Apoyos censurados: ¿quiénes son y por qué los cuestionamientos?
Esta semana estalló la primera gran crisis en la Coalición de la Esperanza, tras los apoyos que recibió Alejandro Gaviria que terminaron en la salida de Ingrid Betancourt de la alianza. Pero no es el único equipo con discusiones internas por los apoyos que se reciben, pues el Pacto Histórico nació en medio de cuestionamientos a sus principales figuras. ¿Quiénes son?
El modelo de coaliciones que predomina en estas elecciones tiene un riesgo: los miembros tienen poco que los una, más allá de ciertas ideas y, por supuesto, su deseo de llegar a la Casa de Nariño. Pero no están atados a un partido o algo que los comprometa de raíz, por lo que así como entran a las alianzas pueden retirarse sin más. Lo vimos en la última semana tras lo ocurrido con Ingrid Betancourt, quien firmó su retiro de la Coalición Centro Esperanza (CCE) luego de un par de semanas desde que anunció su aspiración presidencial. Aunque Betancourt hizo parte de la coalición desde sus inicios, la unión que existía no soportó la primera gran crisis del equipo de centro cuyas raíces fueron los recientes apoyos a Alejandro Gaviria.
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El modelo de coaliciones que predomina en estas elecciones tiene un riesgo: los miembros tienen poco que los una, más allá de ciertas ideas y, por supuesto, su deseo de llegar a la Casa de Nariño. Pero no están atados a un partido o algo que los comprometa de raíz, por lo que así como entran a las alianzas pueden retirarse sin más. Lo vimos en la última semana tras lo ocurrido con Ingrid Betancourt, quien firmó su retiro de la Coalición Centro Esperanza (CCE) luego de un par de semanas desde que anunció su aspiración presidencial. Aunque Betancourt hizo parte de la coalición desde sus inicios, la unión que existía no soportó la primera gran crisis del equipo de centro cuyas raíces fueron los recientes apoyos a Alejandro Gaviria.
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Para Betancourt era inadmisible que alguno de los miembros de la coalición se vinculara con maquinarias o casas políticas, teniendo en cuenta que uno de los principios era estar alejado de los extremos y la política tradicional. Por eso la ahora candidata presidencial de Verde Oxígeno cuestionó el respaldo que le dieron a Gaviria los senadores Miguel Ángel Pinto y Germán Varón Cotrino, miembros del Partido Liberal y Cambio Radical, respectivamente, colectividades que por ahora no tienen candidato presidencial y por tanto sus militantes pueden decidir a quién apoyar.
Aunque nunca justificó el por qué de su recelo con ambos políticos, Betancourt rechazó ambos apoyos afirmando que la CCE “señala la entrada de apoyos de las maquinarias como un error que se lamenta. Sin embargo, no anuncia acción con respecto a los apoyos ya recibidos de las maquinarias a Alejandro Gaviria”, según dijo la candidata en el comunicado público en el que anunció su salida de la coalición de centro. “En estas condiciones, nos vemos obligados a dar un paso al costado de la Coalición Centro Esperanza. Seré candidata independiente a la Presidencia por el partido Verde Oxígeno. Un partido que no hace concesiones en la lucha frente a la maquinaria porque aquí no puede haber zonas grises”, agregó.
A priori, ni Pinto ni varón Cotrino tienen a sus espaldas grandes escándalos por los que los hayan encontrado responsables. Ambos pertenecen a partidos tradicionales y, por tanto, tienen vínculos con diferentes grupos políticos, muchos de ellos cuestionados. Por ejemplo a Pinto, natural de Bucaramanga, se le ha vinculado con Didier Tavera, exrepresentante a la Cámara, exgobernador de Santander e investigado por presunta corrupción. Y, cómo reveló este diario la pasada edición dominical, la fórmula de Tavera en el departamento seria Miguel Ángel Pinto para el Senado y Diego Fran Ariza para la Cámara, algo que de inmediato fue rechazado por Betancourt.
En el caso de Varón Cotrino, quizás lo más trascendental es que es una de las personas más cercanas al poderoso exvicepresidente Germán Vargas Lleras. También se le recuerda por el escándalo que estalló en mayo de 2020, durante el momento más duro de la cuarentena, cuando se conoció que Edy Fonseca fue contratada como celadora por un conjunto de apartamentos en un barrio de clase alta bogotana, en el que residía el padre de Varón Cotrino. En ese entonces, la indignación se centró en la crueldad con que habrían tratado a Fonseca, a quien le habrían impuesto condiciones humillantes y casi de esclavitud.
