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A María Fernanda Rangel le sobró una semana en la contienda por ser la sucesora de su jefe, el contralor Felipe Córdoba. Es más, le sobró solo un día. Hasta este martes, tenía los apoyos suficientes para convertirse en la nueva contralora, pero, en menos de 24 horas, la buena voluntad de los partidos la abandonó y ahora quien tiene la mayor opción es Carlos Hernán Rodríguez, a quien ayer la mayoría de fuerzas políticas le expresaron su respaldo. Además, dicen que tiene el guiño del Gobierno para la votación que se dará hoy en sesión plena en el Congreso. Esto significaría que el Ejecutivo le gane el primer pulso al Congreso, que durante varias semanas mantuvo a Rangel como la candidata de las mayorías.
Si se sigue con el relato oficial, la derrota de Rangel se debe a un mejor resultado de su contendiente en las pruebas de aptitud para contralor. Curiosamente, durante dos semanas, estas no importaron mucho, pues los partidos se mantuvieron en que iban con la que calificaron algunos como “la candidata de Córdoba”. En su momento, aseguraron que era la más experimentada debido a que era actual funcionaria de la Contraloría y fue una de las encargadas de montar la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (DIARI) de la entidad. Y hasta añadieron que era un tema del “corazón”, debido a que Rangel era una amiga que los había ayudado varias veces. No obstante, ayer, todos los partidos de gobierno y hasta el Centro Democrático —en oposición— esgrimieron en sus respectivos comunicados que se iban por Rodríguez debido a que fue el que obtuvo mejor puntaje en las pruebas para conformar la lista de finalistas.
La victoria de Rodríguez se habría comenzado a gestar durante el fin de semana. Como reportó este diario, hasta el viernes los partidos tradicionales iban con Rangel, así lo confirmaron. Sin embargo, varios congresistas advertían que el Gobierno no se había movido con fuerza y que, cuando lo hiciera, se iba a desequilibrar la balanza. Y así ocurrió. De acuerdo con algunos consultados, la estrategia pasó por negociar directamente con los congresistas y no remitirse a las cabezas de los partidos, que ya desde antes habían anunciado su apoyo a Rangel. Las llamadas del Gobierno habrían ocurrido durante el fin de semana. El senador Carlos Abraham Jiménez denunció en W Radio que el ministro del Interior, Alfonso Prada, y el director del DAPRE, Mauricio Lizcano, se estaban moviendo en contra de Rangel.
Otras fuentes confirmaron que desde el Ejecutivo habían expresado su rechazo a la candidata. Incluso, desde hace quince días el propio presidente Petro habría dicho que no la quería como contralora y así lo habría anunciado a los voceros de las bancadas y otros pesos pesados de estas. El diálogo directo con los congresistas habría volteado la tendencia a favor de Rodríguez. Esto habría sido lo que ocurrió en los conservadores, los primeros que oficialmente se retractaron de su apoyo a Rangel. En la tarde de este martes, tras una reunión en la que habría participado Rodríguez, su bancada de la Cámara anunció que no iban con ella, sino con el del Gobierno. En un principio se pensó que habría una diferencia entre las bancadas azules de Cámara y Senado, pero en la mañana del miércoles se reunieron en el Hotel de la Ópera y se consolidó el bloque de Rodríguez, como comentaron algunos representantes. Curiosamente, como ya se ha dicho, los afines al candidato de gobierno fueron los del senador Efraín Cepeda, que había sido uno de los que mayores reservas expresó frente a Gustavo Petro.
Con la “volteada de arepa” de los conservadores, los partidos tradicionales de la coalición de gobierno siguieron un camino similar. Mientras que algunas pocas comisiones sesionaban, la U estaba definiendo su candidato en una reunión privada. Se supone que esta se realizaría durante el fin de semana, pero se pospuso hasta ayer. Algunos de este partido que han expresado sus objeciones a Petro y consideraban que era bueno tener un contralor independiente comentaron que temían un cambio de decisión, como terminó ocurriendo. Hacia el mediodía, el partido que preside Dilian Francisca Toro anunció que se iba con Rodríguez. Y también usaron el argumento del mejor puntaje para anunciar el cambio de voto.
Por unos cuantos minutos, los liberales fueron los únicos de los tradicionales que seguían oficialmente con Rangel, pero esto sería en apariencia. Según comentaron algunos consultados, desde hace varios días hubo una “disidencia” que habría cambiado su voto, que fue fundamental para la nueva posición. Estos le habrían ganado el pulso a una oficialidad roja, que insistió hasta el final en su compromiso original, como lo hizo el expresidente César Gaviria en algunos espacios radiales. Aunque un senador había dicho hace unos días que los liberales no iban a caminarle a Petro por la falta de representación real en los ministerios, otro miembro de dicha bancada aseveró, en voz baja, que sus compañeros de partido cambiaron su voto, ya que “la burocracia de la Contraloría es más jugosa que un ministerio”.
Los últimos apoyos para Rodríguez llegaron de la Alianza Verde y del Centro Democrático. Ambos mantuvieron reuniones de bancada hasta bien entrada la tarde en el Capitolio. En cuanto a los verdes, desde temprano, varios de sus miembros hablaron de “una pelea de gallos” en su interior para definir candidato. Aún con los tradicionales volcados por Carlos Hernán, el partido de centro siguió debatiendo a quién apoyar. Hasta el fin de semana estaban repartidos entre Rodríguez, Rangel y Andrés Castro —sobre este último esperaban que se formara una tercería—. El miércoles, ya solo se dividían entre los dos favoritos. Durante la reunión de la tarde, uno de los senadores cuantificó el pulso de la siguiente manera: “Rodríguez: 70 % y Rangel: 30 %”. Aún con las mayorías a favor del candidato de gobierno, el debate se prolongó y hasta se pensó en dejar en libertad, dando cuenta de esas divisiones que aún se mantienen tras la justa presidencial.
En cuanto al Centro Democrático, se les ha criticado por tener un mismo candidato que la bancada de gobierno. Durante la mañana, miembros del partido aseguraron que estaba peleada la decisión, casi 50-50. La reunión de la tarde habría sido fundamental para decantarse por Rodríguez, quien asistió a ella. Senadores del ahora partido de oposición dijeron a El Espectador que habría sido una directriz del propio expresidente Álvaro Uribe debido a la trayectoria que tenía el candidato en el Valle del Cauca. De esta forma, en tan solo un día, Rangel solo se quedó con el apoyo incondicional de Cambio Radical, que se mantuvo en la tesis de que se debía garantizar el contrapeso de poderes. Los demás demostraron de nuevo que un guiño del Ejecutivo es suficiente para desequilibrar la balanza.