La elección de los nuevos magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) seguirá en vilo por decisión del Congreso. La escogencia, que se tenía prevista para el pasado 23 de agosto, ha sido cambiada dos veces de fecha y no se tiene aún la certeza de los motivos.
La elección de las nueve personas que ocuparan las sillas del máximo tribunal electoral del país, ha estado rodeada de debates sobre la manera en que llegan los magistrados. En el nuevo Congreso se ha planteado la idea de reformarla cambiando su origen político, pero lo cierto es que, mientras no se cambien las normas, al menos por una vez más serán los senadores y representantes a la Cámara los que elegirán a sus nueve magistrados para un período de cuatro años.
El cronograma establecido por las mesas directivas del Legislativo señala que hasta el pasado miércoles 17 de agosto había aplazo para postular candidatos y que la elección se haría el pasado martes 23 de agosto, luego fue aplazado para el 24 del mismo mes, y ahora se hará el 30.
La demora en la escogencia sería porque no se han concretado acuerdos ni alianzas entre los partidos para elegir, de los 26 candidatos, a los nueve que ocuparan las magistraturas del CNE. Tras el aplazamiento, se rumoró en el Capitolio que el Pacto Histórico tendría asegurados a dos de sus candidatos por el número de curules que tiene en el Congreso, pero busca una tercera en la que tendría que aliarse con algunos partidos, incluido el Conservador.
Asimismo, hay algunas voces que dicen que hay descontentos de algunos, tanto colectividades como políticos, por la costumbre de tener que hacer acuerdos con quienes tiene ideologías completamente diferentes. Uno de los posibles acuerdos que no cayó muy bien fue que se le quitaría a los liberales una de las sillas para sus candidatos.
En el caso del Álvaro Hernán Prada, el Centro Democrático no ha tenido un pronunciamiento oficial, pero no han desistido de su postulación como candidato, a pesar de ser llamado a juicio por la Corte Suprema dentro del Caso Uribe, por presunta manipulación de testigos. El llamado no es ningún impedimento para que siga en su aspiración al CNE, pues no se le ha declarado culpable por delito alguno.
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