“Es un caso sin pies ni cabeza”: Lozano sobre presunta corrupción con recursos del metro

¿Hacia dónde se dirige el partido Alianza Verde después del escándalo de corrupción en la UNGRD que involucraría a algunos de sus miembros?

¿Hacia dónde se dirige el partido Alianza Verde después del escándalo de corrupción en la UNGRD que involucraría a algunos de sus miembros?

Estamos atravesando un momento muy duro. Renunciaron dos figuras muy importantes en la política colombiana y en el partido: nuestro líder fundacional, el profesor Antanas Mockus, y la exalcaldesa Claudia López. El partido tiene una tensión interna que no es nueva, simplemente se ha acrecentado porque hay diversidad de tendencias. Y hay un sector que es de izquierda que tiene total convicción en su apoyo al gobierno actual y que ha perseverado en que nuestro partido siga en el gobierno. Nosotros hemos querido estar en la independencia para apoyar con total libertad las cosas que estén bien, como se hizo con el gobierno Santos o el gobierno Duque, pero también con la libertad de la oposición.

Es decir, el caso de corrupción que salpicaría al presidente del Senado, Iván Name, y a la exconsejera para las regiones, Sandra Ortiz, sacó a la luz las diferencias al interior de la Alianza Verde?

Que hayan sido mencionados fue un punto de inflexión, muy grave. Pero también quiero dejar la claridad que le corresponde a la Justicia, a la Fiscalía y a la Corte Suprema aclarar los hechos, sobre todo en esta época de noticias falsas. Entonces yo creo que hay que tener mucha prudencia. Lo de fondo empezó en el año 2021, pues un sector del partido quería apoyar a Petro desde la primera vuelta y otros optamos por Centro Verde Centro Esperanza. Entonces esa tensión se ha incrementado durante el ejercicio del Gobierno.

¿Qué se necesita para resolver esas diferencias?, ¿buscarán la escisión del partido?

Hay varias conversaciones pendientes entre todas las tendencias del partido y que hay que saberlas dar con mucho respeto por la diferencia.

(Lea: “Revés del MinIgualdad en la Corte también amenaza el trámite de las reformas de Petro”)

La exalcaldesa y quien es su pareja, Claudia López, renunció al partido. Se creería que usted va a tomar la misma decisión. ¿Va a renunciar a la Alianza Verde?

Mi carrera política es propia. Llevo 28 años haciendo política y con Claudia llevo 12 años. Tenemos muchas coincidencias, pero la gente no se imagina las diferencias que tenemos. Yo tengo un rol que es el de senadora de la República, representando a hombres y mujeres que me han delegado su voz y debo honrar integralmente ese compromiso. Ella está estudiando, está por fuera, pero la renuncia de ella y del profe Mockus la hacen desde su rol. Lo que decidamos, lo haré con otros colegas de la bancada.

¿Qué pasará con las aspiraciones presidenciales que entiendo tiene la exalcaldesa y su sector para 2026, ahora sin partido?

Falta mucho tiempo para eso, pues no va ni por la mitad el Gobierno del presidente Petro. El liderazgo, por supuesto, tampoco se construye de un día para otro y ella tiene un reconocimiento y una gestión propia. Y ya soltó y renunció. Ella dijo, yo llegué con Mockus, me voy con Mockus.

En medio de una posible escisión y más renuncias, ¿le ve futuro al proyecto de ley de transfuguismo, para que congresistas puedan cambiarse de partido?, ¿está de acuerdo con eso?

Nunca me ha gustado. Siempre me he opuesto a esos proyectos de transfuguismo. Pero esta vez hay un escenario diferente, pues en el 2022 había 12 partidos y hoy hay 36. Este desbarajuste institucional implica un reacomodamiento que yo creo es de largo plazo. En este contexto, creo que es razonable.

El escándalo de corrupción del que está hablando el país tocaría a los presidentes de la Cámara, Andrés Calle, y del Senado, Iván Name, quienes al parecer habrían recibido dineros para agilizar el trámite de las reformas. ¿Qué está pasado en el Congreso?, ¿hay transacciones por votos, como lo han señalado algunos?

Es incierto y a nadie le consta. Estos personajes que están siendo investigados y, ante la Fiscalía, Olmedo López y Sneyder Pinilla están pidiendo principio de oportunidad porque reconocen que cometieron delitos, pero lo que tienen que probar es muy grave. Para el país, cada noticia es peor que la otra, pero aquí lo importante es la celeridad en la justicia. Si es verdad, que caigan, pero si es mentira, pensemos también en el daño reputacional y a la dignidad de ellos y a la institucional del Congreso. Ellos están reconociendo que cometieron un delito y necesitamos que se sepa rápido todo. Pero, sobe todo, hay que recuperar la plata, porque hasta que no recuperemos la plata esto va a ser un círculo vicioso.

¿Cuál será el futuro de Iván Name y Sandra Ortiz en el Partido Verde?

Ya se abrió internamente el proceso ético y de evaluación de los casos. Pero, con seguridad, el Comité de Ética no tiene información propia de la justicia. Por eso, necesitamos que la justicia aclare. De verdad, yo deseo por el bien del país y el de ellos mismos, que todo esto sea una infamia y una difamación. ¿Qué pasaría si llega a ser realidad?, vendrá una expulsión y una sanción muy drástica, por supuesto interna, y en justicia.

¿Usted cree en la versión de Pinilla?, ¿el presidente del Senado sí recibió esos dineros?

