Así le fue al aparato de inteligencia del Estado en el debate que le hizo el Congreso
Carlos Ramón González, director de la DNI, negó cualquier operación ilegal en la entidad durante el gobierno del presidente Petro. Por el contrario, se refirió a supuestas interceptaciones en administraciones anteriores. De hecho, habló de posibles seguimientos a embajadores de Cuba y Venezuela en Colombia durante el gobierno del expresidente Iván Duque.
La cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), Carlos Ramón González, pasó al tablero en la plenaria del Senado este 18 de junio. Aunque se esperaba que resolviera varias inquietudes sobre la política de inteligencia y sobre una supuesta operación para interceptar a contradictores y periodistas, negó de tajo cualquier actuación ilegal en la entidad que dirige.
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La cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), Carlos Ramón González, pasó al tablero en la plenaria del Senado este 18 de junio. Aunque se esperaba que resolviera varias inquietudes sobre la política de inteligencia y sobre una supuesta operación para interceptar a contradictores y periodistas, negó de tajo cualquier actuación ilegal en la entidad que dirige.
De acuerdo con González, “el país tiene que saber que este gobierno nunca ha perseguido a la oposición, ni lo haría, por sus principios y valores éticos. Eso tiene que quedar claro en este debate”. Además, se defendió remitiéndose directamente a hechos ocurridos en administraciones anteriores, como al escándalo de las “chuzadas” del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) e incluso habló de presunto espionaje internacional durante el gobierno del expresidente Iván Duque. Según contó, contra el cuerpo diplomático de Cuba y Venezuela en Colombia.
Así pues, el debate dejó un sinsabor, ya que González no presentó pruebas sobre las supuestas actuaciones en la administración anterior. Pero el senador David Luna (Cambio Radical), quien citó la sesión y ha hecho las advertencias sobre las presuntas actuaciones ilegales en la DNI durante el gobierno Petro, tampoco habló con base en ningún hecho en concreto. Eso sí, a sus 21 preguntas, el director contestó “no”.
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Y aunque el país político esperaba mayores aclaraciones de ambas partes, lo cierto es que el debate terminó en meros señalamientos con poco sustento. Eso se debió, en parte, a que tanto González como Luna se limitaron a exponer en la sesión plenaria solo “lo que se puede decir públicamente, sin revelar secreto alguno sobre personal, medios, misiones y procedimientos”, que según González, “la ley no obliga a preservar”.
De hecho, sobre las 2:00 p.m., el debate casi es cancelado pues congresistas del Pacto Histórico presentaron una proposición para que se realizara más adelante y de forma privada, pues como estaba planteado era improcedente. Esto, en tanto que los debates sobre inteligencia nacional tendrían cierto tipo de reserva por tratarse de asuntos de seguridad nacional. De hecho, Luna alcanzó a comentar que el Gobierno no quería dar el debate porque no estaba dispuesto a dar explicaciones, cosa que negaron.
Por un lado, desde la secretaría del Senado confirmaron que el debate podría realizarse siempre y cuando no se trataran temas sensibles. Y posteriormente, el director de la DNI dijo que veía completamente necesario hacer la discusión, pues según él, tenía que ofrecer “claridad y precisión” sobre los “infundios y señalamientos” en contra de su gestión en la entidad.
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Durante su intervención, Luna le hizo al director varias preguntas, entre las que estuvo si la DNI ha desencadenado operaciones de seguimiento ilegal e interceptaciones contra ex integrantes del gobierno Duque o a oficiales retirados de la Fuerza Pública. También cuestionó si se estaban utilizando apartamentos en modalidad de renta cerca de las viviendas de miembros del Congreso de la República para operar equipos de escucha y conocer sus movimientos o reuniones.
A todo, González respondió que no. Y explicó que no está entre sus tareas saber en dónde son las casas de los congresistas: “Nosotros no reconocemos a los contradictores como enemigos políticos, sino como opositores”. Sobre las presuntas interceptaciones ilegales indicó que este gobierno “no lo ha hecho, pero si miro hacia atrás, otras administraciones sí incurrieron en algunas ilegalidades”.
Lo más grave que mencionó fueron los supuestos seguimientos en “algunas embajadas”. Pero también habló de algunos magistrados que le habrían comentado que estarían siendo “chuzados”; les pidió hacer las denuncias formales. “A todo el mundo que sienta que está amenazado por este tipo de actividades ilegales, pido que por favor nos ayuden a denunciar y nos digan, ojalá, con nombre propio y con algún tipo de prueba, para iniciar una investigación. De lo contrario, nos estamos quedando en el rumor y eso no ayuda”, dijo.
En ese sentido, además, anunció que desde el Gobierno se tomarán tres tipos de acciones: “Una, le he pedido a la Comisión de Inteligencia y Contrainteligencia del Congreso que conforme una comisión permanente, para que le hagan seguimiento a las actividades”. De otro lado, solicitó a las altas cortes seguimiento y control de la inteligencia en el país, para que “no se siga especulando más”. Y, finalmente, habló de veedurías ciudadanas, en las que también invitó a participar a las Naciones Unidas (ONU), a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos.
Aunque el senador David Luna aseguró al cierre del debate que no quedó satisfecho con las respuestas y que fueron insuficientes, lo cierto es que él tampoco presentó alguna información que sustentara los cuestionamientos. Y desde diversos sectores calificaron como “sana” la discusión.
Y es que esta fue la primera vez que Carlos Ramón González se presenta ante el Congreso como director de la DNI. Incluso, algunos aprovecharon para cuestionarle por su presunta participación en el escándalo de corrupción en la Unidad para la Gestión del Riesgo (Ungrd). Según lo ha dicho Sneyder Pinilla, el exsubdirector de esa entidad, González habría ordenado la entrega de dineros a los presidentes del Senado, Iván Name, y de la Cámara, Andrés Calle, para agilizar el trámite de las reformas.
No obstante, El Espectador le preguntó cómo va ese proceso a partir de los señalamientos, así como su declaración ante la Corte Suprema, y negó su participación. Aseguró que su nombre nunca se ha mencionado y que el proceso ante el alto tribunal es en calidad de testigo: “tengo que decir claramente a la opinión pública y a los medios que no tengo nada que ver con lo que dicen estas personas que ya se declararon culpables de unos delitos. Son unos delincuentes tratando de salvarse enlodando a todo el mundo”, finalizó.
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