar!
Y la solicitud a los candidatos es que dediquen 10 minutos semanales a los colombianos de a pie, acepten el #retodelos10minutos y tendrán acceso al electorado de forma más auténtica. Podrán responder las preguntas pertinentes a los ciudadanos directamente. Así que levanten el teléfono 10 minutos por semana en su apretada agenda y contacten al país: “Aló, ¿por favor Colombia?”