Análisis de Rodrigo Pardo: ¿Una nueva Guerra Fría?
Algunos autores consideran que el escenario global de hoy se parece al de las tensiones políticas de los años sesenta del siglo XX. ¿Exageran?
Rodrigo Pardo @RPardoGP * / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
El momento crítico que atraviesa el mundo genera cada vez más preocupaciones. Algunos autores afirman que hay una nueva Guerra Fría, expresión que se utilizó para bautizar la época difícil que siguió a la Segunda Guerra Mundial, caracterizada por la proliferación de conflictos y, sobre todo, por la tensión permanente entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y por momentos de inquietud y zozobra que tuvieron muchos episodios, entre los cuales sobresale, bajo la presidencia de John Kennedy, el de Moscú enviando a Cuba buques armados que alcanzaron a poner en jaque al gobierno de John F. Kennedy y en peligro grave la paz mundial. (Lea más análisis de Rodrigo Pardo, aquí sobre la era Petro).
¿Es comparable ese episodio terrible con lo que está ocurriendo hoy? ¿Igual de grave y peligroso? Porque lo cierto es que cada vez se echa mano de la comparación entre los dos momentos, tal vez para resaltar la gravedad -y el carácter peligroso- de estos tiempos. Mariano Aguirre publicó un libro que ha tenido indudable impacto sobre los peligros que atraviesa la comunidad internacional. Y se titula, precisamente, Guerra Fría 2.0. El autor, argentino, es periodista y analista de política exterior y consejero sénior en la oficina de Naciones Unidas en Bogotá.
La lectura es útil para entender un momento tan complejo como el que atraviesa la comunidad internacional, y es también una invitación seria para atender un reto tan complejo e interesante a la vez: el análisis entre los dos momentos -¿las dos “guerras frías”?- y la búsqueda de elementos similares, así como sus diferencias profundas como la innovación tecnológica en la construcción de armamentos y en la elaboración de estrategias para la guerra, así como para la diplomacia. Aguirre presenta estos temas en una interesante entrevista concedida a la BBC, en la cual afirma, de manera contundente, que estamos en una nueva Guerra Fría.
Desde luego, la comparación no puede exagerarse, sobre todo porque el lapso transcurrido es largo y, también, es un período de grandes innovaciones en tecnologías y en los instrumentos para librar conflictos. Asimismo, hay que tener en cuenta que para construir la paz la diplomacia se ha fortalecido.
El hecho es que basta con que se hagan comparaciones sobre los dos momentos, el actual y el de los años 60, para entender la gravedad de la crisis de hoy, y preguntar hasta dónde se está iniciando una nueva era de inestabilidad y de amenazas bélicas. ¿Exagerado?
Entre otras cosas, no sobra mirar los cambios que se han producido en la región. A diferencia de otros momentos cruciales, hoy existen tendencias diversas y muy poco homogéneas, y no es un momento semejante a los años sesenta en cuanto a la confianza en los consensos y la construcción de nuevos esquemas de cooperación. Más bien se han debilitado algunos de los que habían surgido en aquella época, la Guerra Fría.
¿Cómo operará, por ejemplo, la corriente de tendencia hacia la izquierda que se ha fortalecido en el continente? ¿Construirá el recién llegado por segunda vez a la presidencia de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, un liderazgo regional? ¿Y Estados Unidos? ¿Mantendrá en la “nueva Guerra Fría” la primacía que ejerció en la primera (sobre todo en América Latina)? ¿Convivirán de una manera constructiva las “dos izquierdas”, es decir, la de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y la de Brasil, Chile y Colombia en la otra esquina?
Preguntas válidas cuando hay otros interrogantes serios, como el impacto de Donald Trump y su innegable influencia en el país del norte. El expresidente conserva altos niveles de apoyo en las encuestas, liderazgo real en los sectores de la derecha. Claro, habrá que ver cómo se desarrolla su competencia con el recientemente lanzado Ronald DeSantis, y cómo se desarrollan los procesos judiciales que siguen marchando en su contra.
Un escenario, en fin, más complejo (y confuso) que lo usual. Una competencia con factores impredecibles en la gran potencia, justo cuando vuelve a hablarse de una nueva edición de la Guerra Fría. O, como dice el título del libro de Mariano Aguirre, una Guerra Fría 2.0.