Más allá de eso, Varón Cotrino ha sido uno de los congresistas que suele apoyar con su voto la bancada de gobierno en el Congreso. Asimismo, hace 10 años, cuando era representante a la Cámara por Bogotá, se le vinculó con el “Carrusel de contratación” en la capital debido a una declaración de Germán Olano Becerra, testigo clave del escándalo, que indicaba que “Varón Cotrino fue abordado por personas supuestamente cercanas a los denunciados con el objetivo de que presionara a Olano para que guardara silencio y cesara su colaboración con la Corte Suprema de Justicia”. Una revelación que fue negada por el senador, quien manifestó tener “una posición clara” en contra de la administración de Samuel Moreno.
Y si por la coalición de centro llueve, en el Pacto Histórico (PH) no escampa. La alianza de centro-izquierda, liderada por el senador Gustavo Petro, fue la primera en afrontar varias crisis producto del aterrizaje de políticos cuestionados, incluso algunos de ellos sin un pasado en la izquierda. Es más, la coalición nació en medio de cuestionamientos pues Roy Barreras y Armando Benedetti fueron las primeras figuras en hacer parte de la coalición. Vale recordar que ambo tuvieron un pasado en el Partido de la U, cuando la colectividad era uribista, y de hecho se les recuerda por su apoyo a los expresidentes Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.
En su momento, Petro justificó la llegada de los dos políticos, que en teoría no eran considerados como de izquierda, afirmando que justo de eso se trataba un pacto. Esa teoría la tuvo que reforzar tras la llegada a la campaña Alfredo Saade, líder religioso de la costa Caribe y conocido por sus posturas antiderechos y en contra de la comunidad LGBTI+. La llegada del pastor fue toda una novela, pues primero entró a la coalición como un apoyo más y, ante la lluvia de críticas por parte de miembros y seguidores del PH, se retiró. Un mes después regresó, pero como precandidato presidencial, posición que aún tiene. “Un pacto es también con las diferentes creencias religiosas de Colombia”, dijo Petro en su momento para explicar la adhesión.
Luego de Saade, debido a los argumentos que esgrimieron desde el PH, se empezaron casi a normalizar los apoyos de políticos y líderes que poco tenían que ver con el ideal de igualdad social. No obstante, una nueva tormenta se desató cuando empezaron los coqueteos entre Petro y Luis Pérez, exgobernador de Antioquia. Todo empezó con una reunión entre Pérez e Isabel Cristina Zuleta, líder del movimiento Ríos Vivos, candidata al Senado por el PH y una de las grandes contradictoras de Fajardo en el caso de Hidroituango. En el encuentro también estuvieron Fernando Henao, candidato a la Cámara por el Partido Liberal y Aldo Cadena, coordinador del petrismo en la Costa Caribe.
El encuentro se dio en un momento en que Pérez forzaba a su partido, el Liberal, y al líder natural de esa colectividad, César Gaviria, para que se hiciera una convención en la que se eligiera un candidato único del “trapo rojo”. Por eso, para muchos la reunión fue un guiño a la coalición de centro-izquierda, aunque días después el propio Pérez aclaró que su idea era que el Partido Liberal se enfrentara a Gustavo Petro en una consulta popular y llamó a los “liberales rebeldes” a unirse al proyecto del PH.
Ninguna otra alianza había despertado tanta indignación entre los seguidores e integrantes del PH, que de inmediato recordaron el pasado de Pérez como alcalde de Medellín, en cuyo periodo ocurrió la Operación Orión en el barrio San Javier, conocido también como la Comuna 13. “Las relaciones políticas del Pacto Histórico deben estar exentas de personas que hayan hecho parte del uribismo, hayan sido acusadas de complacencia con acciones del narcoparamilitarismo o señaladas por actuaciones corruptas”, expresó el senador Iván Cepeda sobre Pérez.
La controversia derivó en un distanciamiento entre Pérez y Petro, pero no en una fractura de la relación y menos en un categórico cierre de puertas al político antioqueño en el PH. Pero el tema de los apoyos liberales en Antioquia a Petro se extendió por una reciente visita del precandidato al municipio de La Estrella, donde como es costumbre fue recibido por una multitud. No obstante, la logística y organización del evento contaron con todo el apoyo del grupo político que gobierna en el municipio y que pertenece al senador Julián Bedoya, a quien la Universidad de Medellín le revocó su título de abogado por no cumplir con los requisitos del plan de formación y, al parecer, hacer maniobras exprés para graduarse.