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¿Cuánto dinero entró? ¿Cuánto se gastó? ¿Quiénes fueron los financiadores? ¿Cuántos ciudadanos donaron? Como es común, uno de los asuntos sobre los que menos información se tiene en la actual campaña presidencial, cuya recta final arranca esta semana, tiene que ver con la financiación. Por eso, responder a preguntas simples como las que abren este artículo no es una tarea fácil, al menos haciendo el ejercicio de consulta de datos que deberían estar disponibles en los canales oficiales dispuestos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y a los que tienen acceso los ciudadanos y los medios de comunicación.
De hecho, ese fue uno de los puntos que tocó el reciente informe de la Misión de Observación Electoral (MOE), conocido el pasado viernes, en el que advirtió que a la fecha se desconocía, por ejemplo, “el monto real de ingresos y gastos en los que incurrieron los grupos significativos de ciudadanos durante el proceso de recolección de firmas de las campañas presidenciales”. No es un dato menor si se tiene en cuenta que una gran cantidad de los candidatos que hacían parte de la contienda electoral en la primera etapa, incluso algunos que pudieron tener el apoyo de partidos políticos, lo hicieron a través de firmas.
“La Misión de Observación Electoral recuerda que 49 grupos significativos de ciudadanos (GSC) registraron la solicitud de recolección de firmas para la inscripción de candidatos presidenciales. Sin embargo, sólo 11 comités promotores finalizaron el proceso de recolección y de estos, únicamente ocho (8) GSC superaron el número mínimo de firmas válidas. De los seis candidatos que actualmente compiten por la Presidencia de la República, cuatro recogieron firmas; así como dos de las fórmulas vicepresidenciales”, apuntó la organización.
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Así se puede corroborar en el portal de Cuentas Claras, en el que se deben registrar los movimientos financieros de las campañas electorales a la Presidencia. No sólo hay candidatos que no han presentado información, sino que quienes lo han hecho no reportan gastos ni ingresos, a juzgar por los documentos alojados en la plataforma desde, por lo menos, el mes de marzo.
En parte, esto no sería un problema legal si se tiene en cuenta que, de acuerdo con los instructivos del CNE, los candidatos inscritos por partidos, movimientos o grupos significativos de ciudadanos deben presentar estos informes de ingresos y gastos “dentro del mes siguiente a la fecha de votación”.
La MOE señaló que, a corte del 17 de mayo, en el aplicativo de Cuentas Claras había reportes de ingresos y gastos de Sergio Fajardo (Coalición Colombia), Gustavo Petro (coalición Petro Presidente), Germán Vargas (coalición Mejor Vargas Lleras), Iván Duque (partido Centro Democrático) y Humberto de la Calle (coalición de partidos Liberal y ASI). “No se registran informes del candidato Jorge Antonio Trujillo (Movimiento Político Todos Somos Colombia), ni del grupo promotor del voto en blanco, Partido de Reivindicación Étnica (PRE). Por su parte, la candidatura declinada de Viviane Morales (Partido Somos) presenta reporte sin ningún movimiento contable”, detalla el documento.
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Sin embargo, al permanecer estos datos en el sistema apenas desde marzo de 2018, es decir, hace dos meses, se prende una alerta: ¿qué tan cerca están las campañas de alcanzar el tope de financiación fijado por el CNE para estas elecciones? En la primera vuelta es $24.235’554.964 y para la segunda vuelta es de unos $11.335 millones por cada candidato. En ese sentido, las campañas presidenciales registran porcentajes disparejos frente a la primera cifra. Por ejemplo, Iván Duque ha logrado el 55 %; Petro, el 50 %; De la Calle, 43,4 %; Vargas Lleras, 41 %, y Fajardo, 21 %. En pocas palabras, en los dos meses siguientes a los registros la cifra es mayor y más cercana al tope.
En total, según los reportes alojados en Cuentas Claras hasta la noche del 18 de mayo, las campañas de los actuales candidatos habían presentado gastos por $35.022’778.383. En ese sentido, el candidato que ha presentado mayores gastos, con $12.234’941.104, ha sido Iván Duque, y la mayoría de estos recursos se han invertido en propaganda electoral. Lo siguen Vargas Lleras, con $9.900’268.484; Humberto de la Calle, con $7.686’431.030, y Gustavo Petro, con $3.631’457.644. En contraste, el que figura con menos gastos es Sergio Fajardo, con $1.159’680.121. Eso sin detallar quiénes están detrás de las donaciones de cada uno de los candidatos o a qué sectores de las industrias pertenecen.
Las alarmas deberían estar encendidas, además, por el antecedente en el país de la campaña presidencial del 2014. En 2017, la Fiscalía General de la Nación confirmó que la multinacional brasileña Odebrecht aportó dineros a las campañas del hoy presidente Juan Manuel Santos y el candidato uribista Óscar Iván Zuluaga. La investigación, que ha sido lenta y no ha tenido mayor avance, está en manos del CNE.