* Periodista y excanciller de Colombia.
El momento crítico que atraviesa el mundo genera cada vez más preocupaciones. Algunos autores afirman que hay una nueva Guerra Fría, expresión que se utilizó para bautizar la época difícil que siguió a la Segunda Guerra Mundial, caracterizada por la proliferación de conflictos y, sobre todo, por la tensión permanente entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y por momentos de inquietud y zozobra que tuvieron muchos episodios, entre los cuales sobresale, bajo la presidencia de John Kennedy, el de Moscú enviando a Cuba buques armados que alcanzaron a poner en jaque al gobierno de John F. Kennedy y en peligro grave la paz mundial. (Lea más análisis de Rodrigo Pardo, aquí sobre la era Petro).
¿Es comparable ese episodio terrible con lo que está ocurriendo hoy? ¿Igual de grave y peligroso? Porque lo cierto es que cada vez se echa mano de la comparación entre los dos momentos, tal vez para resaltar la gravedad -y el carácter peligroso- de estos tiempos. Mariano Aguirre publicó un libro que ha tenido indudable impacto sobre los peligros que atraviesa la comunidad internacional. Y se titula, precisamente, Guerra Fría 2.0. El autor, argentino, es periodista y analista de política exterior y consejero sénior en la oficina de Naciones Unidas en Bogotá.
La lectura es útil para entender un momento tan complejo como el que atraviesa la comunidad internacional, y es también una invitación seria para atender un reto tan complejo e interesante a la vez: el análisis entre los dos momentos -¿las dos “guerras frías”?- y la búsqueda de elementos similares, así como sus diferencias profundas como la innovación tecnológica en la construcción de armamentos y en la elaboración de estrategias para la guerra, así como para la diplomacia. Aguirre presenta estos temas en una interesante entrevista concedida a la BBC, en la cual afirma, de manera contundente, que estamos en una nueva Guerra Fría.
Desde luego, la comparación no puede exagerarse, sobre todo porque el lapso transcurrido es largo y, también, es un período de grandes innovaciones en tecnologías y en los instrumentos para librar conflictos. Asimismo, hay que tener en cuenta que para construir la paz la diplomacia se ha fortalecido.
El hecho es que basta con que se hagan comparaciones sobre los dos momentos, el actual y el de los años 60, para entender la gravedad de la crisis de hoy, y preguntar hasta dónde se está iniciando una nueva era de inestabilidad y de amenazas bélicas. ¿Exagerado?
Entre otras cosas, no sobra mirar los cambios que se han producido en la región. A diferencia de otros momentos cruciales, hoy existen tendencias diversas y muy poco homogéneas, y no es un momento semejante a los años sesenta en cuanto a la confianza en los consensos y la construcción de nuevos esquemas de cooperación. Más bien se han debilitado algunos de los que habían surgido en aquella época, la Guerra Fría.
¿Cómo operará, por ejemplo, la corriente de tendencia hacia la izquierda que se ha fortalecido en el continente? ¿Construirá el recién llegado por segunda vez a la presidencia de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, un liderazgo regional? ¿Y Estados Unidos? ¿Mantendrá en la “nueva Guerra Fría” la primacía que ejerció en la primera (sobre todo en América Latina)? ¿Convivirán de una manera constructiva las “dos izquierdas”, es decir, la de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y la de Brasil, Chile y Colombia en la otra esquina?
Preguntas válidas cuando hay otros interrogantes serios, como el impacto de Donald Trump y su innegable influencia en el país del norte. El expresidente conserva altos niveles de apoyo en las encuestas, liderazgo real en los sectores de la derecha. Claro, habrá que ver cómo se desarrolla su competencia con el recientemente lanzado Ronald DeSantis, y cómo se desarrollan los procesos judiciales que siguen marchando en su contra.
Un escenario, en fin, más complejo (y confuso) que lo usual. Una competencia con factores impredecibles en la gran potencia, justo cuando vuelve a hablarse de una nueva edición de la Guerra Fría. O, como dice el título del libro de Mariano Aguirre, una Guerra Fría 2.0.
* Periodista y excanciller de Colombia.