Los pícaros cuando hablan, algo de lo que dicen es cierto y algo de lo que dicen no lo será. Pero, eso no se resuelve con opiniones ni al ojo. Serán los fiscales y la justicia. Yo que soy victima de inventos graves quiero tener ponderación. Si me lo hacen a mi, se lo pueden hacer a otros

El país sale de un escándalo de corrupción y entra a otro. Y se habla de un presunto caso en el contrato del metro de Bogotá, que la salpicaría a usted y a la exalcaldesa Claudia López, a quien ya llamaron a interrogatorio a la Fiscalía. Ustedes insisten que no hubo irregularidad, entonces, ¿por que fue citada?

Este es un caso sin pies ni cabeza. La revista Semana publicó en septiembre de 2023 que hubo corrupción en la primera línea de Metro contratada en 2019 por Enrique Peñalosa y que se robaron 6.000 millones de pesos para mi campaña al Senado en 2022. Pero no coincide nada con nada, porque el contrato lo firmó Peñalosa en 2019. Y en octubre, la Corte escuchó a los dos personajes de la grabación que armó el escándalo, y el señor que habló en ese audio dijo que todo era una broma. Además, lo que publicaron en Semana está editado. El caso empezó en la Corte Suprema, pero se termina en la Fiscalía.

Es decir, ¿este llamado interrogatorio es para cerrar la investigación?

Primero, no hay investigación, no hay proceso, pues es preliminar. Ya están todas las pruebas de que no pasó nada, pero falta hacer el cierre final.

Entonces, ¿tienen tranquilidad frente a lo que se está investigando?

Es absurdo y descabellado. El señor que habló por teléfono bobadas, fue a llorar, a pedir perdón y a retractarse ante todas las instancias. Entonces no hay absolutamente nada, salvo gente con una pistola de daño moral, de sicariato moral, difundiendo noticias falsas para hacer daño.

Senadora, ¿cómo ve el gobierno del presidente Gustavo Petro, especialmente, en un momento de tanta tensión y en el que incluso él insiste en un “golpe blando” tras la radicación de la ponencia en el Consejo Nacional Electoral (CNE) que pide formular cargos?

Es preocupante, porque no contribuye a la democracia. Es la primera vez que hay un gobierno distinto a todos, guste o no. Es una izquierda muy caracterizada, pero el desafío es que al gobierno le vaya bien. No me gusta y no comparto el estilo del presidente, pues él optó por bloquear la diferencia, echó del gabinete a los sectores que personalmente más me gustaban y a los que representaban al centro, como una Cecilia López o un Alejandro Gaviria.

Es decir, el presidente se encerró en la izquierda pura y creo que desde ahí está emitiendo un mensaje divisivo para el país. Yo le ruego que se enfoque en gobernar, pues la campaña ya pasó, pero él está más enfocado en agitar a las bases. Así lo vimos en la Alcaldía, claro, pese al abuso de poder del entonces procurador Alejandro Ordóñez que lo sacó del cargo injusta y abusivamente. El presidente es paranoico, pero porque ha sido perseguido. No obstante, ya llegó a la dignidad pública más importante en el país y quisiéramos que se enfocara en ejecutar.

Usted lleva mucho tiempo en el Congreso y una de las luchas del presidente ha sido con el Legislativo, por el trámite y aprobación de las reformas. En el contexto actual, ¿hay posibilidad de sacar las reformas?

Este es mi tercer periodo en el Congreso y el último, porque promovimos en la consulta anticorrupción tres periodos como máximo, uno en Cámara y dos en Senado. Yo celebro que por fin el país está discutiendo temas centrales como la reforma pensional, que en Colombia es una necesidad porque hay un esquema injusto y que subsidia a los que más ganan, pero por todo este estilo divisivo no se van a poder sacar los proyectos. Claro, hay gente que quiere dilatar. Es lamentablemente toda esta turbulencia en este momento, pues los días son muy precisos y queda muy poco margen de maniobra. Creo que el clima político hace que se aborten los proyectos necesarios.

¿Cómo evalúa hasta el momento la alcaldía de Carlos Fernando Galán, a quien ustedes respaldaron?

Yo creo que Bogotá tiene líderes políticos serenos. De hecho, espero que Juan Daniel Oviedo sea el sucesor y el próximo alcalde, así sea tan prematuro decirlo. Ambos formularon continuidad del grueso de políticas en Bogotá y eso es lo que se necesita. Necesitamos salir de esa pelea tonta entre Petro y Peñalosa. Creo que el alcalde ha optado por terminar el metro y por no dejarse enredar en peleas., aunque le está tocando muy difícil porque el Gobierno Nacional está abusando del poder e invadiendo competencias. Por ejemplo, están haciendo intervenciones en las subredes y nos están notificando que le niegan las licencias ambientales a proyectos contratados después de muchos años y de mucho esfuerzo para ampliar la carrera 7.ª y otras vías. Hay rumores de intervención en el acueducto. Entonces, el presidente no gobierna en lo nacional, pero está invadiendo competencias de los entes territoriales.

Estamos en un año em el que se adelantó la campaña electoral e incluso hay nombres de precandidatos. ¿Qué fuerza política cree que llegará en 2026 a partir de lo que estamos viviendo en este momento?

Creo que es un síntoma de mal gobierno que sin llegar a la mitad del del periodo ya estemos pensando en el proceso electoral. Yo veo 30 y pico de candidatos, de todos los colores y tendencias. La ciudadanía sabrá escoger, aunque es muy prematuro. Por ejemplo, ¿quién veía a Rodolfo Hernández dos años antes de elecciones? Absolutamente nadie y pudo ganar.

¿Es el turno para una mujer presidenta?

Claro, y el 2 de junio México va escoger a una mujer presidenta. Yo voy a ir a esas elecciones como observadora. Y, definitivamente, Colombia está lista para una mujer y creo que las habrá de todas las tendencias políticas: en la derecha está María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, hasta tal vez Vicky Dávila; en el centro, está Claudia y en la izquierda está María José Pizarro, Francia Márquez y otras.

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