A 23 días exactos de la cita a urnas para reconfigurar el mapa del poder regional, en medio de una contienda en la que el expresidente Álvaro Uribe ha estado recorriendo el país para potenciar a los candidatos que avaló y apoyó el Centro Democrático –su partido–, un magistrado del Tribunal Superior de Bogotá le notificó al exmandatario que no puede acceder a la petición de la Fiscalía de precluir el proceso penal que se le sigue por posible fraude procesal y presunta manipulación de testigos.
Y es por esa coincidencia de fechas que sus seguidores no han dudado en calificar como un juicio político el proceso que lo tienen empapelado desde el 2018. Y es que tras la renuncia del exmandatario a su curul de senador en el segundo semestre de 2022,a el caso pasó de la Corte Suprema de Justicia, que alcanzó a ordenar su detención preventiva, a la Fiscalía que comanda Francisco Barbosa.
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Incluso, en momentos en que este partido –el cual suma 13 curules en el Senado y 16 en la Cámara– busca abrirse espacio en el poder regional aprovechando la cada vez más fraccionada imagen del presidente Gustavo Petro, gobierno del cual los militantes del Centro Democrático son férreos opositores, el hecho de que se mueva el expediente judicial contra Uribe es aprovechado, precisamente, para sacarle rédito electoral.
“Mientras el (ex)presidente que nos devolvió la fe en Colombia es perseguido injustamente, quien incendió el país en medio de una pandemia disfruta el poder en medio de los peores escándalos de su gobierno”, fue el dardo que lanzó la senadora María Fernanda Cabal.
Y su copartidario de colectividad, el también senador Miguel Uribe, fue más allá y advirtió que “quienes hoy gobiernan montaron una estrategia de difamación y calumnia en contra del (ex) presidente Uribe”.
Pero a nivel político el oficialismo también está en campaña, por lo que el tercer revés de la Fiscalía en precluir el proceso contra Uribe fue aprovechado para sacarle provecho. Uno de ellos, el candidato a la alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar –segundo en las encuestas de intención de voto–, pasó a la ofensiva celebrando el fracaso procesal del ente acusador para recordar, tácitamente, el escándalo de los falsos positivos.
“6.402 motivos para celebrar, pero no canten victoria, Santiago Uribe, su hermano, está juzgado hace dos años y la justicia tiene frenado el fallo. Pero algo es algo. Una luz de esperanza para que brille la verdad”, advirtió Bolívar.
Es un hecho que faltando tres semanas para la cita a urnas este tipo de ataques, de lado y lado, se van a potenciar. Además, hasta que judicialmente no se resuelva de fondo si Uribe va o no a juicio, su expediente será usado con fines electorales.
Sus copartidarios del Centro Democrático, y él mismo, van a mostrarse con más fuerza como víctimas de una investigación a la que consideran politizada; y sus detractores aprovecharán para potenciar el relato de que sus dos administraciones habrían tenido hechos opacos que se deben esclarecer.
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