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El encuentro entre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y la Comisión de la Verdad dejó más sinsabores que satisfacciones, especialmente a las víctimas del conflicto. Para muchos, la entrevista informal de Uribe con Francisco De Roux, presidente de la institución, y los comisionados Lucía González y Leyner Palacios fue una puesta en escena controlada por el político y, por ende, el padre De Roux acepta la responsabilidad de las críticas que se le han hecho por persistir en esa conversación.
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“Reconozco las críticas enormes que se hacen y asumo la responsabilidad de lo que pasó”, dijo De Roux a RCN Radio, explicando los motivos que le hicieron persistir en el encuentro, pese a que, un día antes de llevarse a cabo, Uribe reveló los temas de los que iba a hablar en redes sociales. Una sorpresa para la Comisión que acordó con el expresidente hacer todas las preguntas necesarias, según el padre.
Pese a la molestia y la incomodidad de dicha revelación, el padre insistió que era necesario sentarse con el expresidente y escucharlo. “Algunos dijeron que debíamos retirarnos. Consideré que no lo debíamos hacer. La Comisión escuchó a todo el mundo y (el uribismo) no puede decir que no los escuchamos con respeto”, comentó De Roux al mismo medio, reiterando que hicieron presencia como comisionados y no como ciudadanos interesados en conocer su versión, por más de que el expresidente y exsenador ha manifestado que no legitima a la Comisión de la Verdad.
Siguiendo el principio de Nelson Mandela, de escuchar al enemigo, en términos de adversario, de contraparte, explicó De Roux, había que escuchar a Uribe como la cabeza de los opositores del Acuerdo de Paz. “Hay que llegar donde las cosas son más difíciles”, insistió a RCN Radio.
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Con el encuentro con Uribe y con una fecha por definir con Andrés Pastrana, De Roux destacó que la Comisión habló (y hablará) con los expresidentes vivos para escuchar sus versiones de los hechos. “Para nosotros no es verdad porque lo dijo Pastrana, Uribe o Santos. Es un punto de vista que lo sometemos al escrutinio y lo contrastamos”, dijo, tratando de dar un parte de tranquilidad en cuanto no prevalecerán estas voces oficiales. “No vamos a ceder en nada en nuestro informe. No vamos a dejar en ningún momento los derechos de las víctimas. No vamos a dejar de presentar las responsabilidades políticas y sociales”, aseveró en la mencionada entrevista.
De lo dicho por Uribe, el padre De Roux reconoció el aporte de este encuentro en cuanto al reconocimiento de masacres como la de Cajamarca, el número de Convivir en Antioquia, cuando fue gobernador, pero tampoco dejó de manifestar su desazón porque el expresidente no ahondó en los mal llamados “falsos positivos”. “Él nos entregó mucho contexto para comprender por qué un presidente actúa como actúa, pero la respuesta sobre los falsos positivos no fue suficiente y vamos a fondo con esto en el informe”, dijo a RCN Radio.
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Igualmente, acerca de la propuesta de Uribe de una amnistía general, el padre dijo a Blu Radio que hay que hacer una análisis sobre cómo lograr dicha amnistía sin que haya impunidad. “Pienso que el país debe abrirse a la paz grande. A mí me gusta la idea, pero siempre y cuando se definan con mucha claridad los asuntos para que no haya una profundización de la impunidad”, comentó.
Por último, el presidente de la Comisión reconoció este encuentro como un abono hacia el futuro del Acuerdo y no tanto en el corto plazo, debido a la posición tajante del uribismo que no legitima el texto de La Habana por no incluir algunos temas que surgieron tras el plebiscito. Eso sí, le dejó una invitación al exmandatario: “que sea un hombre de la conciliación”.